Reordenamiento de la capital busca financistas
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 27 abril, 2009
Reordenamiento de la capital busca financistas
La propuesta llama la atención de las sociedades administradoras de fondos de inversión
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Los esfuerzos de urbanismo por devolver el atractivo para habitar y desarrollar proyectos inmobiliarios en San José podrían llegar a concreto, de lograrse la aprobación del Plan Regional Urbano de la Gran Area Metropolitana (Prugam).
La iniciativa plantea una inversión público-privada para generar primero la infraestructura de servicios que luego permitan desarrollar complejos habitacionales y comerciales.
En el caso público, el Estado deberá financiar con recursos propios el reordenamiento de las redes y servicios básicos, como lo son el transporte público, espacios comunes como parques, acceso a las redes de agua, electricidad y fibra óptica; así como otros que mejoren la competitividad de la ciudad tanto para fines residenciales como comerciales.
“Según el reglamento de la Superintendencia General de Valores, los fondos de desarrollo inmobiliario pueden asumir la totalidad de un proyecto o participar en conjunto con otros inversionistas y desarrolladores. Veo a los fondos en este esquema, sobre todo si son proyectos muy grandes”, externo Víctor Chacón, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Sociedades de Fondos de Inversión.
La única consideración es que debería incorporarse un garantía del Estado para asegurar el entorno legal para evitar un cambio en las políticas en detrimento de los inversionistas, mencionó el directivo.
Pero lo que para el sistema financiero tiene gran atractivo, no llena las expectativas de los desarrolladores inmobiliarios. En primera instancia, estos cuestionan las limitantes que plantea el proyecto de Prugam y la ignorancia del entorno nacional por parte de las personas que desarrollaron la propuesta, en referencia a los tiempos de ejecución de los proyectos de obra pública.
“No responde a la realidad nacional, desconocen el contexto financiero-económico que afecta las posibilidades para obtener recursos en el entorno local e internacional y el impacto que esto tendrá sobre la inversión inmobiliaria”, consideró Enrique Egloff, presidente del Consejo de Desarrollo Inmobiliario (Codi).
Por tanto, la percepción del proyecto es de entrabar las posibilidades de desarrollo por encima de una facilitación, orientando el esfuerzo a las áreas ya desarrolladas.
El plan requeriría una inversión de $160 millones durante los 20 años que comprendería este programa de planeamiento, según estimaciones de la organización para la Prugam.
De recuperarse las áreas urbanas centrales, un desarrollador privado encontrará mejores condiciones para invertir en la construcción de edificios para residencia, industria y comercio en las zonas identificadas.
“Estamos planteando un portafolio de proyectos, que servirán como una carta de navegación clara para ejecutar inversiones seguras; asociando proyectos encaminados, con los que están en proceso y los que se desarrollarán en el futuro”, indicó Tomás Méndez, coordinador del proyecto.
Aunque suene utópico, el proyecto tiene ya camino avanzado. Esa hoja de ruta que marcará el reordenamiento de la Gran Area Metropolitana hasta 2030 se presentó desde diciembre anterior tanto al Instituto de Vivienda y Urbanismo (Invu) como a la Secretaría Técnica Ambiental.
“No es una posibilidad lejana, para que esto suceda solo sería necesario un decreto ejecutivo. Estamos a la espera de la resolución de las autoridades, que están en la última etapa de estudio”, puntualizó Méndez.
El gremio espera que en las próximas semanas, Prugam incluya los ajustes sugeridos por los sectores involucrados en el proyecto.
La propuesta llama la atención de las sociedades administradoras de fondos de inversión
Daniel Chacón
dchacon@larepublica.net
Los esfuerzos de urbanismo por devolver el atractivo para habitar y desarrollar proyectos inmobiliarios en San José podrían llegar a concreto, de lograrse la aprobación del Plan Regional Urbano de la Gran Area Metropolitana (Prugam).
La iniciativa plantea una inversión público-privada para generar primero la infraestructura de servicios que luego permitan desarrollar complejos habitacionales y comerciales.
En el caso público, el Estado deberá financiar con recursos propios el reordenamiento de las redes y servicios básicos, como lo son el transporte público, espacios comunes como parques, acceso a las redes de agua, electricidad y fibra óptica; así como otros que mejoren la competitividad de la ciudad tanto para fines residenciales como comerciales.
“Según el reglamento de la Superintendencia General de Valores, los fondos de desarrollo inmobiliario pueden asumir la totalidad de un proyecto o participar en conjunto con otros inversionistas y desarrolladores. Veo a los fondos en este esquema, sobre todo si son proyectos muy grandes”, externo Víctor Chacón, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Sociedades de Fondos de Inversión.
La única consideración es que debería incorporarse un garantía del Estado para asegurar el entorno legal para evitar un cambio en las políticas en detrimento de los inversionistas, mencionó el directivo.
Pero lo que para el sistema financiero tiene gran atractivo, no llena las expectativas de los desarrolladores inmobiliarios. En primera instancia, estos cuestionan las limitantes que plantea el proyecto de Prugam y la ignorancia del entorno nacional por parte de las personas que desarrollaron la propuesta, en referencia a los tiempos de ejecución de los proyectos de obra pública.
“No responde a la realidad nacional, desconocen el contexto financiero-económico que afecta las posibilidades para obtener recursos en el entorno local e internacional y el impacto que esto tendrá sobre la inversión inmobiliaria”, consideró Enrique Egloff, presidente del Consejo de Desarrollo Inmobiliario (Codi).
Por tanto, la percepción del proyecto es de entrabar las posibilidades de desarrollo por encima de una facilitación, orientando el esfuerzo a las áreas ya desarrolladas.
El plan requeriría una inversión de $160 millones durante los 20 años que comprendería este programa de planeamiento, según estimaciones de la organización para la Prugam.
De recuperarse las áreas urbanas centrales, un desarrollador privado encontrará mejores condiciones para invertir en la construcción de edificios para residencia, industria y comercio en las zonas identificadas.
“Estamos planteando un portafolio de proyectos, que servirán como una carta de navegación clara para ejecutar inversiones seguras; asociando proyectos encaminados, con los que están en proceso y los que se desarrollarán en el futuro”, indicó Tomás Méndez, coordinador del proyecto.
Aunque suene utópico, el proyecto tiene ya camino avanzado. Esa hoja de ruta que marcará el reordenamiento de la Gran Area Metropolitana hasta 2030 se presentó desde diciembre anterior tanto al Instituto de Vivienda y Urbanismo (Invu) como a la Secretaría Técnica Ambiental.
“No es una posibilidad lejana, para que esto suceda solo sería necesario un decreto ejecutivo. Estamos a la espera de la resolución de las autoridades, que están en la última etapa de estudio”, puntualizó Méndez.
El gremio espera que en las próximas semanas, Prugam incluya los ajustes sugeridos por los sectores involucrados en el proyecto.