¿Cómo nos afecta el cambio del clima?
| Viernes 15 noviembre, 2013
El cambio del clima incide directamente en los cultivos, en la multiplicación y migración de vectores, entre otros fenómenos, con la consiguiente afectación no solo de la producción agropecuaria, sino de la salud humana misma y de la economía nacional
¿Cómo nos afecta el cambio del clima?
Entre los más calurosos desde 1850, se ubica 2013, al menos en su periodo de enero a setiembre.
Sin embargo, el que estemos abocados a un futuro más caluroso, como lo vaticina Michel Jarrud, secretario general de la Organización Mundial de la Meteorología, es apenas una parte de los efectos que sentimos y sentiremos como consecuencia del cambio climático.
Un asunto que debe ser eje transversal en el tratamiento de cualquier tema de interés nacional, más allá de que estemos o no en campaña política para elecciones nacionales.
Aunque el problema del cambio climático no lo ha generado Centroamérica, como bien lo recordaba el año pasado Andrés Morales, secretario del Centro de Coordinación para la Prevención de Desastres Naturales en América Central, sí sufriremos sus consecuencias.
Apuntó además Morales que, por eso mismo, la región debería pedir ayuda solidaria para construir en nuestros países soluciones permanentes ante las diferentes amenazas.
La subida del nivel del mar, por ejemplo, a veces de más de seis milímetros anuales en la región del Pacífico, como se ha dado en Filipinas, contribuyó en mucho a agravar las terribles consecuencias del reciente ciclón que asoló a ese país provocando miles de muertes.
El nivel del mar a escala mundial está subiendo una media de 3,2 milímetros desde 2010, lo cual duplica la media durante el siglo XX, afectando indudablemente a países como el nuestro, una franja con dos de sus límites hacia el mar.
Pero esto es solo una parte del problema, puesto que al interior del país el cambio del clima incide directamente en los cultivos, en la multiplicación y migración de vectores, entre otros fenómenos, con la consiguiente afectación no solo de la producción agropecuaria, sino de la salud humana misma y de la economía nacional.
Todo esto y mucho más, obliga a que los países por medio de sus gobiernos e instituciones estén preparados y actuando para minimizar estos efectos.
¿Qué estamos haciendo al respecto? ¿En qué medida y cómo estamos preparando a la población con el conocimiento y las herramientas para prevenir y actuar correctamente ante esta situación? ¿Seguiremos la nefasta costumbre de dejar todo para último momento, cuando ya apagar el incendio sea muy costoso pero de escasos resultados?