Crisis humanitaria de Haití cumple tres meses
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Lunes 12 abril, 2010
Consecuencias del terremoto del 12 de enero aún golpean a la población
Crisis humanitaria de Haití cumple tres meses
Debate político acerca de cómo enfrentar la reconstrucción del país incluyen a diversos líderes internacionales
Puerto Principe / EFE
Los asuntos políticos volvieron a la primera línea del debate público en Haití, donde la crisis humanitaria persiste tres meses después del devastador terremoto que causó 222.500 muertos en la capital, Puerto Príncipe, y varias localidades.
A pesar de que en los refugios, que acogen a las decenas de millares de desplazados, las preocupaciones son más bien de carácter socioeconómico, en medio de la precariedad, los temas políticos vuelven a tomar espacio en los medios de comunicación.
Las cuestiones sobre la renovación del personal político y las iniciativas tomadas por la Administración del presidente René Préval para la reconstrucción del país tras el sismo han provocado intervenciones intensas de lideres políticos.
La ex primera ministra del país Michèle Pierre-Louis ha dicho que la catástrofe del 12 de enero cambió el ambiente político e impuso "una situación de excepción".
Subrayó que antes de la fecha fatídica, "la plataforma presidencial Unidad se ponía en movimiento para ganar las legislaturas que debían celebrarse el 28 de febrero, modificar la Constitución e ir en buena posición hacia las elecciones presidenciales y locales del final del año".
Sin embargo, estas previsiones son ahora "casi imposibles de realizar" y opinó que frente al poder, "no hay nada" que hacer.
La oposición local recibió un golpe el 8 de abril cuando la Cámara de Diputados aprobó un controvertido proyecto de ley que prolonga por 18 meses el estado de urgencia en el país decretado inmediatamente después del sismo
Unas 40 organizaciones de distintos sectores políticos, incluidas unas cercanas al partido Lavalas, del ex presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, habían rechazado este proyecto de ley, que espera ahora la sanción del Senado.
Según las organizaciones, el proyecto es "inmoral" e "ilegal" y esconde la intención del Gobierno de utilizar dinero público en actividades proselitistas de cara a las próximas elecciones, cuya fecha aún no ha sido fijada.
"Pensamos que el poder utiliza la catástrofe para reforzarse", declaró Evans Paul, dirigente de la plataforma política Alternativa a Efe.
Por su lado, Préval reafirmó esta semana su intención de realizar elecciones presidenciales y legislativas a final del año.
Una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que finalizó el viernes una visita de evaluación de las condiciones para realizar elecciones en el país, dijo que los haitianos son los que deben decidir si van a organizar elecciones generales o no, y cuando las quieren organizar.
Según Paul, "el primer problema es la ausencia de confianza".
"Todo el mundo piensa que el presidente es juez y protagonista", agregó, y enfatizó que "Préval no tiene la dimensión de un árbitro".
Pierre-Louis, lamentó en su entrevista con Efe que "no se sienta el peso de una plataforma política que podría tomar un liderazgo (...) y un efecto de impulsión".
Manifestó que es "indispensable que un movimiento social se reconstituya y planté el problema de la reconstrucción recurriendo a los recursos internos, porque lo que está realmente en juego es la dependencia y todo lo que implica".
Como el conjunto de los sectores políticos locales saludó la generosidad de la comunidad internacional a ofrecer casi $10 mil millones a favor de Haití, pero se preguntó sobre el impacto real que pueda tener esta ayuda.
Asimismo, advirtió de que estas promesas sólo constituyen "la primera piedra" y argumentó que "los mecanismos de desembolso toman tiempo".
Sectores políticos cuestionan el proceso seguido por el Gobierno tras el sismo y critican que no se les tomaran en cuenta al momento de elaborar el Plan de Acción para el Relevo y el Desarrollo de Haití, lo que fue refutado por el Gobierno, que la calificó de "mezquindad".
La ex primera ministra echó en falta "la contribución nacional" y dijo: "hemos dejado el proceso en las manos de los extranjeros", con 250 expertos internacionales movilizados para elaborar el documento sobre el plan de reconstrucción.
