Las mentiras de don Alberto Cañas
| Jueves 25 abril, 2013
Don Alberto, parece que a usted no le preocupa la creciente desconfianza del inversionista extranjero en nuestro país debido a la inseguridad jurídica
Las mentiras de don Alberto Cañas
Don Alberto dedica dos Chisporroteos a contestarme. Gracias por el espacio don Alberto, lástima que siga mintiendo.
Comienzo por decirle que el país ha hecho un esfuerzo muy grande por terminar con las emisiones inorgánicas del Banco Central y luchar contra la inflación que pagamos todos los costarricenses y que es el impuesto más injusto que existe.
No es por casualidad que don Carlos Manuel Castillo, Eduardo Lizano, Jorge Guardia y Rodrigo Bolaños, entre otros expresidentes ejecutivos del Banco Central, se hayan preocupado por reducir la inflación.
Decir que “mi contrincante combate con argumentos que las alas derechas de nuestro país vienen esgrimiendo desde la década de 1940” es demagogia barata. También es demagogia barata desconocer la importancia de la creación del BANHVI en el primer gobierno de don Óscar Arias e ignorar la construcción de 85 mil viviendas.
Don Óscar siempre ha estado al servicio de Costa Rica, lo ha demostrado muchas veces, pero especialmente cuando aceptó por segunda vez la candidatura a la presidencia de la República sabiendo que era él quien más tenía que perder. Arriesgaba su capital político, prestigio internacional y la tranquilidad de una vida dedicada a la academia para luchar por ideas impopulares pero necesarias para el país, como la aprobación del TLC y el rompimiento de monopolios públicos obsoletos.
¿No cree don Alberto que era más cómodo quedarse en la vida privada y disfrutar apaciblemente de la cosecha de todos sus logros? También habría sido más cómodo no hacer nada con la deuda de la CCSS. Pero haber cancelado buena parte de la deuda del gobierno con la CCSS y haber llegado a una negociación de readecuación con el fin de ponerse al día hasta su cancelación total es un gran logro.
Don Alberto, parece que a usted no le preocupa la creciente desconfianza del inversionista extranjero en nuestro país debido a la inseguridad jurídica.
Yo lo recuerdo a usted al lado de don Pepe cuando este abogaba por la inversión de ALCOA en Costa Rica. También lo recuerdo dirigiendo el periódico Excelsior, que fundó el mafioso extranjero de Robert Vesco, y como diputado en el gobierno de don José María Figueres, donde se dieron concesiones a empresas petroleras y se trajo a Intel.
A mí sí. Como correctamente lo indica el editorial de este diario publicado el día 17 de abril y firmado por el señor Fred Blaser: “pocas empresas serias del resto del mundo están interesadas en hacer negocios con el Estado costarricense.”
Finalmente, se le olvidó a don Alberto que yo acompañé a don Óscar a Oslo a recibir el Premio Nobel de la Paz como diputado, en compañía de otros diputados, y que don Óscar no se quedó en el hotel con el resto de la delegación porque el rey Olaf quiso hospedarlo en su palacio.
Como todo el mundo lo sabe, la verdad es que el enojo de don Alberto con don Óscar se debe a que nunca le ofreció un puesto en ninguno de sus dos gobiernos.
José Alberto Aguilar Sevilla