Obama obtiene victoria pero Israel protesta
EFE | Martes 26 noviembre, 2013
Obama obtiene victoria pero Israel protesta
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, telefoneó ayer al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para discutir el acuerdo temporal alcanzado la madrugada del sábado en Ginebra por el G5+1 con Irán, mediante el que se paralizará durante seis meses su programa nuclear.
Según la misma nota, Obama le trasladó a Netanyahu las intenciones de Estados Unidos de "iniciar inmediatamente consultas con Israel" con respecto a las negociaciones que se lleven a cabo para una solución integral.
El acuerdo provisional alcanzado por el G5+1 sobre la limitación del programa nuclear de Irán supone una victoria para el presidente estadounidense, Barack Obama, aunque tendrá que enfrentarse a la oposición de un aliado clave como es Israel y al escepticismo de muchos congresistas.
Las primeras reacciones israelíes han sido muy negativas: "Lo que se ha acordado en Ginebra no es un acuerdo histórico, sino un error histórico (...) Hoy el mundo se ha convertido en un lugar mucho más peligroso", dijo Netanyahu al comenzar la reunión semanal con su Consejo de Ministros.
Obama, que compareció ante los medios al poco de anunciarse el fruto de las conversaciones entre los cinco miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, más Alemania consideró que se trata de "un gran acuerdo" que "hará el mundo más seguro", pero advirtió de que "solo se trata de un primer paso".
El presidente estadounidense enfatizó que la paralización durante seis meses del programa nuclear iraní es "un éxito diplomático" y recalcó que a través de él se ha conseguido que, por primera vez en una década, Irán pare su desarrollo.
"Desde que asumí el cargo, he dejado clara mi determinación para impedir que Irán obtenga un arma nuclear. Como he dicho muchas veces, mi gran preferencia es resolver este asunto pacíficamente, y hemos extendido la mano de la diplomacia", apuntó el presidente desde la Casa Blanca.
El éxito de las conversaciones supone un espaldarazo para Obama en materia de política exterior, precisamente en uno de los momentos más bajos de su presidencia en el plano interno.
Sin embargo, la apertura de Estados Unidos a Irán abre una amplia serie de interrogantes sobre el futuro de la implicación de EE.UU. en el movedizo tablero de Oriente Medio.
El entendimiento con Teherán, aunque provisional y condicionado, dejó a dos aliados clave en la región, Israel y Arabia Saudí, en una situación completamente nueva, y altera lo que había sido hasta ahora la relación de fuerzas en el gran conflicto regional entre suníes y chiíes.
Washington/EFE