Cordón de tres dobleces

Jonathan Prendas Rodríguez

Consultor

Los abuelos siempre decían que las cosas se deben hacer bien a la primera para no tener que devolverse a corregirlo. Este principio de vida es aplicable a la realidad del país ahora que inicia un nuevo gobierno, una nueva asamblea legislativa y una nueva esperanza en el pueblo.

Costa Rica necesita que el cordón que tira de él sea fuerte, pero que no tense más de la cuenta, que entienda pero que no complazca intereses que no sean los del bien común.

Es así como la democracia le da una nueva oportunidad a la institucionalidad para hacer lo que el presidente prometió en campañay a la asamblea para que sea el contrapeso del ejecutivo, entendiendo este mandato como un facilitador o como un opositor responsable, mientras que a los medios de comunicación les toca el reto de formar opinión, informar los hechos y ser el balance entre lo que ambos poderes ya mencionados le quieran comunicar al pueblo.

Cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente, si estos tres pilares hacen responsablemente su trabajo, el país estará bien, avanzará y estará más cerca de salir de la actual crisis, de desarrollarse para bien de todos.

El secreto de quienes componen estos tres cordones es no ser el freno del otro, es convertirse en el potenciador de la sociedad como un todo, utilizando para ello la herramienta que la democracia presenta con conciencia y responsabilidad.

Este nuevo comienzo democrático, que representa este 8 de mayo, no debe ser visto con la cotidianidad de la costumbre, debe ser un llamado de atención para que todos los actores de la puesta en escena no se dejen tentar por intereses individuales, por agendas de conveniencia o por egoísmos que rayan en el celo de que el otro brille más.

Cada cuatro años el cordón de tres dobleces inicia bien, pero para que así siga se debe ser consciente que su conjunto no es un rebaño, sino que son fuerzas del sistema que intentan equilibrarse entre sí, no dejando de ver el bien social como el fin de todo lo que se hace.

Al final de cuentas Costa Rica somos todos, un error o abuso de unode los tres cordones significa que el todo del país se afecta, esa claridad es la que nos diferencia de países donde el éxito de los tres cordones es cultura y no la excepción, y es por lo que a veces sentimos que damos vueltas en el desierto buscando el ideal prometido.