Hace falta voluntad, buena planificación y administración, que desde hace mucho no nos entregan los gobernantes, para tener buena infraestructura y desarrollo

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Inversión y transporte van de la mano

Es un hecho que la infraestructura del país está rezagada al menos cuarenta años, y en países aledaños como Panamá este elemento está atrayendo cada vez más inversión.
¿Cuál ha sido el pecado de nuestra nación?
Sin necesidad de hacer demasiado análisis es fácil llegar a la conclusión: la falta de planificación nos arrinconó y nos dejó en una poca ventajosa posición con respecto al panorama mundial.
Las medidas cortoplacistas, y la llamada “administración por ocurrencia” nos dejan una factura cada vez más costosa y que con el pasar de cada gobierno se vuelve más alta; es casi otra forma de deuda que agobia a nuestra querida Costa Rica.
Para afrontar esto que nos tiene con el agua hasta el cuello, es necesario hacer un alto en el camino y dejar de gobernar con la cabeza hacia abajo sin un rumbo determinado en materia de infraestructura y desarrollo. Hace falta levantar la cabeza y decidir cuál es el norte que el país necesita.
Un claro ejemplo de esto es el potencial desarrollo que pudiera tener la parte este de la Gran Área Metropolitana (GAM).
Recientemente se ha generado un auge importante del comercio en el sector de Tres Ríos y Cartago. Además de ello, muy pronto el Tren Interurbano debería llegar a la vieja metrópoli, y en una apertura algo deslucida el alcalde inauguró la polémica ciclo-vía, la cual es una muy buena iniciativa que quizás careció de un poco más de planificación.
¿A qué planificación me refiero? Una que tome todas estas iniciativas bajo un plan de desarrollo del sector este de la GAM.
El hecho de tener iniciativas aisladas genera a veces desorden y que los proyectos choquen entre sí, en lugar de presentar una sinergia que ayude al ciudadano a desarrollarse en todas sus facetas.
Sería muy interesante desarrollar con mucho más ímpetu el Parque Industrial de Cartago, generar nuevas zonas francas en el sector y apoyar las recientemente establecidas como la cercana al peaje de la autopista Florencio del Castillo.
A la hora de hacer un análisis detallado, es evidente que, conjuntando todas las nuevas posibilidades de transporte y teniendo en cuenta que San Pedro es un importante centro universitario del país, resulta interesante pensar que muchas empresas transnacionales podrían verse interesadas en este valioso recurso humano.
Con un tren interurbano eficiente (en donde será vital que este trabaje de la mano con el potencial tranvía y así se abarque aún más territorio con transporte eficiente que le dé un respiro a las agobiadas carreteras nacionales), tiempos de transporte bajos, y una zona deseosa de albergar inversiones, esta alianza podría representar definitivamente un ganar/ganar para todos.
El simple hecho de lograr conjuntar todos estos elementos podría generar empleos, movilidad social, así como combatir el problema del tráfico en el casco metropolitano, el sector de Lindora y Heredia, ahora inmanejables.
¿Por qué no pensar en un centro empresarial en el sector de Cartago con una planificación responsable en donde se ofrezca una red de transporte eficiente?
Con un poco de análisis y pensamiento para buscar el desarrollo ordenado, planes conjuntos e iniciativas de este tipo pueden lograrse no solo en la provincia de Cartago, sino en muchas zonas del país.
Solamente hace falta un poco de voluntad y sobre todo buena planificación y administración, elementos que desde hace mucho tiempo no nos entregan nuestros gobernantes.

José Pablo Valverde Coto