Coreanos esperan un paso hacia la paz
| Martes 02 octubre, 2007
Coreanos esperan un paso hacia la paz
El presidente surcoreano cruza a pie la frontera, símbolo de la Guerra Fría
Seúl
EFE
Roh Moo-hyun, presidente surcoreano, cruzó a pie la frontera con Corea del Norte, último símbolo de la Guerra Fría vigilado por medio millón de soldados.
Este gesto simbólico marca el inicio de la segunda cumbre intercoreana en más de medio siglo, que celebrarán hasta el jueves Roh y el líder norcoreano, Kim Jong-il, en Pyongyang.
“Espero que, una vez la haya cruzado, más gente lo haga”, dijo Roh en un breve mensaje antes de caminar durante 30 metros a través de la Zona Desmilitarizada entre las dos Coreas junto con una decena de personas, entre ellas su esposa, y ser recibido por las autoridades norcoreanas.
Los surcoreanos aguardaban con esperanza, pero también cautela, los resultados para la paz de la histórica cumbre de tres días que comenzarán hoy martes en Pyongyang su presidente, Roh Moo-hyun, y el líder norcoreano, Kim Jong-il.
Seúl mantiene grandes espectativas en la posibilidad de que la reunión marque un antes y un después en el camino hacia la paz y la unificación para dos países que, técnicamente siguen en guerra desde hace medio siglo.
Pero la desconfianza que su población siente hacia sus vecinos del norte, con sus constantes idas y venidas, atempera en parte el ambiente y provocaba pequeñas manifestaciones de protesta en Seúl.
La reunión de Kim y Roh será la segunda en la historia entre los líderes de la nación coreana, dividida desde 1953, y la intención de ambos es que suponga un primer paso en el camino para asentar definitivamente la paz en la península.
El presidente surcoreano cruza a pie la frontera, símbolo de la Guerra Fría
Seúl
EFE
Roh Moo-hyun, presidente surcoreano, cruzó a pie la frontera con Corea del Norte, último símbolo de la Guerra Fría vigilado por medio millón de soldados.
Este gesto simbólico marca el inicio de la segunda cumbre intercoreana en más de medio siglo, que celebrarán hasta el jueves Roh y el líder norcoreano, Kim Jong-il, en Pyongyang.
“Espero que, una vez la haya cruzado, más gente lo haga”, dijo Roh en un breve mensaje antes de caminar durante 30 metros a través de la Zona Desmilitarizada entre las dos Coreas junto con una decena de personas, entre ellas su esposa, y ser recibido por las autoridades norcoreanas.
Los surcoreanos aguardaban con esperanza, pero también cautela, los resultados para la paz de la histórica cumbre de tres días que comenzarán hoy martes en Pyongyang su presidente, Roh Moo-hyun, y el líder norcoreano, Kim Jong-il.
Seúl mantiene grandes espectativas en la posibilidad de que la reunión marque un antes y un después en el camino hacia la paz y la unificación para dos países que, técnicamente siguen en guerra desde hace medio siglo.
Pero la desconfianza que su población siente hacia sus vecinos del norte, con sus constantes idas y venidas, atempera en parte el ambiente y provocaba pequeñas manifestaciones de protesta en Seúl.
La reunión de Kim y Roh será la segunda en la historia entre los líderes de la nación coreana, dividida desde 1953, y la intención de ambos es que suponga un primer paso en el camino para asentar definitivamente la paz en la península.