Republicanos fustigan inmigración ilegal
| Martes 11 diciembre, 2007
Republicanos fustigan inmigración ilegal
Washington -- Los candidatos presidenciales del Partido Republicano de Estados Unidos se ciñeron a su línea dura en contra de la inmigración ilegal ante un público mayormente hispano durante un debate televisado en español.
El ex senador de Tennessee Fred Thompson, el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney y el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, al presentar sus posiciones sobre la protección de las fronteras de Estados Unidos, agregaron el comentario de que los inmigrantes que entran al país legalmente se hallan entre las personas que se perjudican con el creciente número de indocumentados.
“No debería haber senda especial alguna para que los que han venido aquí ilegalmente salten adelante en la fila o se conviertan en residentes permanentes o se naturalicen”, dijo Romney en un debate difundido por el canal hispano Univisión.
Los candidatos evitaron repetir lo sucedido en un debate suyo en noviembre, cuando cada uno trató de demostrar que era más estricto que los demás en materia de inmigración. En dicha oportunidad, Giuliani y Romney se acusaron mutuamente de haber dado “santuario” a los inmigrantes indocumentados cuando estaban en sus respectivos cargos.
Durante el programa, teledifundido desde la Universidad de Miami en Coral Gables, estado de Florida, se les preguntó a los candidatos por qué las encuestas muestran que los hispanos están dando la espalda al Partido Republicano.
“Pienso que algunas de las declaraciones que muchos hispanos oyen sobre la inmigración ilegal los llevan a creer que nosotros no estamos a favor de los ciudadanos hispanos de este país ni queremos su respaldo”, dijo el senador John McCain, de Arizona.
“Esta es una situación en que ninguno de nosotros se ha comportado de manera perfecta”, dijo Giuliani. “Todos venimos lidiando con esto por mucho tiempo”.
Los candidatos proclamaron su fidelidad a la política del Partido Republicano en una amplia serie de asuntos, entre estos el aborto, la guerra de Irak, el Gobierno limitado, la enseñanza y los seguros médicos. Cada uno hizo hincapié en que las necesidades de los votantes hispanos no son muy distintas a las de la mayoría del electorado estadounidense. “Los hispanos quieren las mismas cosas que todo el mundo quiere. Quieren empleos. Quieren enseñanza. Quieren saber que podrán vivir en libertad”, dijo el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee.
La concurrencia recibió las respuestas de la mayoría de los candidatos con aplausos, pero al congresista Ron Paul, de Texas, lo abuchearon cuando dijo que estaría dispuesto a conversar con el presidente venezolano Hugo Chávez y el líder cubano Fidel Castro.
“De hecho, creo que estamos en una época en que incluso deberíamos hablar con Cuba, comerciar con Cuba y viajar a Cuba”, dijo Paul. Cuando el público se puso a abuchear, el congresista continuó: “Nosotros creamos los Chávez del mundo, creamos los Castros del mundo, al interferir y crear caos en sus países”, dijo Paul.
Faltando menos de un mes para las asambleas de votantes de Iowa, las primeras elecciones primarias del país, el 3 de enero, el debate fue una oportunidad para que los republicanos cortejaran a los hispanos, quienes podrían ser esenciales para la victoria en los comicios nacionales del próximo año. El presidente George W. Bush ganó 40% del voto hispano en el 2004.
Las encuestas recientes muestran que ha habido un cambio de afiliación. En un sondeo difundido por el Pew Hispanic Center el 6 de diciembre, el 57% de los hispanos consultados dijeron que son demócratas o favorecen al Partido Demócrata, mientras un 23% dijeron favorecer a los republicanos. Esa diferencia de 34 puntos porcentuales creció desde 21 puntos porcentuales en julio del 2006, según Pew, agrupación sin fines de lucro y con oficinas centrales en Washington.
En el 2008 los hispanos tienen influencia política porque están concentrados en estados claves como Florida, Colorado y Nuevo México, en los que Bush ganó por seis puntos porcentuales o menos en el 2004.
El congresista Tom Tancredo, de Colorado, no asistió al debate de Univisión porque, dijo, se negaba a participar en una actividad que no se llevara a cabo en inglés. El moderador habló en español y los candidatos hablaron en inglés con traducción simultánea al español.
Originalmente se planeaba celebrar el debate en septiembre, pero hubo que cancelarlo porque un solo candidato, McCain, accedió a participar. Los demás dijeron que ya tenían otras actividades planeadas. El canal celebró un debate demócrata en septiembre.
