Para conservar la clase media
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 18 septiembre, 2008
La clase media del país está seriamente castigada por la situación actual de la economía.
Costa Rica, un país caracterizado por una amplia clase media en la cual cada familia hacía esfuerzos por que la siguiente generación diera un paso adelante en lo que a superación económica y educativa se refiere, ve tambalear esos logros.
Como bien lo explica un reportaje de LA REPUBLICA del martes, el escepticismo cunde entre la población. El Banco Central ha pronosticado que la inflación cerrará este año en un 14%, seis puntos por encima de la proyección inicial efectuada en enero, que era del 8%.
Es indudable que deberían darse los pasos necesarios para que no continúe el deterioro de esa clase media que, encuestada por CID Gallup, considera que sus familias estarán financieramente peor el año entrante.
La atención debería estar puesta, en ese sentido, en controlar la inflación y en los créditos.
Los factores que dispararon la primera no son únicamente de carácter externo, algo con lo cual hay que bregar encontrando alternativas y estrategias innovadoras, sino también de orden interno, donde se pueden aplicar políticas que ayuden a revertir un creciente desmoronamiento de esa clase media que costó más de medio siglo construir y que, después de todo, es la que necesita y puede hacerles frente a los créditos.
La situación de esas familias se puede ver en los números que arroja un estudio realizado por la Escuela de Economía de la Universidad Nacional. El nivel de pobreza crece, dice el estudio, ya que de un 16,7% el año pasado, para final de este habrá llegado al 20% arrebatándole un 3,3% a la clase media.
No es tiempo ya para demorar más las acciones que logren revertir esta situación. Es mucho lo que está en juego. Y aunque se han tomado medidas (que ojalá pudieran ser sostenibles) para mitigar en algo la situación de algunos costarricenses en condición de pobreza, es la clase media, atendida a tiempo, la que puede continuar sosteniendo la economía nacional.
Lo anterior sin contar todos los beneficios que, como consecuencia de una conservación de la clase media puede recibir el entramado social en general.