Productores que apuestan por ganadería sostenible podrían aumentar rentabilidad hasta en un 18%

Costas Rica cuenta hasta la fecha con un total de 2.400 fincas ganaderas adaptadas al cambio climático y espera sumar otras 1.232 durante los próximos cuatro años.

La meta, es reducir 314 mil toneladas de CO2 al año para esa fecha.

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Se trata de una estrategia ambiental y productiva que generaría réditos para todos los sectores.

Y es que la ganadería sostenible está generando un importante aumento en la rentabilidad de los dueños de estas fincas, según Jorge Segura, coordinador del Programa Nacional de Ganadería.

Prueba de esto es que a pesar de las crisis originadas por la pandemia, contenedores y conflictos bélicos internacionales, este grupo de fincas ha logrado seguir creciendo.

“Cuando hacemos el análisis financiero de las fincas, con el apoyo de la Universidad de Costa Rica, hemos logrado detectar que en esa amplitud de fincas aumentan su rentabilidad entre un 11% y 18%, dependiendo de la región, el sistema productivo y el nivel de escala”, dijo Segura.

Las fincas que deciden incursionar en la ganadería sostenible realizan actividades como cultivo y protección de árboles, administración efectiva del agua, pastoreo racional, uso adecuado de desechos orgánicos para transformarlos en abonos, implementación de cercas vivas y construcción de infraestructura para la “cosecha de la lluvia”.

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Además, las pérdidas del negocio por los eventos climáticos extremos, que golpean cada vez con más fuerza al país, se reducen de manera significativa, ya que el productor ha dejado de perder animales a causa de estos fenómenos.

“Ya los ganaderos no pierden animales por eventos climáticos, es decir, no se le mueren ni por sequía, ni inundaciones, porque tienen comida y no tienen que andar en zonas más propensas a un desastre natural, sino que los pueden meter en zonas más reservadas, lo que ayuda a minimizar sus pérdidas”, explicó Segura.

Mientras los suelos del mundo logran una recarbonización de alrededor de 300 kilogramos por hectárea, cada año, Costa Rica está entre 1,2 a 1,8 toneladas, dependiendo del suelo, según las cifras del Programa Nacional de Ganadería.

Esto le permite a los dueños de las fincas ser menos dependientes de los insumos externos, reduciendo el uso de alimentos balanceados entre un 40% y 45%, así como una disminución de los fertilizantes.

Al poder contar con una “ganadería diferenciada”, le permite a los productores ingresar a nuevos y mejores mercados de exportación, que es una de las apuestas nacionales, según el coordinador del Programa.

“La Unión Europea en este momento está poniendo el mecanismo de ajuste en frontera, que es un impuesto, se trata de productos que tendrán más problemas para ingresar, con impuestos dependiendo de la emisión que tengan; ahí se nos abre una posibilidad de ingresar a los mercados y brincarnos esa barrera”, explicó Segura.

Por este motivo, están trabajando actualmente con Unido, una de las agencias de las Naciones Unidad (ONU), con la intención de mejorar la trazabilidad del producto; a la vez que trabajan con el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo) para diseñar un mecanismo parecido al Pago por Servicios Ambientales (PS) o crear un crédito fiscal para cualquier actividad agropecuaria que recarboniza el suelo.

Para ello, buscan recursos de cooperación del Fondo Verde del Clima o la FAO, así como el apoyo del Ministerio de Hacienda en temas de retribuciones fiscales.

Otra de las motivaciones del sector ganadero, es la visión que tiene Franz Tattenbach, ministro de Ambiente y Energía, para impulsar los paisajes agro-productivos en Costa Rica, que podrían redirigir aportes internacionales a la ganadería sostenible.

Uno de los retos pendientes para acelerar todo el proceso, es fortalecer la verificación y el seguimiento técnico, ya que en la actualidad un solo funcionario debe atender unas 20 fincas, por lo que valoran un mecanismo de oficialización de terceros, que permita que los profesionales de la empresa privada o de las Cámaras Ganaderas apoyen esta fiscalización.