Enfrentamientos persisten en calles de Teherán
| Lunes 15 junio, 2009
Miles protestan en contra de victoria del presidente Mahmud Ahmadineyad
Enfrentamientos persisten en calles de Teherán
Mir Husein Musavi, su principal rival, pidió formalmente al Consejo de Guardianes la anulación de los comicios por las irregularidades cometidas
Alrededor de 200 personas han sido detenidas en Teherán, donde desde el viernes se repiten los enfrentamientos y las protestas por los resultados de las elecciones presidenciales, que la oposición denuncia como fraudulentos.
Al grito de “muerte al dictador” y “abajo el gobierno golpista”, miles de personas se lanzaron a la calle para negar la victoria del presidente Mahmud Ahmadineyad sobre Mir Husein Musavi, su principal rival, quien ayer pidió formalmente al Consejo de Guardianes la anulación de los comicios por las irregularidades cometidas.
El consejo, que debe validar los resultados, aún no se ha pronunciado, pero en 30 años de República Islámica jamás ha adoptado una medida del calibre que implicaría tal decisión.
Las protestas están siendo reprimidas con dureza por la Policía antidisturbios, que ayer lanzó gases lacrimógenos contra grupos de estudiantes opositores en la Universidad de Teherán.
“No aceptaremos este fraude. No van a conseguir detenernos. Fuera el dictador”, declaró uno de los agredidos.
A medianoche, numerosas calles presentaban la tétrica imagen que permanece detrás de la batalla.
Contenedores y neumáticos ardiendo, mobiliario urbano destrozado y grupos de milicianos islámicos “Basij”, armados con palos y porras, que patrullaban la ciudad y reprimían a los viandantes.
Como en los días previos a la revolución de 1979, familias enteras desafiaban las restricciones y se asomaban a las ventanas o salían a la calle para observar los disturbios.
Otros muchos hacían sonar sus claxon y mostraban lazos verdes mientras hacían la señal de la victoria, símbolo de los seguidores de Musavi, quien hoy instó a sus partidarios a seguir con las manifestaciones, pero de forma pacífica.
“Mis hijos fueron agredidos anoche. Simplemente regresaban a casa y un grupo de Basij les dieron el alto y les golpearon en la cabeza y el cuerpo sin preguntar”, relató una empleada de hogar en el centro de Teherán.
Ahmad Reza Radan, segundo máximo responsable de la Policía en Teherán, expresó que durante la noche del sábado al domingo se detuvo a unas 50 personas relacionadas “con la organización de los disturbios", y que otras 120 fueron detenidas por "violar la ley durante las manifestaciones”.
Entre los arrestados se encuentran Abdula Ramezanzadeh, ex viceministro de Exteriores durante el gobierno del ex presidente Mohamed Jatamí y Mohsen Mirdamadi, director general de la plataforma política pro reformista “Frente de Participación”.
También fue detenido Mohamad Reza Jatamí, hermano del ex mandatario, aunque fue puesto en libertad poco después, según informó su familia.
La mayoría también fue puesta en libertad horas después, informaron fuentes de seguridad.
El reelegido presidente iraní restó importancia de las protestas, e incluso ironizó al compararlas con la frustración que sufren los aficionados cuando su equipo pierde un partido de fútbol.
“Las elecciones fueron limpias. El país goza de un cien por cien de libertad y la situación es "buena”, dijo en conferencia de prensa.
Teherán
EFE
Enfrentamientos persisten en calles de Teherán
Mir Husein Musavi, su principal rival, pidió formalmente al Consejo de Guardianes la anulación de los comicios por las irregularidades cometidas
Alrededor de 200 personas han sido detenidas en Teherán, donde desde el viernes se repiten los enfrentamientos y las protestas por los resultados de las elecciones presidenciales, que la oposición denuncia como fraudulentos.
Al grito de “muerte al dictador” y “abajo el gobierno golpista”, miles de personas se lanzaron a la calle para negar la victoria del presidente Mahmud Ahmadineyad sobre Mir Husein Musavi, su principal rival, quien ayer pidió formalmente al Consejo de Guardianes la anulación de los comicios por las irregularidades cometidas.
El consejo, que debe validar los resultados, aún no se ha pronunciado, pero en 30 años de República Islámica jamás ha adoptado una medida del calibre que implicaría tal decisión.
Las protestas están siendo reprimidas con dureza por la Policía antidisturbios, que ayer lanzó gases lacrimógenos contra grupos de estudiantes opositores en la Universidad de Teherán.
“No aceptaremos este fraude. No van a conseguir detenernos. Fuera el dictador”, declaró uno de los agredidos.
A medianoche, numerosas calles presentaban la tétrica imagen que permanece detrás de la batalla.
Contenedores y neumáticos ardiendo, mobiliario urbano destrozado y grupos de milicianos islámicos “Basij”, armados con palos y porras, que patrullaban la ciudad y reprimían a los viandantes.
Como en los días previos a la revolución de 1979, familias enteras desafiaban las restricciones y se asomaban a las ventanas o salían a la calle para observar los disturbios.
Otros muchos hacían sonar sus claxon y mostraban lazos verdes mientras hacían la señal de la victoria, símbolo de los seguidores de Musavi, quien hoy instó a sus partidarios a seguir con las manifestaciones, pero de forma pacífica.
“Mis hijos fueron agredidos anoche. Simplemente regresaban a casa y un grupo de Basij les dieron el alto y les golpearon en la cabeza y el cuerpo sin preguntar”, relató una empleada de hogar en el centro de Teherán.
Ahmad Reza Radan, segundo máximo responsable de la Policía en Teherán, expresó que durante la noche del sábado al domingo se detuvo a unas 50 personas relacionadas “con la organización de los disturbios", y que otras 120 fueron detenidas por "violar la ley durante las manifestaciones”.
Entre los arrestados se encuentran Abdula Ramezanzadeh, ex viceministro de Exteriores durante el gobierno del ex presidente Mohamed Jatamí y Mohsen Mirdamadi, director general de la plataforma política pro reformista “Frente de Participación”.
También fue detenido Mohamad Reza Jatamí, hermano del ex mandatario, aunque fue puesto en libertad poco después, según informó su familia.
La mayoría también fue puesta en libertad horas después, informaron fuentes de seguridad.
El reelegido presidente iraní restó importancia de las protestas, e incluso ironizó al compararlas con la frustración que sufren los aficionados cuando su equipo pierde un partido de fútbol.
“Las elecciones fueron limpias. El país goza de un cien por cien de libertad y la situación es "buena”, dijo en conferencia de prensa.
Teherán
EFE