CHISPORROTEOS

CHISPORROTEOS

Una de las cosas que, como es costumbre en este país de Dios, serán objeto de una investigación cuyos resultados nunca se sabrán, es eso de los árboles derribados para que pase la trocha de la carretera Juan Rafael Mora, cuya madera se afirma fue vendida en Nicaragua para que aquí no nos diéramos cuenta. Ya verán ustedes que a lo más que llegará la investigación será a decir, como habría dicho Magón, que el del negocito fue Bupedra.
Será algo así como la investigación aquella de que hablé el miércoles sobre lo que pagamos en metros cúbicos cuando debíamos pagarlo en metros cuadrados. Tanto es así, que he recibido una comunicación por internet, en la que me sugieren solicitar que busquemos la posibilidad de que doña Laura se haga a un lado y nos deje un gobierno Baile
Se ha publicado una lista de embajadores que están dispersos por las partes más recónditas del mundo, todos conectados o emparentados con la campaña presidencial última, y cuya renuncia se va a pedir. Me parece muy bien. Lo que también me parece es que no hay razón para sustituirlos, pues los países (si países son) donde han estado acreditados no tienen representación aquí ni ciudadanos suyos residiendo en Costa Rica, y no hay razón para tener embajadores en esos países (si países son).
Lo que sí me parecería bien son dos cosas. Primera: que con esos dineros se nombren embajadores en los países americanos donde no los tenemos. Y segunda que en esas embajadas se nombre a diplomáticos de carrera. A esos diplomáticos de carrera no hay que ofrecerles el cargo, sino adjudicárselo. Un diplomático de carrera está a la disposición del Ministerio, y el Ministro lo envía al país donde lo necesite. El Ministro de Relaciones Exteriores sigue acertando, y ojalá acierte de nuevo
Eso de que la Presidenta del INVU renuncie porque hay una vacante en su Junta Directiva hace un montón de meses y el gobierno no la llena y por lo tanto la Junta Directiva no funciona, es de los más..... ¿cómo decirlo? de lo más típico que pueda darse en el actual gobierno. Buscar (no entre los adictos sino entre los aptos) un director para el INVU no es cosa del otro mundo. Lo es de este mundo en que vivimos.

Alberto F. Cañas