Popularidad de Bush peor que la de Nixon
| Jueves 08 noviembre, 2007
Popularidad de Bush peor que la de Nixon
Encuesta revela que 50% de los estadounidenses desaprueban la gestión del presidente
Washington
EFE
Un 50% de los estadounidenses dice sentir un “fuerte rechazo” hacia la gestión de George W. Bush, un desencanto que supera incluso al que afrontó Richard Nixon durante los peores momentos del escándalo Watergate.
Así lo revela la última encuesta de Gallup, que indica que los niveles de “fuerte desaprobación” del mandato de Bush son los más altos registrados en la historia reciente estadounidense y superan el 48% que sufrió Nixon en 1974, el año de su dimisión.
El sondeo muestra que el actual presidente de Estados Unidos cuenta sólo con el respaldo del 31% de sus compatriotas. El 63% restante rechaza su liderazgo y el 50% lo hace de forma radical.
Las malas noticias para el actual inquilino de la Casa Blanca no acaban ahí.
Otro sondeo publicado el martes por la cadena de televisión estadounidense ABC muestra que la reciente reducción en la violencia en Irak no ha mejorado la percepción popular sobre el conflicto.
“Los recientes informes sobre menos víctimas en Irak no han alterado la percepción de la mayoría de estadounidenses sobre la guerra”, sostiene la encuesta conjunta de ABC y el diario The Washington Post.
Según la consulta, el 59% de los ciudadanos todavía no cree que Estados Unidos haya hecho un progreso significativo a la hora de restaurar el orden en el país árabe, y una cifra récord de seis de cada diez estadounidenses quiere que se reduzca el nivel de tropas.
Las autoridades militares estadounidenses informaron que la violencia se redujo en Irak en octubre, lo que de todos modos no ha impedido que el 2007 sea ya el año más mortífero para las tropas de Estados Unidos en esa nación desde la invasión en marzo del 2003.
Con 851 bajas, el número de soldados muertos en Irak en el 2007 supera los 849 registrados en el 2004, hasta ayer el año más sangriento para los uniformados estadounidenses.
Estados Unidos perdió a pocos de sus soldados durante la fase inicial de la operación, pero la violencia posterior ha hecho que el país haya sufrido ya 3.858 bajas en el conflicto.
Los responsables militares atribuyen el aumento de víctimas de este año al mayor contingente desplegado en Irak, que aumentó en unos 30 mil soldados a principios de este año y dejó la cifra total en más de 165 mil tropas.
Los comandantes aseguran que pese a las pérdidas humanas, la nueva estrategia ha mejorado la seguridad en el país y creado un “momento táctico” que podría estabilizar a Irak de forma permanente.
Pero la opinión pública estadounidense no parece sucumbir a argumentos como esos.
De hecho, la guerra en Irak promete convertirse en una patata caliente para los republicanos con aspiraciones presidenciales, ya que, según los últimos sondeos, el 45% de los ciudadanos asegura que será el primero o segundo factor más importante a la hora de elegir a un candidato a la presidencia el próximo año.
La relevancia de Irak supera de lejos a otros temas igualmente claves en la mente de los estadounidenses a la hora de elegir el relevo a la Casa Blanca, como la marcha de la economía o el sistema sanitario, según las encuestas.
Los desaciertos de Bush juegan a favor de sus rivales políticos, según la encuesta del Post, que muestra que los ciudadanos tienen más confianza en que los demócratas sepan lidiar con el conflicto en Irak.
La debilidad del jefe de la Casa Blanca se deja sentir también en la Cámara de Representantes, que el martes invalidó el veto de Bush a un popular proyecto que permitiría la puesta en marcha de cientos de proyectos de infraestructuras hídricas en el país. Si el Senado sigue los pasos de la cámara baja, sería la primera vez que el poder legislativo acaba con un veto de Bush, lo que podría dar pie al mayor enfrentamiento entre el Congreso y la Casa Blanca por cuestiones presupuestarias desde que el actual presidente asumió el poder.
