Política de mala calidad
| Miércoles 08 mayo, 2013
Vemos movilizarse sectores políticos para desarrollar el pobre recurso del clientelismo, como evidencia de falta de capacidad para atraer costarricenses a base de programas serios, inteligentes y transparentes
Política de mala calidad
Luego de la visita del presidente Barack Obama, regresamos a los grandes problemas nacionales para los cuales no parece haber ni esperanzas de solución. Por el contrario, solo hay dilaciones o abiertamente se dejan los mismos para otro gobierno. Por ahora, todo “relax” y a politiquear se ha dicho.
Durante este último año de gobierno, en el Poder Legislativo lo que se haga o se deje de hacer en buena medida estará teñido por una prematura campaña política y el deseo de hacer clientelismo electoral en vez de pensar en lo que agobia a la población.
Carestía de la vida, falta de infraestructura de todo tipo (vial, centros educativos, hospitales, centros penales), falta de empleo digno, falta de atención médica oportuna a la población, sistema de pensiones colapsando, déficit fiscal, contrabando en nuestras fronteras, evasión fiscal…, para mencionar algo, no parece inquietar para nada el pensamiento de la mayoría diputados.
El pomposamente llamado primer poder de la República, se apura para sacar proyectos derivados de iniciativas comunales.
Se trata de aprobar la mayor cantidad de proyectos que si bien es cierto resuelven necesidades de unos pocos, sirven más bien de mucho para los efectos de desplegar clientelismo político electoral.
Estos asuntos de menor relevancia frente a los grandes problemas nacionales, aumentan el volumen de las cuestiones aprobadas en el Congreso, pero no así la calidad de las mismas, como bien lo señala una nota de este medio hoy.
De todos modos… ¿a quién importa la calidad del trabajo en momentos en que desenfrenadamente se dedicará la energía y todo tipo de estrategias y tácticas a “cazar votos”?
Como lo hemos comentado en este espacio otras veces, a tal calidad de partidos políticos, tal calidad de dirigentes, tal tipo de acciones y tal decepción de la población ante la clase política.
Son muchos los costarricenses que están ansiosos por ver algo realmente diferente en el seno de las agrupaciones políticas. Algo que indique que hay ahí pensadores serios dispuestos a poner su pensamiento y acción al servicio de todos los costarricenses en vez de planear y ejecutar politiquería.
Gente que desea ver Congreso y Poder Ejecutivo trabajando a toda máquina en la solución de los principales problemas nacionales. Algo que quizás movería a los que no quieren votar en las próximas elecciones o están indecisos ante el panorama de lo que se les muestra, se les dice o no se les dice.
En vez de esto, sin embargo, vemos movilizarse sectores políticos para desarrollar el pobre recurso del clientelismo, como evidencia de su falta de capacidad para atraer costarricenses a base de programas serios, inteligentes y transparentes.