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Martes, 23 de abril de 2024



EDITORIAL


Improvisamos porque no se planificó

Este gobierno ha tenido que correr a construir una carretera que apagara el incendio porque los anteriores nunca se preocuparon por el desarrollo de la zona fronteriza

Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 24 octubre, 2011


Editorial


A un año de la invasión nicaragüense a Isla Calero– Portillo y mientras el litigio a causa de ello espera ser conocido en La Haya, la entrada y salida de nicaragüenses al sitio continúa.

Eso a pesar de que dicha Corte dictaminó que “cada parte debe abstenerse de enviar agentes a la zona de conflicto”, y que solo Costa Rica podría enviar civiles para velar por la protección de los humedales del lugar con previo aviso a la Convención Internacional de Humedales, Ramsar.

Lo que pasa es que al gobierno nicaragüense parece haberle servido la invasión mucho más que para echar a territorio costarricense los sedimentos del dragado que hizo del río San Juan. El aprovechó muy bien nuestro descuido de la zona fronteriza.

El hecho ha servido para orquestar una campaña tendiente a despertar sentimientos nacionalistas que son muy bien utilizados en los estrados políticos de cara a las elecciones nacionales del 6 de noviembre próximo, en donde Daniel Ortega busca su reelección, tal como lo dice una nota de este medio del viernes anterior.

La estrategia le da buenos resultados al gobernante, ya que ha subido en las encuestas realizadas por CID Gallup, que en agosto le daban el aval del 41% de los nicaragüenses mientras que la hecha recientemente le da un 45,8%.

Más interesante sería, desde luego, que la aceptación popular de Ortega se debiera a que su gobierno hubiera creado fuentes de trabajo para que su gente ya no tuviera que cruzar desesperada la frontera hacia nuestro país por no tener cómo subsistir en el propio.

No obstante, aquí hay mucho que aprender de la situación que nos ha llevado, ahora sí, a construir una carretera en la zona fronteriza a fin de no tener que depender del río San Juan para circular por ahí.

Lo primero es reconocer que si la región no hubiera estado abandonada, sin carreteras ni proyectos de desarrollo, probablemente Ortega no hubiera podido invadirla. Se hubiera detectado a tiempo cualquier movimiento en ese sentido.

Por otra parte, ahora, ante los actos consumados, hubo que utilizar dineros de la Comisión Nacional de Emergencias para construir, a toda velocidad, la nueva carretera.

Es verdad que había que hacerlo, pero solo se pudo reaccionar ante el problema porque no se había hecho nada en anteriores administraciones para prevenirlo.

Este gobierno ha tenido que apagar el incendio porque antes nunca se hizo nada por el desarrollo de la zona fronteriza. Esta, sin embargo, debió ser objeto de especiales planes de desarrollo que, incluso, aprovecharan la fuerza laboral de los inmigrantes. Eso es lo que se hace cuando se gobierna para el bienestar de un país.










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