Decisiones en su equipo
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Viernes 29 abril, 2011
Decisiones en su equipo
Toda acción es precedida por una decisión. Lo que sucede en un equipo es el resultado de la inteligencia, o de falta de ella, en las decisiones de sus miembros.
En cada instante percibimos situaciones y decidimos sobre ellas. Así, somos responsables directos por la forma en que interpretamos lo percibido y por las consecuencias de las acciones con las que reaccionamos.
Para Chopra: “Sea que nos guste o no, todo lo que está sucediendo en este momento es producto de las decisiones que tomamos en el pasado”. El futuro también se diseña con decisiones en el presente; aunque casi nunca se tiene toda la información suficiente para desplazar la intuición, las corazonadas y el instinto en el proceso de decidir. Según Sófocles, las decisiones rápidas son inseguras y para Benjamín Franklin, la peor decisión es la indecisión.
Con la advertencia de esos tres pensadores no queda más que aceptar que es por medio de las decisiones, como llegamos o no adonde queremos. El arrepentimiento, la culpa y la infelicidad, pueden originarse en malas decisiones. En cambio, la prosperidad se labra con disposiciones correctas en momentos precisos.
Un jugador de fútbol toma decisiones en milésimas de segundo que pueden hacer la diferencia entre el triunfo o el fracaso para su equipo. ¿Cómo puede él reaccionar con la conciencia tranquila, aun si se equivoca? En primer lugar, desde antes de recibir la pelota habrá visualizado qué es lo mejor que puede hacer con ella en beneficio de su equipo. Segundo, debe tener tan arraigados los valores que comparte con sus compañeros, que estos guían sus decisiones.
Los equipos se complican si quienes deciden no piensan en el bien común ni se orientan por los valores pactados. Se enredan cuando sus miembros no comparten criterios uniformes para decidir y caen en contradicciones irracionales, determinaciones basadas en prejuicios, miedo, desconfianza, avaricia, ira u otras emociones destructivas.
El camino al éxito se basa en decisiones valientes fundamentadas en principios de alto nivel, asumidas por personas con amplitud mental para percibir y con discernimiento inteligente para decidir.
¿Quiénes toman las decisiones claves en su equipo? ¿Están esas personas alineadas entre sí? ¿Basan sus determinaciones en los loables fines y valores que su organización pregona?
German Retana
german.retana@incae.edu
Toda acción es precedida por una decisión. Lo que sucede en un equipo es el resultado de la inteligencia, o de falta de ella, en las decisiones de sus miembros.
En cada instante percibimos situaciones y decidimos sobre ellas. Así, somos responsables directos por la forma en que interpretamos lo percibido y por las consecuencias de las acciones con las que reaccionamos.
Para Chopra: “Sea que nos guste o no, todo lo que está sucediendo en este momento es producto de las decisiones que tomamos en el pasado”. El futuro también se diseña con decisiones en el presente; aunque casi nunca se tiene toda la información suficiente para desplazar la intuición, las corazonadas y el instinto en el proceso de decidir. Según Sófocles, las decisiones rápidas son inseguras y para Benjamín Franklin, la peor decisión es la indecisión.
Con la advertencia de esos tres pensadores no queda más que aceptar que es por medio de las decisiones, como llegamos o no adonde queremos. El arrepentimiento, la culpa y la infelicidad, pueden originarse en malas decisiones. En cambio, la prosperidad se labra con disposiciones correctas en momentos precisos.
Un jugador de fútbol toma decisiones en milésimas de segundo que pueden hacer la diferencia entre el triunfo o el fracaso para su equipo. ¿Cómo puede él reaccionar con la conciencia tranquila, aun si se equivoca? En primer lugar, desde antes de recibir la pelota habrá visualizado qué es lo mejor que puede hacer con ella en beneficio de su equipo. Segundo, debe tener tan arraigados los valores que comparte con sus compañeros, que estos guían sus decisiones.
Los equipos se complican si quienes deciden no piensan en el bien común ni se orientan por los valores pactados. Se enredan cuando sus miembros no comparten criterios uniformes para decidir y caen en contradicciones irracionales, determinaciones basadas en prejuicios, miedo, desconfianza, avaricia, ira u otras emociones destructivas.
El camino al éxito se basa en decisiones valientes fundamentadas en principios de alto nivel, asumidas por personas con amplitud mental para percibir y con discernimiento inteligente para decidir.
¿Quiénes toman las decisiones claves en su equipo? ¿Están esas personas alineadas entre sí? ¿Basan sus determinaciones en los loables fines y valores que su organización pregona?
German Retana
german.retana@incae.edu