Los retos para un 2013 más esperanzador
| Sábado 08 diciembre, 2012
Niños anémicos, mal nutridos, y falta de acceso universal a la sanidad, son los mayores retos de América Latina. Costa Rica lleva camino andado para superarlos
Los retos para un 2013 más esperanzador
Dos noticias difundidas en estos días deberían provocar cambios en las políticas públicas de la región latinoamericana, que permitieran un 2013 encaminado a dejar atrás unos tristes números.
Costa Rica en particular tiene todas las posibilidades de hacerlo porque lleva adelantada una buena parte del camino.
Una de las noticias nos dice que en América Latina y el Caribe hay 22,5 millones de niños anémicos y que la máxima prevalencia de la malnutrición crónica se concentra en los que están entre los seis meses y los dos años de edad.
La otra resalta que el acceso universal a la sanidad y la reducción de las desigualdades internas son los dos mayores retos que afronta Latinoamérica.
Retos que la región debería superar con rapidez porque se dan las condiciones para ello. Grandes tareas que demostrarán qué clase de políticos y gobernantes tienen los países.
Mucho se puede hablar de un país y sus logros pero nada podrá esconder la incapacidad de quienes están al frente de él si no son capaces de dar a su sociedad las posibilidades de contar con la alimentación básica adecuada y un acceso universal a un buen sistema sanitario.
Costa Rica, en este sentido, lleva un gran paso adelante porque cuenta con uno de los mejores sistemas del mundo (a pesar de sus problemas actuales) que garantiza a toda la población la atención en salud.
Solo es necesaria la voluntad política para enderezar todo lo que se permitió torcer en la Caja, para que esta vuelva a ser, como en otra época fue, garantía de buena atención en salud y de jubilación para los mayores.
Por otra parte, es verdad que en los últimos años aumentó en nuestro país la pobreza y la desigualdad, pero es también verdad que es posible implementar las políticas conducentes a cambiar esa realidad. Si se quiere, se puede. Estamos a tiempo para enderezar el rumbo en esta materia a la vez que seguir impulsando la economía.
Si otros países de la región deben apenas comenzar a buscar caminos para ofrecer a sus pueblos acceso universal a la salud, porque tienen “una agenda inconclusa”, como lo define la Organización Panamericana de la Salud, nuestros abuelos aquí ya se ocuparon de ello y nos dejaron solo la tarea de continuar, sin torcer el buen rumbo de sus pasos.
Si las políticas de los últimos años produjeron incremento de la pobreza y la desigualdad, estamos a tiempo de cambiar lo necesario para que las cifras y la realidad comiencen a mostrar algo diferente.