El próximo presidente

Se aproximan las reuniones familiares de fin de año que probablemente serán reducidos en sus números por la pandemia. Al haber menos hablando no implica que se omitirán los temas de rigor; uno de importancia será la selección del que gobernará el país cuando termina su período constitucional Carlos Alvarado del Partido Acción Ciudadana PAC.

En por lo menos treinta de esas reuniones estará presente una persona que aspira ser el próximo presidente y a todos les irá bien en las conversaciones mientras que no pide donaciones de los presentes para “ayudar con la campaña.”

Cuando se habla del perfil de la persona que pudiera ocupar las oficinas en Zapote es casi seguro que habrá consenso que se requiere alguien “con experiencia.” Después de dos períodos seguidos de tener presidentes “novatos” (Solís y Alvarado) se ocuparía alguien que ha sido diputado, alcalde, ministro, decano, presidente de una empresa, líder sindical, o hasta presidente de la República. Incluso los dos mandatarios del PAC, con los cuatro años de “práctica” que tuvieron en el puesto pudieran ser mejores si el pueblo les daría otra oportunidad; pero no pueden aspirar ahora.

También tendría que ser el próximo presidente uno con un “plan país.” No es suficiente contratar una persona para administrar el poder ejecutivo; no puede seguir el pueblo coexistiendo con una tasa de desempleo de doble dígitos y con niveles por encima del 20 por ciento de pobreza extrema. Se requiere un plan de desarrollo económico presentado por alguien capaz de ejecutarlo.

Por ejemplo, Costa Rica tiene muchas características que le permitiría convertirse en un “hub” de inteligencia para toda la América Latina. Panamá es el “hub” para barcos, aviones y bancos para el hemisferio, mientras que Costa Rica pudiera ser el centro “cerebral” donde se ubican los grandes pensadores que trabajan buscando las soluciones para los desafíos de la pobreza, la ingobernabilidad y la necesidad de lograr un desarrollo económico que levanta la población a niveles del primer mundo. El país ya es hogar para grandes universidades, institutos, laboratorios y empresas de investigación, centros de pensamiento, y empresas creadoras de software; conectándolos todos se pudiera crear un cluster de gran poder creativo. Ya hay un grupo que piensa en crear un cluster de salud – atención médica, investigación en ese campo, creación de nuevos remedios, genética. Sin duda que hay un gran potencial si hay líder para crear y ejecutar.

El próximo presidente obligatoriamente tiene que dominar el inglés y estar dispuesto a salir a buscar inversiones de todo tipo para Costa Rica. Que vengan las multinacionales a poner sus fábricas, sus centros de servicio y sus bodegas en el territorio nacional. A la vez debería crear un ambiente que favorece el emprendedurismo entre los habitantes.

¿Debería el futuro líder ser hombre o mujer de trayectoria en un partido político? Más bien hay que fomentar alianzas para la elección de 2022; se necesita una alianza que no solo toma el poder en la presidencia, sino también en la Asamblea Legislativa con una fórmula de administración conjunta.

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