Costa Rica visionaria desde hace dos siglos
Eduardo Cruickshank Smith redaccion@larepublica.net | Viernes 24 septiembre, 2021
Eduardo Cruickshank Smith
Diputado y Candidato Presidencial Partido Restauración Nacional
Conmemoramos, con gran júbilo y orgullo, 200 años de haber tomado la decisión de independizarnos y tomar el rumbo del país, sin la interferencia de ningún otro estado.
El júbilo que nos embarga no es solo por esa decisión en sí misma, sino por la forma en que ejercimos nuestra libertad, conduciendo al país por la vía de la democracia, de la solidaridad y de la equidad. Estos valores han estado presentes en las grandes decisiones del país y son la causa de que mientras el mundo tomaba un camino, Costa Rica tomaba otro.
Por ejemplo, en épocas donde las oligarquías concentraban la riqueza de los países y eran quienes decidían el rumbo de las naciones, Costa Rica decide promulgar las garantías sociales, lo que a su vez dio lugar a la universalización de los servicios de salud y educación, que fueron la clave para la generación de oportunidades y un equitativo reparto de la riqueza.
Mientras el mundo se militarizaba y las naciones se preparaban para la invasión de pueblos enemigos, Costa Rica decide desmilitarizarse.
Sí, con la mirada atónica y escéptica de las naciones, nuestra patria se hace a un lado del escenario bélico, sustituyendo las armas por libros para potenciar el conocimiento y el talento de sus ciudadanos, con un sistema de educación que nos permitió a muchos de nosotros ascender a una mejor calidad de vida.
En tiempos en que el mundo competía por alcanzar los primeros lugares en la exploración y explotación de combustibles fósiles, Costa Rica decide proteger su riqueza natural, creando 32 parques nacionales y 51 reservas de vida silvestre, demostrándole al mundo que sí es posible el progreso sostenible.
Nuestra Costa Rica ha destacado en el orbe al convertir a San José en la tercera ciudad del mundo y la primera en Iberoamérica en ser iluminada por energía eléctrica después de Nueva York y París y cuando el resto del mundo se electrificaba solo en las urbes, Costa Rica llevaba electricidad a todos los rincones del país, incluso donde financieramente no era rentable, todo en aras de garantizar oportunidades para todos.
Sí, es una historia de 200 años llena de hitos que nos han diferenciado y que han hecho de esta, una patria de oportunidades, para que cada uno de sus hijos pueda surgir, con esfuerzo y perseverancia.
Hoy rindo homenaje a todos los visionarios que, con sus decisiones valientes, forjaron esta historia de 200 años de vida independiente, pues es gracias a ellos que un hijo de 28 Millas, de Limón, esté hoy en este Plenario, proclamando un profundo amor a su patria.
Pero no todo es celebración.
Llegamos a 200 años de vida independiente afrontando graves crisis, de educación, de desempleo, de pobreza y desigualdad.
Hacia futuro, nos esperan grandes retos, los cuales debemos superar para preservar el legado del que nos enorgullecemos, anteponiendo los mismos valores que inspiraron a nuestros antepasados, de solidaridad, equidad y justicia.
Hoy cada uno de los logros que nos han distinguido como patria, están seriamente comprometidos. Salud, educación y trabajo, para todos, en todos los rincones del país, deben nuevamente, convertirse en una realidad tomando decisiones valientes.
Toda la institucionalidad del país debe abocarse a la generación de empleo. Ya basta de que el Gobierno sea un obstáculo al emprendedurismo y la atracción de inversión.
Toda la Administración Pública debe actuar anteponiendo el bien común, ningún otro interés debe prevalecer. Cada una de las instituciones del país, debe contribuir a elevar la competitividad del país, para salir, en el menor tiempo posible de esta crisis.
La mayoría de los problemas nacionales, tienen toda una institucionalidad para hallarle solución, tienen un marco normativo que señala los objetivos a alcanzar, tienen los programas y los estudios y los diagnósticos que trazan la senda a seguir, y varios de los problemas nacionales cuentan con fondos millonarios que mes a mes, crecen en cuentas bancarias.
Y a pesar de todo esto, el problema no se soluciona y más bien, año a año, se agrava.
Nos corresponde a los tomadores de decisión salvaguardar el legado de estos 200 años de vida independiente. Asumamos ese reto con la misma valentía y con los mismos valores de nuestros antepasados.
Rescatemos la Costa Rica de oportunidades, para que, en futuras celebraciones, los costarricenses nacidos en aquellos pueblos, que solo algunos han oído mencionar, y que casi nadie conoce, como el pueblo donde nací, puedan también formar parte de la toma de decisiones, para seguirnos diferenciando del resto del mundo.