Economía aviva elecciones en Argentina
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 05 septiembre, 2011
Economía aviva elecciones en Argentina
Los argentinos mantienen altas sus expectativas respecto de la marcha de la economía de su país en un año electoral en el que el factor “bolsillo” tendrá un peso importante en los comicios presidenciales en la nación suramericana.
Según un trabajo difundido hace unos días por la Universidad Católica Argentina (UCA) y la consultora privada TNS Gallup, el Indice General de Expectativas Económicas registró en julio pasado un alza interanual del 18% y se mantiene en uno de los niveles más altos de los últimos cinco años.
También se conoció un sondeo realizado el pasado lunes por la consultora privada Ibarómetro que revela que seis de cada diez entrevistados creen que su economía personal mejoró en el último año, mientras que un porcentaje similar asegura que Argentina también mejoró su economía en igual período.
De cara el futuro, el 59 % de los encuestados piensa que su situación personal seguirá mejorando, mientras que un 52% cree que la situación del país mejorará o será igual de buena dentro de un año.
Si bien un 46 % de los entrevistados cree que la crisis desatada en Europa y Estados Unidos afectará en algún momento a Argentina, “los niveles de optimismo no han sido desacelerados e inclusive lucen cierto crecimiento”, apunta el trabajo de Ibarómetro.
La investigación de la UCA y TNS Gallup coincide a la hora de presentar perspectivas hacia el futuro de una evolución positiva o al menos estable de la economía argentina ya que un 35% de los consultados espera que la situación mejore en los próximos seis meses y un 45% prevé que se mantendrá igual.
Antes que por la crisis global, los argentinos están más preocupados por la fuerte subida de los precios al consumidor en su país: según el sondeo de la UCA y TNS Gallup, un 56% señala como una prioridad que se controle la inflación.
En este sentido, la consulta de Ibarómetro reveló que la presidenta argentina, Cristiana Fernández, que buscará su reelección, es por lejos (47 %) quien es percibida como el dirigente político más capacitado para controlar el problema de la inflación, un fenómeno que, paradójicamente se ha agudizado durante su Gobierno.
Esta posición de liderazgo otorgado a la mandataria tiene su correlato en las primarias celebradas el pasado 14 de agosto, en las que Fernández obtuvo el 50% de los votos, con 38 puntos de diferencia sobre el segundo candidato más votado, perfilándose como favorita para las presidenciales del 23 de octubre.
”Indudablemente el voto bolsillo ha estado y estará presente en las elecciones en Argentina de este año. Habiendo una etapa de bonanza económica razonable, hay en la gente una apuesta por la continuidad”, dijo a EFE el analista político Jorge Arias, de Polilat.
El aliento al consumo ha sido una de las líneas de la política económica adoptada por el Gobierno de Fernández, que optó por incentivar la demanda agregada, aún con sus costes en materia de inflación.
El jueves último, en la cena anual de la Unión Industrial Argentina, la mayor patronal del país, Fernández aseguró que su Gobierno va “a seguir sosteniendo el poder adquisitivo de los trabajadores” pues “la demanda agregada es clave para que haya oferta”.
En un mensaje para imprimir confianza entre los empresarios frente a lo temores que genera la crisis global, la mandataria dijo que no sólo va a mantener estas políticas, sino que las va a “profundizar”.
”El Gobierno seguirá incentivando el consumo porque cree que hay que mantener la demanda agregada vigorosa y que tener inflación -en la medida en que el déficit fiscal no sea un escándalo y que la expansión monetaria no sea extravagante- es preferible a desacelerar el nivel de actividad económica”, dijo a EFE el economista Pablo Tigani, de la Fundación Esperanza.
Tras la severa crisis de 2001-2002, Argentina creció desde 2003 a un ritmo promedio anual del 7% y para este año se espera que su economía se expanda un 8%, dejando para 2012 un piso de crecimiento del 5%, según fuentes oficiales.
