Moscú ordenó desmontar puestos en Georgia
| Miércoles 10 septiembre, 2008
Rusia abre relaciones con Abjasia y Osetia del Sur
Moscú ordenó desmontar puestos en Georgia
Moscú y Tiflis
EFE
Rusia dio ayer un espaldarazo definitivo a la independencia de Osetia del Sur y Abjasia al establecer relaciones diplomáticas con esas dos regiones separatistas georgianas.
Al mismo tiempo, comenzó a cumplir el acuerdo alcanzado la víspera con la Unión Europea (UE) para la retirada de sus tropas de la zona de seguridad, es decir, del territorio georgiano administrado por Tiflis.
“Hemos intercambiado notas, que representan el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y Abjasia, y entre Rusia y Osetia del Sur”, aseguró Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia.
El jefe de la diplomacia rusa adelantó que la Cancillería nombrará en breve embajadores, tras lo que se abrirán sendas legaciones diplomáticas en las capitales suroseta, Tsjinvali, y abjasa, Sujumi.
Lavrov hizo este anuncio tras reunirse en Moscú con los jefes de las diplomacias abjasa, Serguéi Shamba, y suroseta, Murat Dzhioev, que expresaron su deseo de establecer en el futuro relaciones diplomáticas con otros países.
Antes de la proclamación de la independencia de Kosovo (17 de febrero), el propio Lavrov advirtió de que la secesión de esa región serbia abriría la “caja de Pandora” de las aspiraciones independentistas de muchas otras regiones.
Moscú y esas regiones separatistas acordaron hoy la “pronta” firma de sendos acuerdos de amistad, cooperación y asistencia mutua en caso de agresión exterior, similares a los que la URSS suscribía con los países miembros del Pacto de Varsovia.
“Rusia, Abjasia y Osetia del Sur tomarán todas las medidas a su alcance para eliminar las amenazas a la paz, a través de la prevención (...) y la resistencia a la agresión por parte de otros Estados”, apuntó.
El ministro ruso insistió en que el artículo 61 de la carta fundacional de la ONU (autodefensa colectiva) permite que unos países acudan en defensa de otros que han sido víctimas de una agresión militar.
El acuerdo de asistencia mutua también abre la posibilidad de que Rusia utilice las infraestructuras ya existentes o construya nuevas instalaciones militares en el territorio de esas repúblicas separatistas.
Poco antes, el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, aseguró que Rusia había acordado con Abjasia y Osetia del Sur el emplazamiento de hasta 3.800 soldados rusos en cada una de esas regiones.
“No serán tropas de paz, sino un contingente de tropas regulares (...) desplegadas en calidad de fuerzas extranjeras a petición de otra parte para garantizar su seguridad”, matizó Lavrov.
Esas tropas, añadió, “permanecerán allí largo tiempo. Al menos a medio plazo será algo absolutamente necesario para evitar nuevas agresiones”.
Ahora, añadió Lavrov, debemos “garantizar el normal funcionamiento de la economía de Osetia y Abjasia, el aumento del nivel de vida de su población”, apuntó.
Pocas horas después de que Rusia y las regiones separatistas georgianas forjaran lazos diplomáticos, la agencia oficial de noticias rusa Itar-Tass anunció su decisión de abrir oficinas en ambos territorios.
La reacción georgiana no se hizo esperar y la ministra de Exteriores, Eka Tkeshelashvili, tachó de “acto de ocupación” el paso dado por Moscú.
La víspera el presidente ruso, Dmitri Medvédev, aseguró durante la reunión con el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, que la independencia abjasa y suroseta era “irrevocable” e invocó a los 27 a “asumir la nueva realidad”.
De poco ha valido que la UE y Estados Unidos hayan condenado unánimemente el reconocimiento ruso de la independencia abjasa y suroseta (26 de agosto), que también ha sido reconocida por Nicaragua.
Paralelamente, las tropas de paz rusas comenzaron hoy a abandonar sus puestos de control en territorio georgiano administrado por Tiflis, no lejos de la frontera abjasa.
A continuación, unidades abjasas también empezaron a replegarse de Ganmujuri, entre el júbilo de los residentes locales que izaron una bandera georgiana, según informó la televisión.
El estratégico puerto de Poti (mar Negro) también reanudó sus operaciones por primera vez en cuatro semanas, después de que se anunciara el inicio de la retirada de los blindados rusos apostados en las afueras de la ciudad.
El jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Georgia, Alexandr Lomaya, cifró en 24 el número de puestos de control rusos en Georgia.
“Nos queremos ir cuanto antes de Georgia”, señaló Lavrov.
Según el acuerdo alcanzado entre Medvédev y Sarkozy, las tropas rusas deben abandonar la zona adyacente a Poti en el plazo de una semana.
En cuanto al resto de la franja de seguridad adyacente a Osetia del Sur y Abjasia, Rusia retirará sus tropas en los diez días posteriores a que una misión civil de la UE y otra policial de la OSCE asuman las funciones de seguridad en la zona.
