Recope mantiene y muestra alta competitividad en el área
| Viernes 13 enero, 2012
Recope mantiene y muestra alta competitividad en el área
La columna de opinión que el señor Carlos Leiva, publicó el 5 de enero en LA REPUBLICA, nos da la oportunidad de explicar a los estimados lectores de este medio la realidad acerca de la competitividad de Recope y por qué una nueva refinería, antes que hacernos perder flexibilidad, nos robustece en la posición de vanguardia, en la formulación de combustibles más limpios, la investigación de fuentes de energía limpias y renovables, y sobre todo, la seguridad de abastecimiento.
El esquema de importación de Recope es reconocido internacionalmente por lograr los mejores precios de importación. Esto es posible gracias al sistema de distribución único en Centroamérica. En el área ningún país cuenta con refinerías de alta conversión que suplan las necesidades locales. Al igual que Costa Rica, desde hace varios años, todos estos países buscan la forma de construir refinerías por medio de alianzas, que aseguren el abastecimiento interno.
En nuestro caso, hay dos variables fundamentales por las que se debe reforzar dicho sistema de abastecimiento de combustibles, que representa el 64% de la energía comercial que consumimos: logística y costo de producción. Realizamos más de 150 embarques por año de crudo y productos, que se transbordan en la costa del golfo de los EE.UU. hacia distintos puertos del Caribe. Los embarques provienen de distintos países del Medio Oriente, Colombia, Trinidad, Belice, Brasil y Venezuela, la mayoría de ellos políticamente inestables, por lo que la logística es costosa, compleja e insegura.
La refinería actual refina productos intermedios que son mezclados con combustibles importados tipo gourmet para ajustarlos a las especificaciones nacionales, lo que incrementa el costo.
En el Plan Nacional de Energía se plantea entre las soluciones migrar a fuentes renovables como gas natural, electricidad o hidrógeno. Recope ha invertido en infraestructura e investigación.
Contamos con instalaciones de recibo, almacenamiento, dosificación y transporte para mezclas de gasolina con etanol, y diesel con biodiesel, se mantiene el plan piloto de etanol en Guanacaste desde 2006 y se investiga con especies productoras de aceite y visita a plantas procesadoras. Además, se firmó un convenio de cooperación con Ad Astra, que evalúa el aprovechamiento del hidrógeno como alimentador de baterías para reforzar el uso del transporte eléctrico.
Es importante tener claro que la introducción de energías alternas a la matriz energética nacional, como el gas natural y el hidrógeno, es un proceso a largo plazo que requiere inversiones en instalaciones, transporte, distribución y ventas, así como la conversión de motores, lo que representa miles de millones de dólares.
También el tema de producción de biocombustibles se considera en el modelo de producción de la nueva refinería, la que, por lo tanto, mejorará la seguridad del abastecimiento, la calidad en beneficio del aire y el fortalecimiento de las actividades productivas; especialmente las labores de distribución y expendio, que están mayoritariamente en manos de empresarios costarricenses, lo que es una situación única en Centroamérica.
Shionny Porras Moya
Departamento de Comunicación
Recope
La columna de opinión que el señor Carlos Leiva, publicó el 5 de enero en LA REPUBLICA, nos da la oportunidad de explicar a los estimados lectores de este medio la realidad acerca de la competitividad de Recope y por qué una nueva refinería, antes que hacernos perder flexibilidad, nos robustece en la posición de vanguardia, en la formulación de combustibles más limpios, la investigación de fuentes de energía limpias y renovables, y sobre todo, la seguridad de abastecimiento.
El esquema de importación de Recope es reconocido internacionalmente por lograr los mejores precios de importación. Esto es posible gracias al sistema de distribución único en Centroamérica. En el área ningún país cuenta con refinerías de alta conversión que suplan las necesidades locales. Al igual que Costa Rica, desde hace varios años, todos estos países buscan la forma de construir refinerías por medio de alianzas, que aseguren el abastecimiento interno.
En nuestro caso, hay dos variables fundamentales por las que se debe reforzar dicho sistema de abastecimiento de combustibles, que representa el 64% de la energía comercial que consumimos: logística y costo de producción. Realizamos más de 150 embarques por año de crudo y productos, que se transbordan en la costa del golfo de los EE.UU. hacia distintos puertos del Caribe. Los embarques provienen de distintos países del Medio Oriente, Colombia, Trinidad, Belice, Brasil y Venezuela, la mayoría de ellos políticamente inestables, por lo que la logística es costosa, compleja e insegura.
La refinería actual refina productos intermedios que son mezclados con combustibles importados tipo gourmet para ajustarlos a las especificaciones nacionales, lo que incrementa el costo.
En el Plan Nacional de Energía se plantea entre las soluciones migrar a fuentes renovables como gas natural, electricidad o hidrógeno. Recope ha invertido en infraestructura e investigación.
Contamos con instalaciones de recibo, almacenamiento, dosificación y transporte para mezclas de gasolina con etanol, y diesel con biodiesel, se mantiene el plan piloto de etanol en Guanacaste desde 2006 y se investiga con especies productoras de aceite y visita a plantas procesadoras. Además, se firmó un convenio de cooperación con Ad Astra, que evalúa el aprovechamiento del hidrógeno como alimentador de baterías para reforzar el uso del transporte eléctrico.
Es importante tener claro que la introducción de energías alternas a la matriz energética nacional, como el gas natural y el hidrógeno, es un proceso a largo plazo que requiere inversiones en instalaciones, transporte, distribución y ventas, así como la conversión de motores, lo que representa miles de millones de dólares.
También el tema de producción de biocombustibles se considera en el modelo de producción de la nueva refinería, la que, por lo tanto, mejorará la seguridad del abastecimiento, la calidad en beneficio del aire y el fortalecimiento de las actividades productivas; especialmente las labores de distribución y expendio, que están mayoritariamente en manos de empresarios costarricenses, lo que es una situación única en Centroamérica.
Shionny Porras Moya
Departamento de Comunicación
Recope