Furor en Perú: cómida rápida
EFE | Martes 16 octubre, 2012
Furor en Perú: cómida rápida
Hay más restaurantes estadounidenses de comida rápida en China que en ningún otro mercado emergente, lo cual no sorprende demasiado.
La sorpresa se encuentra en elpaís con la mayor concentración de locales de comidas: Perú.
Un país tan famoso por su cocina que exporta sus propios restaurantes, tiene una cultura gastronómica en ciernes y organiza el festival culinario más popular de América Latina.
Residentes hambrientos de las zonas pobladas de Perú tienen que viajar, apenas un kilómetro para encontrar un local de comida rápida estadounidense, según datos de Bloomberg.
Esto es una buena noticia para las empresas de comida rápida, que cuentan cada vez más con América Latina para su crecimiento después de haber prosperado en China.
“Estamos empezando a ver que Brasil y Sudamérica surgen como semillero para el avance y la apertura de franquicias de restaurantes estadounidenses”, dijo Darren Tristano, vicepresidente ejecutivo de la consultora del sector gastronómico Technomic Inc. “Sudamérica se está transformando en la próxima oportunidad. Ahora que Asia ya está en marcha, creo que el lugar del crecimiento será Sudamérica”, agregó
Juan Mallqui, de 42 años, compra comida rápida un par de veces al mes y si bien prefiere las marcas peruanas, a menudo va a KFC o Burger King para mantener a sus dos hijos pequeños felices.
“Normalmente no como este tipo de comida, sólo cuando venimos aquí al centro comercial”, dijo.
Después de haber sufrido durante tres decenios por las dictaduras, el terrorismo y la hiperinflación, Perú está cosechando los beneficios de las políticas de libre mercado adoptadas en la década de los 90 que impulsaron el mayor crecimiento económico en América Latina en la última década.
La estabilidad económica está generando un auge del consumo que adquirió fuerza durante la última década.
Los salarios medios en Lima, la capital, crecieron 56% desde 2006 en tanto el desempleo cayó hasta 6,7% en agosto desde 8,4%, según la agencia nacional de estadísticas de Perú.
Perú –un país que reúne las montañas andinas y la selva amazónica- tiene una población de 29 millones de habitantes.
El creciente poder adquisitivo de la población urbana lidera la expansión de los sectores minorista y gastronómico y el arribo de marcas extranjeras.
Los peruanos ahora pasan más tiempo haciendo compras y comiendo en centros comerciales y nuevos distritos de compras, lo cual hace aumentar la demanda de comida rápida.
Ese mercado creció 15% el año pasado, según datos de la Cámara Peruana de Franquicias.
Cadenas estadounidenses como KFC, McDonald’s Corp. y Burger King Worldwide Inc. se trasladaron a Perú por primera vez en los años ochenta y noventa y desde entonces abrieron sucursales en otras ciudades que crecen al margen de Lima.
Las cadenas estadounidenses han cimentado su dominio del sector en la última década y en la actualidad tienen 60% del mercado.
McDonald’s, con sede en Oak Brook, Illinois, y Burger King con sede en Nueva York, encabezaron el crecimiento de las ventas el año pasado, seguidos por Bembos.
En mercados más desarrollados como Brasil y México, las marcas locales representan 92% y 70% de las ventas respectivamente.
“Las marcas extranjeras tienen mucha más experiencia y cuentan con una estructura y capacidad operativa mayores que las marcas de Perú no han podido desarrollar”, dijo Diego Herrera, presidente de la cámara con sede en Perú.
Los peruanos son admiradores de la cultura estadounidense y están abiertos a influencias extranjeras, dijo Herrera, dueño de Osaka, una cadena de restaurantes de cocina fusión peruano-japonesa en toda América Latina.
No obstante, hay indicios de que el avance de la gastronomía peruana está empezando a hacer mella en el dominio estadounidense del sector de comida rápida.
La estabilidad económica y la paz social de la última década se han visto acompañadas por una renovada valoración de la cultura peruana, y sobre todo de su cocina, con una mezcla de influencias e ingredientes andinos, amazónicos, europeos, africanos y asiáticos. Gastón Acurio, co-fundador del restaurante Astrid y Gastón, es el exponente más exitoso de la cocina peruana, habiendo desarrollado siete franquicias que exportó a 11 países.
El auge es visible en la cantidad de nuevos restaurantes, escuelas de cocina, libros, películas y ferias gastronómicas en todo el país. La Asociación
Gastronómica Peruana atrajo medio millón de visitantes a su feria anual en Lima el mes pasado, 45 por ciento más que el año pasado.
Pese a su amor por la comida, los peruanos mantienen su peso controlado. El incremento del índice de masa corporal de Perú desde que abrió el primer establecimiento estadounidense de comida rápida llega a 30, entre los mejores de los países emergentes.