Moscú ordenó desmontar puestos en Georgia
Moscú y Tiflis
EFE
Rusia dio ayer un espaldarazo definitivo a la independencia de Osetia del Sur y Abjasia al establecer relaciones diplomáticas con esas dos regiones separatistas georgianas.
Al mismo tiempo, comenzó a cumplir el acuerdo alcanzado la víspera con la Unión Europea (UE) para la retirada de sus tropas de la zona de seguridad, es decir, del territorio georgiano administrado por Tiflis.
“Hemos intercambiado notas, que representan el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Rusia y Abjasia, y entre Rusia y Osetia del Sur”, aseguró Serguéi Lavrov, ministro de Exteriores de Rusia.
El jefe de la diplomacia rusa adelantó que la Cancillería nombrará en breve embajadores, tras lo que se abrirán sendas legaciones diplomáticas en las capitales suroseta, Tsjinvali, y abjasa, Sujumi.
Lavrov hizo este anuncio tras reunirse en Moscú con los jefes de las diplomacias abjasa, Serguéi Shamba, y suroseta, Murat Dzhioev, que expresaron su deseo de establecer en el futuro relaciones diplomáticas con otros países.
Antes de la proclamación de la independencia de Kosovo (17 de febrero), el propio Lavrov advirtió de que la secesión de esa región serbia abriría la “caja de Pandora” de las aspiraciones independentistas de muchas otras regiones.
Moscú y esas regiones separatistas acordaron hoy la “pronta” firma de sendos acuerdos de amistad, cooperación y asistencia mutua en caso de agresión exterior, similares a los que la URSS suscribía con los países miembros del Pacto de Varsovia.
“Rusia, Abjasia y Osetia del Sur tomarán todas las medidas a su alcance para eliminar las amenazas a la paz, a través de la prevención (...) y la resistencia a la agresión por parte de otros Estados”, apuntó.
El ministro ruso insistió en que el artículo 61 de la carta fundacional de la ONU (autodefensa colectiva) permite que unos países acudan en defensa de otros que han sido víctimas de una agresión militar.
El acuerdo de asistencia mutua también abre la posibilidad de que Rusia utilice las infraestructuras ya existentes o construya nuevas instalaciones militares en el territorio de esas repúblicas separatistas.
Poco antes, el ministro de Defensa ruso, Anatoli Serdiukov, aseguró que Rusia había acordado con Abjasia y Osetia del Sur el emplazamiento de hasta 3.800 soldados rusos en cada una de esas regiones.
“No serán tropas de paz, sino un contingente de tropas regulares (...) desplegadas en calidad de fuerzas extranjeras a petición de otra parte para garantizar su seguridad”, matizó Lavrov.
Esas tropas, añadió, “permanecerán allí largo tiempo. Al menos a medio plazo será algo absolutamente necesario para evitar nuevas agresiones”.
Ahora, añadió Lavrov, debemos “garantizar el normal funcionamiento de la economía de Osetia y Abjasia, el aumento del nivel de vida de su población”, apuntó.
Pocas horas después de que Rusia y las regiones separatistas georgianas forjaran lazos diplomáticos, la agencia oficial de noticias rusa Itar-Tass anunció su decisión de abrir oficinas en ambos territorios.
La reacción georgiana no se hizo esperar y la ministra de Exteriores, Eka Tkeshelashvili, tachó de “acto de ocupación” el paso dado por Moscú.
La víspera el presidente ruso, Dmitri Medvédev, aseguró durante la reunión con el presidente francés y de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, que la independencia abjasa y suroseta era “irrevocable” e invocó a los 27 a “asumir la nueva realidad”.
De poco ha valido que la UE y Estados Unidos hayan condenado unánimemente el reconocimiento ruso de la independencia abjasa y suroseta (26 de agosto), que también ha sido reconocida por Nicaragua.
Paralelamente, las tropas de paz rusas comenzaron hoy a abandonar sus puestos de control en territorio georgiano administrado por Tiflis, no lejos de la frontera abjasa.
A continuación, unidades abjasas también empezaron a replegarse de Ganmujuri, entre el júbilo de los residentes locales que izaron una bandera georgiana, según informó la televisión.
El estratégico puerto de Poti (mar Negro) también reanudó sus operaciones por primera vez en cuatro semanas, después de que se anunciara el inicio de la retirada de los blindados rusos apostados en las afueras de la ciudad.
El jefe del Consejo de Seguridad Nacional de Georgia, Alexandr Lomaya, cifró en 24 el número de puestos de control rusos en Georgia.
“Nos queremos ir cuanto antes de Georgia”, señaló Lavrov.
Según el acuerdo alcanzado entre Medvédev y Sarkozy, las tropas rusas deben abandonar la zona adyacente a Poti en el plazo de una semana.
En cuanto al resto de la franja de seguridad adyacente a Osetia del Sur y Abjasia, Rusia retirará sus tropas en los diez días posteriores a que una misión civil de la UE y otra policial de la OSCE asuman las funciones de seguridad en la zona.