Buenos Aires / EFE
Los argentinos mantienen altas sus expectativas respecto de la marcha de la economía de su país en un año electoral en el que el factor “bolsillo” tendrá un peso importante en los comicios presidenciales en la nación suramericana.
Según un trabajo difundido hace unos días por la Universidad Católica Argentina (UCA) y la consultora privada TNS Gallup, el Indice General de Expectativas Económicas registró en julio pasado un alza interanual del 18% y se mantiene en uno de los niveles más altos de los últimos cinco años.
También se conoció un sondeo realizado el pasado lunes por la consultora privada Ibarómetro que revela que seis de cada diez entrevistados creen que su economía personal mejoró en el último año, mientras que un porcentaje similar asegura que Argentina también mejoró su economía en igual período.
De cara el futuro, el 59 % de los encuestados piensa que su situación personal seguirá mejorando, mientras que un 52% cree que la situación del país mejorará o será igual de buena dentro de un año.
Si bien un 46 % de los entrevistados cree que la crisis desatada en Europa y Estados Unidos afectará en algún momento a Argentina, “los niveles de optimismo no han sido desacelerados e inclusive lucen cierto crecimiento”, apunta el trabajo de Ibarómetro.
La investigación de la UCA y TNS Gallup coincide a la hora de presentar perspectivas hacia el futuro de una evolución positiva o al menos estable de la economía argentina ya que un 35% de los consultados espera que la situación mejore en los próximos seis meses y un 45% prevé que se mantendrá igual.
Antes que por la crisis global, los argentinos están más preocupados por la fuerte subida de los precios al consumidor en su país: según el sondeo de la UCA y TNS Gallup, un 56% señala como una prioridad que se controle la inflación.
En este sentido, la consulta de Ibarómetro reveló que la presidenta argentina, Cristiana Fernández, que buscará su reelección, es por lejos (47 %) quien es percibida como el dirigente político más capacitado para controlar el problema de la inflación, un fenómeno que, paradójicamente se ha agudizado durante su Gobierno.
Esta posición de liderazgo otorgado a la mandataria tiene su correlato en las primarias celebradas el pasado 14 de agosto, en las que Fernández obtuvo el 50% de los votos, con 38 puntos de diferencia sobre el segundo candidato más votado, perfilándose como favorita para las presidenciales del 23 de octubre.
”Indudablemente el voto bolsillo ha estado y estará presente en las elecciones en Argentina de este año. Habiendo una etapa de bonanza económica razonable, hay en la gente una apuesta por la continuidad”, dijo a EFE el analista político Jorge Arias, de Polilat.
El aliento al consumo ha sido una de las líneas de la política económica adoptada por el Gobierno de Fernández, que optó por incentivar la demanda agregada, aún con sus costes en materia de inflación.
El jueves último, en la cena anual de la Unión Industrial Argentina, la mayor patronal del país, Fernández aseguró que su Gobierno va “a seguir sosteniendo el poder adquisitivo de los trabajadores” pues “la demanda agregada es clave para que haya oferta”.
En un mensaje para imprimir confianza entre los empresarios frente a lo temores que genera la crisis global, la mandataria dijo que no sólo va a mantener estas políticas, sino que las va a “profundizar”.
”El Gobierno seguirá incentivando el consumo porque cree que hay que mantener la demanda agregada vigorosa y que tener inflación -en la medida en que el déficit fiscal no sea un escándalo y que la expansión monetaria no sea extravagante- es preferible a desacelerar el nivel de actividad económica”, dijo a EFE el economista Pablo Tigani, de la Fundación Esperanza.
Tras la severa crisis de 2001-2002, Argentina creció desde 2003 a un ritmo promedio anual del 7% y para este año se espera que su economía se expanda un 8%, dejando para 2012 un piso de crecimiento del 5%, según fuentes oficiales.
Buenos Aires / EFE