Bloomberg
La sorpresa se encuentra en elpaís con la mayor concentración de locales de comidas: Perú.
Un país tan famoso por su cocina que exporta sus propios restaurantes, tiene una cultura gastronómica en ciernes y organiza el festival culinario más popular de América Latina.
Residentes hambrientos de las zonas pobladas de Perú tienen que viajar, apenas un kilómetro para encontrar un local de comida rápida estadounidense, según datos de Bloomberg.
Esto es una buena noticia para las empresas de comida rápida, que cuentan cada vez más con América Latina para su crecimiento después de haber prosperado en China.
“Estamos empezando a ver que Brasil y Sudamérica surgen como semillero para el avance y la apertura de franquicias de restaurantes estadounidenses”, dijo Darren Tristano, vicepresidente ejecutivo de la consultora del sector gastronómico Technomic Inc. “Sudamérica se está transformando en la próxima oportunidad. Ahora que Asia ya está en marcha, creo que el lugar del crecimiento será Sudamérica”, agregó
Juan Mallqui, de 42 años, compra comida rápida un par de veces al mes y si bien prefiere las marcas peruanas, a menudo va a KFC o Burger King para mantener a sus dos hijos pequeños felices.
“Normalmente no como este tipo de comida, sólo cuando venimos aquí al centro comercial”, dijo.
Después de haber sufrido durante tres decenios por las dictaduras, el terrorismo y la hiperinflación, Perú está cosechando los beneficios de las políticas de libre mercado adoptadas en la década de los 90 que impulsaron el mayor crecimiento económico en América Latina en la última década.
La estabilidad económica está generando un auge del consumo que adquirió fuerza durante la última década.
Los salarios medios en Lima, la capital, crecieron 56% desde 2006 en tanto el desempleo cayó hasta 6,7% en agosto desde 8,4%, según la agencia nacional de estadísticas de Perú.
Perú –un país que reúne las montañas andinas y la selva amazónica- tiene una población de 29 millones de habitantes.
El creciente poder adquisitivo de la población urbana lidera la expansión de los sectores minorista y gastronómico y el arribo de marcas extranjeras.
Los peruanos ahora pasan más tiempo haciendo compras y comiendo en centros comerciales y nuevos distritos de compras, lo cual hace aumentar la demanda de comida rápida.
Ese mercado creció 15% el año pasado, según datos de la Cámara Peruana de Franquicias.
Cadenas estadounidenses como KFC, McDonald’s Corp. y Burger King Worldwide Inc. se trasladaron a Perú por primera vez en los años ochenta y noventa y desde entonces abrieron sucursales en otras ciudades que crecen al margen de Lima.
Las cadenas estadounidenses han cimentado su dominio del sector en la última década y en la actualidad tienen 60% del mercado.
McDonald’s, con sede en Oak Brook, Illinois, y Burger King con sede en Nueva York, encabezaron el crecimiento de las ventas el año pasado, seguidos por Bembos.
En mercados más desarrollados como Brasil y México, las marcas locales representan 92% y 70% de las ventas respectivamente.
“Las marcas extranjeras tienen mucha más experiencia y cuentan con una estructura y capacidad operativa mayores que las marcas de Perú no han podido desarrollar”, dijo Diego Herrera, presidente de la cámara con sede en Perú.
Los peruanos son admiradores de la cultura estadounidense y están abiertos a influencias extranjeras, dijo Herrera, dueño de Osaka, una cadena de restaurantes de cocina fusión peruano-japonesa en toda América Latina.
No obstante, hay indicios de que el avance de la gastronomía peruana está empezando a hacer mella en el dominio estadounidense del sector de comida rápida.
La estabilidad económica y la paz social de la última década se han visto acompañadas por una renovada valoración de la cultura peruana, y sobre todo de su cocina, con una mezcla de influencias e ingredientes andinos, amazónicos, europeos, africanos y asiáticos. Gastón Acurio, co-fundador del restaurante Astrid y Gastón, es el exponente más exitoso de la cocina peruana, habiendo desarrollado siete franquicias que exportó a 11 países.
El auge es visible en la cantidad de nuevos restaurantes, escuelas de cocina, libros, películas y ferias gastronómicas en todo el país. La Asociación
Gastronómica Peruana atrajo medio millón de visitantes a su feria anual en Lima el mes pasado, 45 por ciento más que el año pasado.
Pese a su amor por la comida, los peruanos mantienen su peso controlado. El incremento del índice de masa corporal de Perú desde que abrió el primer establecimiento estadounidense de comida rápida llega a 30, entre los mejores de los países emergentes.
Bloomberg