Encuesta revela que 50% de los estadounidenses desaprueban la gestión del presidente
Washington
EFE
Un 50% de los estadounidenses dice sentir un “fuerte rechazo” hacia la gestión de George W. Bush, un desencanto que supera incluso al que afrontó Richard Nixon durante los peores momentos del escándalo Watergate.
Así lo revela la última encuesta de Gallup, que indica que los niveles de “fuerte desaprobación” del mandato de Bush son los más altos registrados en la historia reciente estadounidense y superan el 48% que sufrió Nixon en 1974, el año de su dimisión.
El sondeo muestra que el actual presidente de Estados Unidos cuenta sólo con el respaldo del 31% de sus compatriotas. El 63% restante rechaza su liderazgo y el 50% lo hace de forma radical.
Las malas noticias para el actual inquilino de la Casa Blanca no acaban ahí.
Otro sondeo publicado el martes por la cadena de televisión estadounidense ABC muestra que la reciente reducción en la violencia en Irak no ha mejorado la percepción popular sobre el conflicto.
“Los recientes informes sobre menos víctimas en Irak no han alterado la percepción de la mayoría de estadounidenses sobre la guerra”, sostiene la encuesta conjunta de ABC y el diario The Washington Post.
Según la consulta, el 59% de los ciudadanos todavía no cree que Estados Unidos haya hecho un progreso significativo a la hora de restaurar el orden en el país árabe, y una cifra récord de seis de cada diez estadounidenses quiere que se reduzca el nivel de tropas.
Las autoridades militares estadounidenses informaron que la violencia se redujo en Irak en octubre, lo que de todos modos no ha impedido que el 2007 sea ya el año más mortífero para las tropas de Estados Unidos en esa nación desde la invasión en marzo del 2003.
Con 851 bajas, el número de soldados muertos en Irak en el 2007 supera los 849 registrados en el 2004, hasta ayer el año más sangriento para los uniformados estadounidenses.
Estados Unidos perdió a pocos de sus soldados durante la fase inicial de la operación, pero la violencia posterior ha hecho que el país haya sufrido ya 3.858 bajas en el conflicto.
Los responsables militares atribuyen el aumento de víctimas de este año al mayor contingente desplegado en Irak, que aumentó en unos 30 mil soldados a principios de este año y dejó la cifra total en más de 165 mil tropas.
Los comandantes aseguran que pese a las pérdidas humanas, la nueva estrategia ha mejorado la seguridad en el país y creado un “momento táctico” que podría estabilizar a Irak de forma permanente.
Pero la opinión pública estadounidense no parece sucumbir a argumentos como esos.
De hecho, la guerra en Irak promete convertirse en una patata caliente para los republicanos con aspiraciones presidenciales, ya que, según los últimos sondeos, el 45% de los ciudadanos asegura que será el primero o segundo factor más importante a la hora de elegir a un candidato a la presidencia el próximo año.
La relevancia de Irak supera de lejos a otros temas igualmente claves en la mente de los estadounidenses a la hora de elegir el relevo a la Casa Blanca, como la marcha de la economía o el sistema sanitario, según las encuestas.
Los desaciertos de Bush juegan a favor de sus rivales políticos, según la encuesta del Post, que muestra que los ciudadanos tienen más confianza en que los demócratas sepan lidiar con el conflicto en Irak.
La debilidad del jefe de la Casa Blanca se deja sentir también en la Cámara de Representantes, que el martes invalidó el veto de Bush a un popular proyecto que permitiría la puesta en marcha de cientos de proyectos de infraestructuras hídricas en el país. Si el Senado sigue los pasos de la cámara baja, sería la primera vez que el poder legislativo acaba con un veto de Bush, lo que podría dar pie al mayor enfrentamiento entre el Congreso y la Casa Blanca por cuestiones presupuestarias desde que el actual presidente asumió el poder.