Etica para llevar
| Martes 28 octubre, 2008
Etica para llevar
A menudo nos parece que la ética es un asunto ajeno a las organizaciones, la Responsabilidad Social muchas veces se vislumbra como una estrategia de mercadeo, y la Administración por Valores parece ser una moda pasajera (en ocasiones lo es).
Pero algunas empresas e instituciones en este país, menos de las que quisiéramos, sí están tomando el asunto en serio, mientras muchas otras también quieren hacerlo. Para muestra, los días 8 y 9 de octubre se realizó en San José el Primer Congreso Nacional de Gestión Etica en las Organizaciones, donde cientos de representantes de diferentes empresas públicas y privadas se acercaron a escuchar sobre experiencias nacionales y algunas propuestas foráneas, en busca de respuestas para sus propias realidades.
No es cuestión de declarar unos principios y valores, o presumir de algunas buenas prácticas aisladas; se trata de pensar, sentir y actuar como organización íntegra, de acuerdo con un modo de ser ético que la caracterice.
Acudimos a este tipo de congresos en busca de un poco de ética —o ideas éticas— para llevarlas a nuestros trabajos y acabar con prácticas que enturbian el cumplimiento del compromiso que tenemos con la sociedad. Cierto es que el modo de ser ético de una organización no se copia para aplicarlo en otra, pero sí puede inspirarlas a encontrar su propio camino.
Rafael León Hernández
Psicólogo
A menudo nos parece que la ética es un asunto ajeno a las organizaciones, la Responsabilidad Social muchas veces se vislumbra como una estrategia de mercadeo, y la Administración por Valores parece ser una moda pasajera (en ocasiones lo es).
Pero algunas empresas e instituciones en este país, menos de las que quisiéramos, sí están tomando el asunto en serio, mientras muchas otras también quieren hacerlo. Para muestra, los días 8 y 9 de octubre se realizó en San José el Primer Congreso Nacional de Gestión Etica en las Organizaciones, donde cientos de representantes de diferentes empresas públicas y privadas se acercaron a escuchar sobre experiencias nacionales y algunas propuestas foráneas, en busca de respuestas para sus propias realidades.
No es cuestión de declarar unos principios y valores, o presumir de algunas buenas prácticas aisladas; se trata de pensar, sentir y actuar como organización íntegra, de acuerdo con un modo de ser ético que la caracterice.
Acudimos a este tipo de congresos en busca de un poco de ética —o ideas éticas— para llevarlas a nuestros trabajos y acabar con prácticas que enturbian el cumplimiento del compromiso que tenemos con la sociedad. Cierto es que el modo de ser ético de una organización no se copia para aplicarlo en otra, pero sí puede inspirarlas a encontrar su propio camino.
Rafael León Hernández
Psicólogo