Costa Rica Patrimonio de la Humanidad
| Martes 18 enero, 2011
Costa Rica Patrimonio de la Humanidad
Después de la revolución de 1948 en Costa Rica, el caudillo José María Figueres F, tuvo la audacia de abolir el ejército. Considerada en aquel entonces una de las ideas más absurdas y descabelladas, tomando en cuenta que recién se iniciaba la guerra fría y que aún se escuchaban por doquier el estruendo de cañones, aviones y ametralladoras.
También, Costa Rica, en los años 70, inició un proceso de protección de los recursos naturales, destinando para tal efecto, el 25% del territorio nacional a áreas protegidas, que más tarde impulsaría las políticas de desarrollo sostenible que hoy nos gobiernan y que nos dan una autoridad moral y práctica sobre el resto del orbe.
No hace mucho tiempo, nuestro país poseía el 5% de la biodiversidad total del planeta. Hoy tenemos solamente el 3% y a pesar de esto aún somos inmensamente ricos, pues es pequeño el tamaño de nuestra tierra. Empero, los acontecimientos actuales nos indican que ya no es preocupante, sino que ha llegado la hora de gritarle al mundo que necesitamos su urgente ayuda y que habremos de compartir con ellos nuestra riqueza, declarando nuestra tierra Patrimonio Mundial de la Humanidad para la conservación de la biosfera, como ya lo es el Cerro Zurquí, según decreto de la Organización de las Naciones Unidas.
Esto significa establecer un equilibrio entre el desarrollo y la tecnología por un mundo limpio, a través de obras de altísima tecnología para el desarrollo de sistemas de plantas de tratamiento, que tendrán como fin el saneamiento de todos nuestros ríos, así como la prohibición del manejo agrícola con productos químicos, pudiendo desarrollarse solamente la agricultura orgánica y que nuestros productos de la tierra sean aceptados en los mercados internacionales a precios preferenciales.
También la elaboración de energías limpias para el transporte y la industria que deberán adecuarse a estas políticas. Para las grandes potencias y países desarrollados esto será tan simple como una pequeña obra de jardinería, dada la proporción en cuanto al espacio de nuestro país.
Es importante acotar que el Gobierno de EE.UU., dispone de un fondo económico importante para sustentar proyectos que busquen la sanidad del ambiente y la implementación de políticas de desarrollo sostenible, como una forma de resarcir su negativa a adherirse a los tratados y protocolos que sobre ambiente se han realizado en el mundo. Así que nuestro acto de buena voluntad puede ser el inicio de un nuevo orden en el mundo que de todas maneras perecerá si no actuamos ahora.
Después de eso, venid aquí, habitantes del planeta: el noble ciervo, la paciente tortuga, el enigmático grillo, la exótica salamandra, las criaturas de los cielos y de los mares, y vosotros, hermanos del alma que, aunque estéis cansados y cargados de vuestras luchas y fragores de batalla, venid y bebed el agua más pura de la Tierra para que no olvidéis que en el principio el espíritu de Dios se movía sobre las aguas, y dejad las armas. Y disfrutad de nuestra paz, aunque sea por un momento, mientras restañáis las heridas, porque hay hombres que convencen en el intelecto, y son muy difíciles de vencer, porque manejan grandes argumentos. También hay hombres que convencen en el corazón, y estos son insuperables, porque la razón no entiende las cosas del corazón. Pero hay hombres que convencen en el espíritu, y estos son los elegidos, porque ¡Dios los ha enviado!
William Meneses CH.
Consultor SETENA
Después de la revolución de 1948 en Costa Rica, el caudillo José María Figueres F, tuvo la audacia de abolir el ejército. Considerada en aquel entonces una de las ideas más absurdas y descabelladas, tomando en cuenta que recién se iniciaba la guerra fría y que aún se escuchaban por doquier el estruendo de cañones, aviones y ametralladoras.
También, Costa Rica, en los años 70, inició un proceso de protección de los recursos naturales, destinando para tal efecto, el 25% del territorio nacional a áreas protegidas, que más tarde impulsaría las políticas de desarrollo sostenible que hoy nos gobiernan y que nos dan una autoridad moral y práctica sobre el resto del orbe.
No hace mucho tiempo, nuestro país poseía el 5% de la biodiversidad total del planeta. Hoy tenemos solamente el 3% y a pesar de esto aún somos inmensamente ricos, pues es pequeño el tamaño de nuestra tierra. Empero, los acontecimientos actuales nos indican que ya no es preocupante, sino que ha llegado la hora de gritarle al mundo que necesitamos su urgente ayuda y que habremos de compartir con ellos nuestra riqueza, declarando nuestra tierra Patrimonio Mundial de la Humanidad para la conservación de la biosfera, como ya lo es el Cerro Zurquí, según decreto de la Organización de las Naciones Unidas.
Esto significa establecer un equilibrio entre el desarrollo y la tecnología por un mundo limpio, a través de obras de altísima tecnología para el desarrollo de sistemas de plantas de tratamiento, que tendrán como fin el saneamiento de todos nuestros ríos, así como la prohibición del manejo agrícola con productos químicos, pudiendo desarrollarse solamente la agricultura orgánica y que nuestros productos de la tierra sean aceptados en los mercados internacionales a precios preferenciales.
También la elaboración de energías limpias para el transporte y la industria que deberán adecuarse a estas políticas. Para las grandes potencias y países desarrollados esto será tan simple como una pequeña obra de jardinería, dada la proporción en cuanto al espacio de nuestro país.
Es importante acotar que el Gobierno de EE.UU., dispone de un fondo económico importante para sustentar proyectos que busquen la sanidad del ambiente y la implementación de políticas de desarrollo sostenible, como una forma de resarcir su negativa a adherirse a los tratados y protocolos que sobre ambiente se han realizado en el mundo. Así que nuestro acto de buena voluntad puede ser el inicio de un nuevo orden en el mundo que de todas maneras perecerá si no actuamos ahora.
Después de eso, venid aquí, habitantes del planeta: el noble ciervo, la paciente tortuga, el enigmático grillo, la exótica salamandra, las criaturas de los cielos y de los mares, y vosotros, hermanos del alma que, aunque estéis cansados y cargados de vuestras luchas y fragores de batalla, venid y bebed el agua más pura de la Tierra para que no olvidéis que en el principio el espíritu de Dios se movía sobre las aguas, y dejad las armas. Y disfrutad de nuestra paz, aunque sea por un momento, mientras restañáis las heridas, porque hay hombres que convencen en el intelecto, y son muy difíciles de vencer, porque manejan grandes argumentos. También hay hombres que convencen en el corazón, y estos son insuperables, porque la razón no entiende las cosas del corazón. Pero hay hombres que convencen en el espíritu, y estos son los elegidos, porque ¡Dios los ha enviado!
William Meneses CH.
Consultor SETENA