Los pilares de la seguridad
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 08 abril, 2008
El flagelo de la inseguridad ciudadana en el país ha llegado a convertirse en el principal tormento de los costarricenses. El problema se ha salido de control y es innegable que poco se ha logrado para tratar de revertir la situación.
La llegada de Janina del Vecchio al Ministerio de Seguridad Pública conlleva más que la simple responsabilidad que —como jerarca de la cartera— tiene de devolver la tranquilidad a los costarricenses.
A nivel político, Del Vecchio deberá demostrar la importancia real que el tema de la inseguridad ciudadana representa para el actual gobierno.
Su trabajo no debe limitarse a la simple administración del Ministerio. Las voces de expertos en el tema y de la ciudadanía propia le exigen tomar acciones reales que vengan a mitigar la problemática y a cumplir lo que en campaña política se prometió.
En ese sentido, el Plan Nacional de Desarrollo puntualizó, dentro del capítulo “Eje de Política Social”, la promesa de “detener las tasas de crecimiento de la criminalidad, el tráfico de drogas y la drogadicción y revertir la sensación de creciente inseguridad por parte de todos los ciudadanos”.
En dicho documento la actual administración se comprometió a ser dura con la delincuencia “pero más con sus causas”, impulsar “ambiciosos” programas de prevención social y simultáneamente fortalecer los cuerpos policiales.
La labor es ardua si de verdad se quieren revertir las tendencias. Se estima que al menos una de cada tres familias ha sido víctima del hampa y los robos en las calles han aumentado en más de 15 veces durante la última década.
De este modo, la tarea pendiente de la nueva funcionaria es larga y pesada. Pero esta es solo uno de los pilares de un trípode que debe conjuntarse en una lucha integral.
Las otras dos extremidades de este trípode deben proveer los cimientos para una justicia verdaderamente pronta y cumplida, así como una base sólida para que el problema social que genera la delincuencia no se convierta en un círculo sin fin.
Es aquí donde la administración debe comprometerse con una labor social que garantice un futuro digno y seguro para los costarricenses.