Colocación de títulos de deuda podría aumentar
| Lunes 25 febrero, 2008
Colocación de títulos de deuda podría aumentar
Aunque en 2007 solo diez empresas emitieron deuda en el mercado local, las condiciones este año podrían dar un nuevo impulso a la figura
Betzi Villalobos
bvillalobos@larepublica.net
Las bajas tasas de interés, un mercado bancario más concentrado y las restricciones que podrían imponer los nuevos “megabancos” que han llegado a la región podrían dar un nuevo impulso a los títulos de deuda corporativa, convirtiéndolos en una interesante opción tanto para el emisor como para el inversionista.
En el caso del emisor, salir al mercado a captar le permitiría reducir costos en cuanto a intereses y flexibilidad en el manejo de su pasivo, porque podría emitir bonos a distintos plazos, más ajustados a sus requerimientos de flujo de caja.
Adicionalmente, las bajas tasas de interés que se ofrecen en el mercado y el atractivo actual por los títulos en colones podrían ser aprovechados por los emisores que buscan financiamiento.
“Sin duda alguna, este es un excelente momento para que los emisores coloquen, pues la principal ventaja son las tasas bajas. Un emisor debe ver en el mercado la oportunidad para aprovechar la mayor demanda que existe por títulos en colones y examinar la viabilidad que tendría una colocación de mediano a largo plazo”, afirmó Roberto Venegas, presidente de Finanzas Corporativas.
Por otra parte, la llegada de grandes entidades bancarias puede ocasionar que nuevas medidas sean implantadas como restricciones para los ahorrantes, lo cual podría ocasionar que algunas personas empiecen a estudiar otras opciones más atractivas según sus necesidades.
“Este es un aspecto que aún no se puede probar, pero se podría esperar que la banca internacional ponga nuevos requisitos que generen condiciones más difíciles, esto se conoce en inglés como Name Learning, es decir, yo tengo entre mis clientes a aquellos que mejor conozco”, dijo Manuel Ossenbach, vicepresidente de Mercado de Capitales de Volio Capital.
Otro aspecto que podría ocasionar un mayor desarrollo de esta alternativa es la gran liquidez que hay actualmente en los mercados, lo que haría que los inversionistas busquen opciones en las cuales poder colocar su dinero y obtener beneficios de ello.
A pesar estas oportunidades, el camino no es tan claro para el desarrollo del mercado de deuda corporativa, ni tampoco para el inversionista que desee incursionar en este.
El problema radica en el escaso avance que ha tenido el instrumento en los últimos años, debido a varios factores, según mencionan algunos emisores.
Uno de ellos son los altos costos asociados a la emisión, la cantidad de requisitos regulatorios y la necesidad de buenas prácticas en términos de gobierno corporativo y transparencia, que son necesarios para que la empresa pueda emitir bonos.
“La decisión de ir a bolsa no es financiera, es estratégica. El tema es principalmente cultural, muy pocas empresas han entendido los beneficios que puede traer operar en un mercado bursátil, de manera que lo que hace falta es más promoción entre las empresas”, comentó Venegas.
Así por ejemplo, en 2007 solo diez empresas salieron al mercado a colocar títulos de deuda, solamente cuatro emisores más que en 2006.
A pesar de esto, los números muestran que los inversionistas sí están buscando nuevas alternativas donde colocar sus recursos.
Prueba de ello fue la sobreoferta que tuvo la colocación más grande realizada el año pasado, a cargo de Durman Esquivel, pues en la subasta donde colocó ¢10 mil millones, las ofertas llegaron hasta los ¢18.420 millones y la asignación fue a un precio promedio ponderado del 100,3%, que representa un rendimiento del 7% en colones.
Aunque en 2007 solo diez empresas emitieron deuda en el mercado local, las condiciones este año podrían dar un nuevo impulso a la figura
Betzi Villalobos
bvillalobos@larepublica.net
Las bajas tasas de interés, un mercado bancario más concentrado y las restricciones que podrían imponer los nuevos “megabancos” que han llegado a la región podrían dar un nuevo impulso a los títulos de deuda corporativa, convirtiéndolos en una interesante opción tanto para el emisor como para el inversionista.
En el caso del emisor, salir al mercado a captar le permitiría reducir costos en cuanto a intereses y flexibilidad en el manejo de su pasivo, porque podría emitir bonos a distintos plazos, más ajustados a sus requerimientos de flujo de caja.
Adicionalmente, las bajas tasas de interés que se ofrecen en el mercado y el atractivo actual por los títulos en colones podrían ser aprovechados por los emisores que buscan financiamiento.
“Sin duda alguna, este es un excelente momento para que los emisores coloquen, pues la principal ventaja son las tasas bajas. Un emisor debe ver en el mercado la oportunidad para aprovechar la mayor demanda que existe por títulos en colones y examinar la viabilidad que tendría una colocación de mediano a largo plazo”, afirmó Roberto Venegas, presidente de Finanzas Corporativas.
Por otra parte, la llegada de grandes entidades bancarias puede ocasionar que nuevas medidas sean implantadas como restricciones para los ahorrantes, lo cual podría ocasionar que algunas personas empiecen a estudiar otras opciones más atractivas según sus necesidades.
“Este es un aspecto que aún no se puede probar, pero se podría esperar que la banca internacional ponga nuevos requisitos que generen condiciones más difíciles, esto se conoce en inglés como Name Learning, es decir, yo tengo entre mis clientes a aquellos que mejor conozco”, dijo Manuel Ossenbach, vicepresidente de Mercado de Capitales de Volio Capital.
Otro aspecto que podría ocasionar un mayor desarrollo de esta alternativa es la gran liquidez que hay actualmente en los mercados, lo que haría que los inversionistas busquen opciones en las cuales poder colocar su dinero y obtener beneficios de ello.
A pesar estas oportunidades, el camino no es tan claro para el desarrollo del mercado de deuda corporativa, ni tampoco para el inversionista que desee incursionar en este.
El problema radica en el escaso avance que ha tenido el instrumento en los últimos años, debido a varios factores, según mencionan algunos emisores.
Uno de ellos son los altos costos asociados a la emisión, la cantidad de requisitos regulatorios y la necesidad de buenas prácticas en términos de gobierno corporativo y transparencia, que son necesarios para que la empresa pueda emitir bonos.
“La decisión de ir a bolsa no es financiera, es estratégica. El tema es principalmente cultural, muy pocas empresas han entendido los beneficios que puede traer operar en un mercado bursátil, de manera que lo que hace falta es más promoción entre las empresas”, comentó Venegas.
Así por ejemplo, en 2007 solo diez empresas salieron al mercado a colocar títulos de deuda, solamente cuatro emisores más que en 2006.
A pesar de esto, los números muestran que los inversionistas sí están buscando nuevas alternativas donde colocar sus recursos.
Prueba de ello fue la sobreoferta que tuvo la colocación más grande realizada el año pasado, a cargo de Durman Esquivel, pues en la subasta donde colocó ¢10 mil millones, las ofertas llegaron hasta los ¢18.420 millones y la asignación fue a un precio promedio ponderado del 100,3%, que representa un rendimiento del 7% en colones.