Emergentes y G8 estrechan diálogo
| Viernes 10 julio, 2009
Metas para reducir emisiones de gases quedaron sin consenso
Emergentes y G8 estrechan diálogo
Francia y Brasil proponen institucionalización de un nuevo formato de diálogo Norte-Sur
L'Aquila
AFP
Las potencias emergentes (G5) y las industriales (G8) prometieron ayer no recurrir al sálvese quien pueda del proteccionismo para luchar contra la crisis y avanzaron hacia la formación de un foro común capaz de influir en los grandes temas mundiales, un papel hasta ahora reservado a los países ricos.
La cumbre de L'Aquila (centro de Italia) arrojó por otro lado un resultado matizado en la lucha contra el cambio climático, dado que hubo acuerdo sobre el objetivo de limitar el calentamiento global a 2º centígrados pero sin fijar las metas de reducción que permitirían alcanzarlo.
Esa discusión debe resolverse antes de la reunión de la ONU a fin de año en Copenhague, destinada a reemplazar puntos del acuerdo de Kioto que llegan a expiración.
Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, fueron los portavoces de los pedidos de institucionalización del nuevo formato de diálogo Norte-Sur, reveló el mandatario francés.
“Con el presidente Lula, hemos indicado nuestra voluntad de que el G8 evolucione. No es que el G8 ya no tenga utilidad, pero resulta claro que su representatividad no es suficiente”, dijo Sarkozy en una rueda de prensa.
“Hay un G8, un G5, un G6. Con Lula, hemos propuesto que juntemos lo antes posible a los dos grupos en un G14”, agregó.
En la cumbre de L'Aquila participaron los mandatarios de 14 países: los del G8 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Rusia), del G5 (China, India, Brasil, México y Sudáfrica) y de Egipto.
Según Sarkozy, resulta “ilógico” que los grandes países emergentes no estén asociados de manera más estrecha a la búsqueda de soluciones para los grandes problemas mundiales.
Celso Amorim, canciller brasileño, indicó que Lula hizo una intervención en el mismo sentido.
“No he visto objeciones, sino matices sobre la transición”, señaló.
Sarkozy dio otro paso en el reconocimiento de que la crisis mundial que surgió en el G8 y sumió en la recesión a todos sus miembros aceleró la modificación de las relaciones de fuerza en el planeta.
Emergentes y G8 estrechan diálogo
Francia y Brasil proponen institucionalización de un nuevo formato de diálogo Norte-Sur
L'Aquila
AFP
Las potencias emergentes (G5) y las industriales (G8) prometieron ayer no recurrir al sálvese quien pueda del proteccionismo para luchar contra la crisis y avanzaron hacia la formación de un foro común capaz de influir en los grandes temas mundiales, un papel hasta ahora reservado a los países ricos.
La cumbre de L'Aquila (centro de Italia) arrojó por otro lado un resultado matizado en la lucha contra el cambio climático, dado que hubo acuerdo sobre el objetivo de limitar el calentamiento global a 2º centígrados pero sin fijar las metas de reducción que permitirían alcanzarlo.
Esa discusión debe resolverse antes de la reunión de la ONU a fin de año en Copenhague, destinada a reemplazar puntos del acuerdo de Kioto que llegan a expiración.
Los presidentes de Francia, Nicolas Sarkozy, y de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, fueron los portavoces de los pedidos de institucionalización del nuevo formato de diálogo Norte-Sur, reveló el mandatario francés.
“Con el presidente Lula, hemos indicado nuestra voluntad de que el G8 evolucione. No es que el G8 ya no tenga utilidad, pero resulta claro que su representatividad no es suficiente”, dijo Sarkozy en una rueda de prensa.
“Hay un G8, un G5, un G6. Con Lula, hemos propuesto que juntemos lo antes posible a los dos grupos en un G14”, agregó.
En la cumbre de L'Aquila participaron los mandatarios de 14 países: los del G8 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia, Canadá y Rusia), del G5 (China, India, Brasil, México y Sudáfrica) y de Egipto.
Según Sarkozy, resulta “ilógico” que los grandes países emergentes no estén asociados de manera más estrecha a la búsqueda de soluciones para los grandes problemas mundiales.
Celso Amorim, canciller brasileño, indicó que Lula hizo una intervención en el mismo sentido.
“No he visto objeciones, sino matices sobre la transición”, señaló.
Sarkozy dio otro paso en el reconocimiento de que la crisis mundial que surgió en el G8 y sumió en la recesión a todos sus miembros aceleró la modificación de las relaciones de fuerza en el planeta.