Crisis humanitaria de Haití cumple tres meses
Debate político acerca de cómo enfrentar la reconstrucción del país incluyen a diversos líderes internacionales
Puerto Principe / EFE
Los asuntos políticos volvieron a la primera línea del debate público en Haití, donde la crisis humanitaria persiste tres meses después del devastador terremoto que causó 222.500 muertos en la capital, Puerto Príncipe, y varias localidades.
A pesar de que en los refugios, que acogen a las decenas de millares de desplazados, las preocupaciones son más bien de carácter socioeconómico, en medio de la precariedad, los temas políticos vuelven a tomar espacio en los medios de comunicación.
Las cuestiones sobre la renovación del personal político y las iniciativas tomadas por la Administración del presidente René Préval para la reconstrucción del país tras el sismo han provocado intervenciones intensas de lideres políticos.
La ex primera ministra del país Michèle Pierre-Louis ha dicho que la catástrofe del 12 de enero cambió el ambiente político e impuso "una situación de excepción".
Subrayó que antes de la fecha fatídica, "la plataforma presidencial Unidad se ponía en movimiento para ganar las legislaturas que debían celebrarse el 28 de febrero, modificar la Constitución e ir en buena posición hacia las elecciones presidenciales y locales del final del año".
Sin embargo, estas previsiones son ahora "casi imposibles de realizar" y opinó que frente al poder, "no hay nada" que hacer.
La oposición local recibió un golpe el 8 de abril cuando la Cámara de Diputados aprobó un controvertido proyecto de ley que prolonga por 18 meses el estado de urgencia en el país decretado inmediatamente después del sismo
Unas 40 organizaciones de distintos sectores políticos, incluidas unas cercanas al partido Lavalas, del ex presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, habían rechazado este proyecto de ley, que espera ahora la sanción del Senado.
Según las organizaciones, el proyecto es "inmoral" e "ilegal" y esconde la intención del Gobierno de utilizar dinero público en actividades proselitistas de cara a las próximas elecciones, cuya fecha aún no ha sido fijada.
"Pensamos que el poder utiliza la catástrofe para reforzarse", declaró Evans Paul, dirigente de la plataforma política Alternativa a Efe.
Por su lado, Préval reafirmó esta semana su intención de realizar elecciones presidenciales y legislativas a final del año.
Una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que finalizó el viernes una visita de evaluación de las condiciones para realizar elecciones en el país, dijo que los haitianos son los que deben decidir si van a organizar elecciones generales o no, y cuando las quieren organizar.
Según Paul, "el primer problema es la ausencia de confianza".
"Todo el mundo piensa que el presidente es juez y protagonista", agregó, y enfatizó que "Préval no tiene la dimensión de un árbitro".
Pierre-Louis, lamentó en su entrevista con Efe que "no se sienta el peso de una plataforma política que podría tomar un liderazgo (...) y un efecto de impulsión".
Manifestó que es "indispensable que un movimiento social se reconstituya y planté el problema de la reconstrucción recurriendo a los recursos internos, porque lo que está realmente en juego es la dependencia y todo lo que implica".
Como el conjunto de los sectores políticos locales saludó la generosidad de la comunidad internacional a ofrecer casi $10 mil millones a favor de Haití, pero se preguntó sobre el impacto real que pueda tener esta ayuda.
Asimismo, advirtió de que estas promesas sólo constituyen "la primera piedra" y argumentó que "los mecanismos de desembolso toman tiempo".
Sectores políticos cuestionan el proceso seguido por el Gobierno tras el sismo y critican que no se les tomaran en cuenta al momento de elaborar el Plan de Acción para el Relevo y el Desarrollo de Haití, lo que fue refutado por el Gobierno, que la calificó de "mezquindad".
La ex primera ministra echó en falta "la contribución nacional" y dijo: "hemos dejado el proceso en las manos de los extranjeros", con 250 expertos internacionales movilizados para elaborar el documento sobre el plan de reconstrucción.