Filas que deben desaparecer
Resulta inaceptable, inhumano y vergonzoso que una persona deba esperar hasta 18 meses solo para conocer los resultados de un examen en radiología
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Martes 09 junio, 2009
La existencia de largas filas en los servicios de salud públicos es un tema que aqueja desde hace muchos años a los costarricenses y que aún no ha tenido una solución definitiva. Cada cuatro años, es común escuchar de políticos la promesa —siempre incumplida— de que la situación para miles de asegurados cambiará, sin que hasta ahora esto haya ocurrido. Lejos de mejorar, la situación se mantiene crítica, especialmente en las especialidades de radiología, cirugía general, ortopedia, oftalmología y cardiología. Resulta inaceptable, inhumano y vergonzoso que una persona deba esperar hasta 18 meses solo para conocer los resultados de un examen en radiología, o que más de 18 mil pacientes deban rezar y cruzar los dedos por no fallecer mientras aguardan por tratamientos relacionados con el corazón, tales como cateterismos o electrocardiogramas. Los planes ejecutados hasta ahora evidentemente no han dado resultados. Ante ello es necesario que se lleve a cabo una mejor planificación de los requerimientos de personal y especialistas en la Caja de Seguro Social. También es importante abarcar el tema desde una perspectiva más global. El país requiere hacer un diagnóstico de cuáles son las áreas más vulnerables y en las que existen más necesidades, para desde allí comenzar a trabajar. Se debería —por ejemplo— trabajar muy de cerca de universidades y centros de enseñanza para promover estudios y planes de intercambio en aquellas áreas en donde más se requieren especialistas. Se debe trabajar además fuertemente en la modernización de los procesos administrativos. En este campo es cierto que se han dado algunos avances en varias áreas de salud y clínicas del país, pero se debe redoblar esfuerzos para que aspectos tan importantes como la simple espera por un resultado no tarde semanas o meses. Por años el sistema de seguridad social ha sido uno de los orgullos del país. No dejemos que este se deteriore y que el elefante de la burocracia se lo trague y lo convierta en uno del Tercer Mundo.