Congreso estudia plan de Arias
| Martes 28 julio, 2009
Zelaya organiza “resistencia” desde Nicaragua
Congreso estudia plan de Arias
Nicaragua abrirá una oficina para que los hondureños denuncien violaciones a los derechos humanos
Tegucigalpa
AFP
El Congreso hondureño analizó ayer el plan del presidente costarricense, Oscar Arias, para resolver la crisis política creada por el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya, que aguarda acontecimientos desde la frontera nicaragüense.
El Congreso, que ha sesionado pocas veces desde el golpe de Estado del 28 de junio, fue citado luego de que el jueves el gobierno de facto de Roberto Micheletti remitiera a los demás poderes del Estado el plan del presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz Oscar Arias.
La sesión comenzó pasadas las 16H00 (22H00 GMT) con poco más de la mitad de los diputados del Congreso, de 128 miembros, pero por los procedimientos formales la discusión podría ser prolongada o no terminar este lunes.
Esta reunión del Congreso, que nunca sesiona los lunes, fue convocada mientras Zelaya permanece en la ciudad nicaragüense de Ocotal, cerca de la frontera con Honduras, y sus seguidores se movilizan para presionar al gobierno de facto a devolverle el poder.
Zelaya solicitó que sus compatriotas que han cruzado hacia Nicaragua para expresarle apoyo reciban el estatuto de refugiados, mientras organiza con ellos una “resistencia pacífica” que le permita recuperar el poder.
Según Carlos Arturo Reyna, uno de los estrechos colaboradores del mandatario derrocado, el equipo de Zelaya gestiona ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las autoridades nicaragüenses el estatuto de refugiados para sus seguidores, que “huyen de la represión” en Honduras.
La solicitud tiene como objetivo que los seguidores de Zelaya reciban condiciones apropiadas de albergue, alimentación y sanidad, mientras estén en Nicaragua.
En tanto, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas hondureñas, general Romeo Vásquez, visitó el lunes la frontera con Nicaragua y pasó por el lugar que Zelaya pisó fugazmente el viernes.
Vásquez llegó en helicóptero a inspeccionar a las tropas desplegadas en la zona fronteriza, donde está vigente desde el viernes un toque de queda para contener a centenares de zelayistas que llegaron a la zona.
El militar, que jugó un papel clave en el golpe de Estado del 28 de junio, estuvo brevemente cerca de la cadena que marca la frontera en Las Manos, a unos 100 km al sureste de Tegucigalpa, la misma que cruzó caminando Zelaya el viernes para luego volver a Nicaragua.
Desde Managua, se anunció oficialmente que Nicargua abrirá una oficina para que los hondureños denuncien por fax, correo electrónico o teléfono, lo que consideren violaciones a los derechos humanos del gobierno de Micheletti.
El procurador para la Defensa de los Derechos Humanos de Nicaragua, el sandinista Omar Cabezas, será el coordinador de la oficina, debido a que considera que los hondureños se encuentran indefensos desde el golpe de Estado que depuso a Zelaya.
Congreso estudia plan de Arias
Nicaragua abrirá una oficina para que los hondureños denuncien violaciones a los derechos humanos
Tegucigalpa
AFP
El Congreso hondureño analizó ayer el plan del presidente costarricense, Oscar Arias, para resolver la crisis política creada por el golpe de Estado contra el presidente Manuel Zelaya, que aguarda acontecimientos desde la frontera nicaragüense.
El Congreso, que ha sesionado pocas veces desde el golpe de Estado del 28 de junio, fue citado luego de que el jueves el gobierno de facto de Roberto Micheletti remitiera a los demás poderes del Estado el plan del presidente de Costa Rica y Premio Nobel de la Paz Oscar Arias.
La sesión comenzó pasadas las 16H00 (22H00 GMT) con poco más de la mitad de los diputados del Congreso, de 128 miembros, pero por los procedimientos formales la discusión podría ser prolongada o no terminar este lunes.
Esta reunión del Congreso, que nunca sesiona los lunes, fue convocada mientras Zelaya permanece en la ciudad nicaragüense de Ocotal, cerca de la frontera con Honduras, y sus seguidores se movilizan para presionar al gobierno de facto a devolverle el poder.
Zelaya solicitó que sus compatriotas que han cruzado hacia Nicaragua para expresarle apoyo reciban el estatuto de refugiados, mientras organiza con ellos una “resistencia pacífica” que le permita recuperar el poder.
Según Carlos Arturo Reyna, uno de los estrechos colaboradores del mandatario derrocado, el equipo de Zelaya gestiona ante el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y las autoridades nicaragüenses el estatuto de refugiados para sus seguidores, que “huyen de la represión” en Honduras.
La solicitud tiene como objetivo que los seguidores de Zelaya reciban condiciones apropiadas de albergue, alimentación y sanidad, mientras estén en Nicaragua.
En tanto, el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas hondureñas, general Romeo Vásquez, visitó el lunes la frontera con Nicaragua y pasó por el lugar que Zelaya pisó fugazmente el viernes.
Vásquez llegó en helicóptero a inspeccionar a las tropas desplegadas en la zona fronteriza, donde está vigente desde el viernes un toque de queda para contener a centenares de zelayistas que llegaron a la zona.
El militar, que jugó un papel clave en el golpe de Estado del 28 de junio, estuvo brevemente cerca de la cadena que marca la frontera en Las Manos, a unos 100 km al sureste de Tegucigalpa, la misma que cruzó caminando Zelaya el viernes para luego volver a Nicaragua.
Desde Managua, se anunció oficialmente que Nicargua abrirá una oficina para que los hondureños denuncien por fax, correo electrónico o teléfono, lo que consideren violaciones a los derechos humanos del gobierno de Micheletti.
El procurador para la Defensa de los Derechos Humanos de Nicaragua, el sandinista Omar Cabezas, será el coordinador de la oficina, debido a que considera que los hondureños se encuentran indefensos desde el golpe de Estado que depuso a Zelaya.