El ICE, Racsa y la competencia
| Miércoles 14 julio, 2010
El ICE, Racsa y la competencia
Recientemente algunos medios de prensa, altos funcionario del gobierno e interesados se han manifestado con relación a cuál debe ser la forma en que el ICE y Racsa deben interactuar para enfrentar la competencia. Sin entrar en detalles en cuanto a la relación jurídica entre ambos, por un lado parece lógico que siendo dos entidades muy cercanas y diferentes en cuanto a su naturaleza jurídica deberían enfocarse en potenciar sus fortalezas para lograr la mejor sinergia, sin embargo, y aunque no se conoce una experiencia similar existen criterios con respecto a que Racsa debe convertirse en un operador independiente.
Es razonable imaginar que si Racsa actúa como un operador serio e independiente estableciendo alianzas y ofreciendo servicios similares se producirá una reducción en la cuota de mercado de todos los operadores, aún y cuando algunos dicen que existe una demanda importante no atendida.
En la coyuntura mencionada se ha sugerido el tema bancario como ejemplo para definir la interacción entre el ICE y Racsa. Sobre dicho tema, y en general el del mercado del dinero, hay aspectos particulares que deben ser bien analizados. En forma muy breve puede decirse que ha habido una evolución en que la competencia se ha incorporado selectivamente y gradualmente durante décadas, donde es hasta hace unos años que aparecen entidades externas de consideración y según los entendidos, el tema aún no está finiquitado, además de que en ocasiones se puede observar que la atención recibida debe mejorarse.
Con respecto a esto último, llama la atención que por lo general el grado de satisfacción con otros servicios no sea tan evaluado como sucede con los servicios de telecomunicaciones.
Con relación a los servicios de telecomunicaciones hay que tener presente que si bien hoy existe un operador con cuotas importantes de mercado, la Ley General de Telecomunicaciones y la Ley de Fortalecimiento y Modernización de la Entidades Públicas del Sector Telecomunicaciones establecen mecanismos que promueven la entrada de competidores, como la supervisión continua del nivel de competencia y la obligación de compartir recursos escasos y dar acceso e interconexión a tarifas que podrían no satisfacer a los operadores. Además es probable que un amplio espectro de actores entre los que se incluyen operadores de gran trayectoria en otros países, empresas reconocidas de servicios públicos provinciales, cooperativas de electrificación rural, cableras y otros se hagan presentes.
Resumiendo, en la coyuntura actual se hace necesario un análisis serio, tranquilo y profundo de la situación utilizando herramientas de competencia, sin dejar por fuera aspectos como la falta de experiencia en ambientes competitivos, el grado en que el marco jurídico puede afectar la flexibilidad de las instituciones y las virtudes y posibles carencias de ambas instituciones.
Felipe A. Vargas García
Ingeniero
Recientemente algunos medios de prensa, altos funcionario del gobierno e interesados se han manifestado con relación a cuál debe ser la forma en que el ICE y Racsa deben interactuar para enfrentar la competencia. Sin entrar en detalles en cuanto a la relación jurídica entre ambos, por un lado parece lógico que siendo dos entidades muy cercanas y diferentes en cuanto a su naturaleza jurídica deberían enfocarse en potenciar sus fortalezas para lograr la mejor sinergia, sin embargo, y aunque no se conoce una experiencia similar existen criterios con respecto a que Racsa debe convertirse en un operador independiente.
Es razonable imaginar que si Racsa actúa como un operador serio e independiente estableciendo alianzas y ofreciendo servicios similares se producirá una reducción en la cuota de mercado de todos los operadores, aún y cuando algunos dicen que existe una demanda importante no atendida.
En la coyuntura mencionada se ha sugerido el tema bancario como ejemplo para definir la interacción entre el ICE y Racsa. Sobre dicho tema, y en general el del mercado del dinero, hay aspectos particulares que deben ser bien analizados. En forma muy breve puede decirse que ha habido una evolución en que la competencia se ha incorporado selectivamente y gradualmente durante décadas, donde es hasta hace unos años que aparecen entidades externas de consideración y según los entendidos, el tema aún no está finiquitado, además de que en ocasiones se puede observar que la atención recibida debe mejorarse.
Con respecto a esto último, llama la atención que por lo general el grado de satisfacción con otros servicios no sea tan evaluado como sucede con los servicios de telecomunicaciones.
Con relación a los servicios de telecomunicaciones hay que tener presente que si bien hoy existe un operador con cuotas importantes de mercado, la Ley General de Telecomunicaciones y la Ley de Fortalecimiento y Modernización de la Entidades Públicas del Sector Telecomunicaciones establecen mecanismos que promueven la entrada de competidores, como la supervisión continua del nivel de competencia y la obligación de compartir recursos escasos y dar acceso e interconexión a tarifas que podrían no satisfacer a los operadores. Además es probable que un amplio espectro de actores entre los que se incluyen operadores de gran trayectoria en otros países, empresas reconocidas de servicios públicos provinciales, cooperativas de electrificación rural, cableras y otros se hagan presentes.
Resumiendo, en la coyuntura actual se hace necesario un análisis serio, tranquilo y profundo de la situación utilizando herramientas de competencia, sin dejar por fuera aspectos como la falta de experiencia en ambientes competitivos, el grado en que el marco jurídico puede afectar la flexibilidad de las instituciones y las virtudes y posibles carencias de ambas instituciones.
Felipe A. Vargas García
Ingeniero