Washington -- Los candidatos presidenciales del Partido Republicano de Estados Unidos se ciñeron a su línea dura en contra de la inmigración ilegal ante un público mayormente hispano durante un debate televisado en español.
El ex senador de Tennessee Fred Thompson, el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney y el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani, al presentar sus posiciones sobre la protección de las fronteras de Estados Unidos, agregaron el comentario de que los inmigrantes que entran al país legalmente se hallan entre las personas que se perjudican con el creciente número de indocumentados.
“No debería haber senda especial alguna para que los que han venido aquí ilegalmente salten adelante en la fila o se conviertan en residentes permanentes o se naturalicen”, dijo Romney en un debate difundido por el canal hispano Univisión.
Los candidatos evitaron repetir lo sucedido en un debate suyo en noviembre, cuando cada uno trató de demostrar que era más estricto que los demás en materia de inmigración. En dicha oportunidad, Giuliani y Romney se acusaron mutuamente de haber dado “santuario” a los inmigrantes indocumentados cuando estaban en sus respectivos cargos.
Durante el programa, teledifundido desde la Universidad de Miami en Coral Gables, estado de Florida, se les preguntó a los candidatos por qué las encuestas muestran que los hispanos están dando la espalda al Partido Republicano.
“Pienso que algunas de las declaraciones que muchos hispanos oyen sobre la inmigración ilegal los llevan a creer que nosotros no estamos a favor de los ciudadanos hispanos de este país ni queremos su respaldo”, dijo el senador John McCain, de Arizona.
“Esta es una situación en que ninguno de nosotros se ha comportado de manera perfecta”, dijo Giuliani. “Todos venimos lidiando con esto por mucho tiempo”.
Los candidatos proclamaron su fidelidad a la política del Partido Republicano en una amplia serie de asuntos, entre estos el aborto, la guerra de Irak, el Gobierno limitado, la enseñanza y los seguros médicos. Cada uno hizo hincapié en que las necesidades de los votantes hispanos no son muy distintas a las de la mayoría del electorado estadounidense. “Los hispanos quieren las mismas cosas que todo el mundo quiere. Quieren empleos. Quieren enseñanza. Quieren saber que podrán vivir en libertad”, dijo el ex gobernador de Arkansas Mike Huckabee.
La concurrencia recibió las respuestas de la mayoría de los candidatos con aplausos, pero al congresista Ron Paul, de Texas, lo abuchearon cuando dijo que estaría dispuesto a conversar con el presidente venezolano Hugo Chávez y el líder cubano Fidel Castro.
“De hecho, creo que estamos en una época en que incluso deberíamos hablar con Cuba, comerciar con Cuba y viajar a Cuba”, dijo Paul. Cuando el público se puso a abuchear, el congresista continuó: “Nosotros creamos los Chávez del mundo, creamos los Castros del mundo, al interferir y crear caos en sus países”, dijo Paul.
Faltando menos de un mes para las asambleas de votantes de Iowa, las primeras elecciones primarias del país, el 3 de enero, el debate fue una oportunidad para que los republicanos cortejaran a los hispanos, quienes podrían ser esenciales para la victoria en los comicios nacionales del próximo año. El presidente George W. Bush ganó 40% del voto hispano en el 2004.
Las encuestas recientes muestran que ha habido un cambio de afiliación. En un sondeo difundido por el Pew Hispanic Center el 6 de diciembre, el 57% de los hispanos consultados dijeron que son demócratas o favorecen al Partido Demócrata, mientras un 23% dijeron favorecer a los republicanos. Esa diferencia de 34 puntos porcentuales creció desde 21 puntos porcentuales en julio del 2006, según Pew, agrupación sin fines de lucro y con oficinas centrales en Washington.
En el 2008 los hispanos tienen influencia política porque están concentrados en estados claves como Florida, Colorado y Nuevo México, en los que Bush ganó por seis puntos porcentuales o menos en el 2004.
El congresista Tom Tancredo, de Colorado, no asistió al debate de Univisión porque, dijo, se negaba a participar en una actividad que no se llevara a cabo en inglés. El moderador habló en español y los candidatos hablaron en inglés con traducción simultánea al español.
Originalmente se planeaba celebrar el debate en septiembre, pero hubo que cancelarlo porque un solo candidato, McCain, accedió a participar. Los demás dijeron que ya tenían otras actividades planeadas. El canal celebró un debate demócrata en septiembre.