Francia: buen prestatario
Bloomberg | Martes 18 septiembre, 2012
Francia: buen prestatario
Conforme a cualquier parámetro, Francia es un prestatario más solvente ocho meses después que Standard Poor’s dijera que el país ya no merece una calificación de AAA.
La deuda de 1,07 billón de euros ($1,4 billón) con vencimiento en un año o más tuvo un alza del 7,4% desde que su nota fue rebajada a AA+ el 13 de enero, más del doble del aumento del resto del mercado mundial de bonos gubernamentales y por encima de Alemania, el Reino Unido y Australia, que tienen AAA, según los índices de Bank of America Merrill Lynch.
En lugar de elevarse, los rendimientos franceses a diez años cayeron a un ritmo más veloz que el de los bunds o los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, los refugios históricos en tiempos de turbulencias.
El desempeño de Francia muestra que los inversores determinaron que el análisis llevado a cabo por las agencias de calificación sobre los países más grandes del mundo es irrelevante.
El costo de endeudamiento de los Estados Unidos bajó luego de que la mayor economía del mundo fuera despojada de su calificación AAA hace trece meses. Aproximadamente la mitad del tiempo, el rendimiento de los bonos de los gobiernos se mueve en dirección contraria a lo que sugieren la nuevas notas, según los datos que reunió Bloomberg sobre 314 rebajas, mejoras y cambios de perspectivas efectuados desde 1974.
“Las empresas de calificación están perdiendo credibilidad”, dijo en una entrevista del 12 de septiembre Shinji Kunibe, gerente general de cartera de inversiones de renta fija de Nissay Asset Management Corp. en Tokio, firma que administra el equivalente a $66.000 millones. “Los países que, como Francia, están calificados con AA se consideran totalmente seguros”.
Cuando S&P rebajó la calificación de Francia en enero, junto con la de ocho de sus pares de la región euro, la agencia señaló que los funcionarios no lograban frenar la crisis de deuda de Europa y que los costos de refinanciación para algunos países podían seguir elevados.
Eso no ha ocurrido en Francia. El presidente François Hollande, que fue elegido en mayo en base a una plataforma que proponía pasar de la reducción del déficit a las políticas de crecimiento, ha visto caer el costo del servicio de la deuda desde que asumió su cargo.
El rendimiento de los bonos franceses a diez años se desplomó a un mínimo record de 2,002% el 3 de agosto, luego de haberse ubicado en el 3,08% en el momento de la rebaja de nota.
La caída fue mayor que la del rendimiento de los bunds alemanes a diez años, que descendió de 1,77% el 13 de enero a 1,25% el 3 de agosto, y el rendimiento de los bonos del Tesoro a diez años, que cayó menos de 40 puntos básicos, o 0,4 punto porcentual, en ese período.
“El Estado se endeuda en el mercado a tasas que son históricamente bajas”, declaró Hollande en una entrevista en TF1 Television el 9 de septiembre.
Bloomberg
La deuda de 1,07 billón de euros ($1,4 billón) con vencimiento en un año o más tuvo un alza del 7,4% desde que su nota fue rebajada a AA+ el 13 de enero, más del doble del aumento del resto del mercado mundial de bonos gubernamentales y por encima de Alemania, el Reino Unido y Australia, que tienen AAA, según los índices de Bank of America Merrill Lynch.
En lugar de elevarse, los rendimientos franceses a diez años cayeron a un ritmo más veloz que el de los bunds o los bonos del Tesoro de los Estados Unidos, los refugios históricos en tiempos de turbulencias.
El desempeño de Francia muestra que los inversores determinaron que el análisis llevado a cabo por las agencias de calificación sobre los países más grandes del mundo es irrelevante.
El costo de endeudamiento de los Estados Unidos bajó luego de que la mayor economía del mundo fuera despojada de su calificación AAA hace trece meses. Aproximadamente la mitad del tiempo, el rendimiento de los bonos de los gobiernos se mueve en dirección contraria a lo que sugieren la nuevas notas, según los datos que reunió Bloomberg sobre 314 rebajas, mejoras y cambios de perspectivas efectuados desde 1974.
“Las empresas de calificación están perdiendo credibilidad”, dijo en una entrevista del 12 de septiembre Shinji Kunibe, gerente general de cartera de inversiones de renta fija de Nissay Asset Management Corp. en Tokio, firma que administra el equivalente a $66.000 millones. “Los países que, como Francia, están calificados con AA se consideran totalmente seguros”.
Cuando S&P rebajó la calificación de Francia en enero, junto con la de ocho de sus pares de la región euro, la agencia señaló que los funcionarios no lograban frenar la crisis de deuda de Europa y que los costos de refinanciación para algunos países podían seguir elevados.
Eso no ha ocurrido en Francia. El presidente François Hollande, que fue elegido en mayo en base a una plataforma que proponía pasar de la reducción del déficit a las políticas de crecimiento, ha visto caer el costo del servicio de la deuda desde que asumió su cargo.
El rendimiento de los bonos franceses a diez años se desplomó a un mínimo record de 2,002% el 3 de agosto, luego de haberse ubicado en el 3,08% en el momento de la rebaja de nota.
La caída fue mayor que la del rendimiento de los bunds alemanes a diez años, que descendió de 1,77% el 13 de enero a 1,25% el 3 de agosto, y el rendimiento de los bonos del Tesoro a diez años, que cayó menos de 40 puntos básicos, o 0,4 punto porcentual, en ese período.
“El Estado se endeuda en el mercado a tasas que son históricamente bajas”, declaró Hollande en una entrevista en TF1 Television el 9 de septiembre.
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