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Martes, 23 de abril de 2024



FORO DE LECTORES


Protestas desordenadas

| Sábado 15 diciembre, 2012


Lo cierto del caso es que quien agrede o quienes agreden a ciudadanos o a la Fuerza Pública tendrán que aguantar, sean estudiantes, trabajadores o diputados, una vacacioncita aunque sea de horas en la cárcel


Protestas desordenadas

Si hay un ministro que hace bien cosas en este gobierno que no ha sido bueno como quisiéramos, ese es el de Seguridad Pública. El ministro Mario Zamora llegó para actuar con mano firme ante la delincuencia que azota al país y los grupos organizados del narcotráfico, pero igualmente, contra quienes con el pretexto de marchas pacíficas para reclamar derechos, que en la mayoría, los tienen, al contaminarse con delincuentes, cierran el libre paso a las personas que necesitan movilizarse.
La Fuerza Pública está para combatir el crimen organizado y para retirar cuando así lo amerite, a los revoltosos, generalmente vagos y hampones que se mezclan en estos grupos con ideas vendidas para desestabilizar el régimen democrático sembrando totalitarismos dictatoriales como los que tiene el Caribe y la América del Sur. La Fuerza Pública está obligada a garantizar a los ciudadanos el derecho al libre tránsito por todo el territorio nacional. Lamentablemente, en su cumplimiento, los miembros de ese cuerpo de seguridad son provocados, ofendidos y agredidos por los hampones disfrazados de universitarios, trabajadores y ahora, de otros bandos… según hemos visto en los videos. En todo lugar del mundo, el manifestante da la cara, es un valiente que reclama sus derechos. En Costa Rica, que hubo valientes, ahora vemos “manifestantes” con pañuelos cubriendo la cara, disfrazados, lanzando improperios, basura y hasta ladrillos contra la Fuerza Pública que no solo llega a protegerlos, sino a poner orden en la calle. No se puede llamar manifestante pacífico al que se presenta a dañar las paredes de los edificios del Estado llenándolos de pintura que para quitarla, necesitamos poner dinero todos los ciudadanos que pagamos puntualmente nuestros impuestos. No es manifestante pacífico aquel que se presenta con bolsos cargados de piedras y que trae en una mochila máscaras, camisetas y otras cosas para esconderse después de haber cometido delitos.
Otra cosa, cuando la protesta deja de ser pacífica, en un “bochinche callejero”, usando palabras de don Alberto, ¿qué hacen los diputados defendiendo a nadie y menos subidos voluntariamente en la tapa de una patrulla de la policía? Todo lo contrario, deberían estar defendiendo a los ciudadanos inmovilizados en las presas y expuestos a la agresión de más de un loco enfurecido. Lo cierto del caso es que quien agrede o quienes agreden a ciudadanos o a la Fuerza Pública tendrán que aguantar, sean estudiantes, trabajadores o diputados, una vacacioncita aunque sea de horas en la cárcel.
En Costa Rica no tenemos ejército gracias a Dios, pues pasada la Guerra de 1856, después de haber tenido el mejor de Centroamérica, don Juan Rafael Mora lo fue disolviendo. Luego, hemos tenido amagos de ejército, como el formado por don José Figueres, quien finalizada la revolución, también lo eliminó. Eso no quiere decir que la Fuerza Pública no cuente con transporte especializado, con vigilancia aérea y marítima, con buena comunicación, con chalecos antibalas de calidad, con buenos cascos y escudos para protegerse de las piedras y en especial, armas modernas para hacer frente a las agresiones de los asaltantes y criminales. Nuestra policía debe tener las herramientas que le permitan la mejor tecnología en contra de todos quienes desean cambiar el sistema democrático de este país que aún goza de paz y libertad. Ahora, para el jueves, las mujeres de la Fuerza Pública serán las encargadas de mantener el orden, veremos que sucede…

Dr. José Eliseo Valverde Monge

 






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