Casi $4 mil millones en obras públicas paralizadas
Carolina Acuña cacuna@larepublica.net | Lunes 06 diciembre, 2010
Bancos no logran usar nuevos tipos de financiamiento
Casi $4 mil millones en obras públicas paralizadas
Mientras los bancos Nacional y de Costa Rica quisieran invertir unos $4 mil millones en carreteras, escuelas y otras obras que el país necesita, mediante la herramienta de Fideicomisos de Desarrollo de Obra Pública, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), presidido por Alberto Dent, considera que ese mecanismo es riesgoso.
Un fideicomiso de desarrollo permitiría a un banco administrar dineros de inversionistas como fondos de pensión, para construir grandes proyectos, sean del Estado o del sector privado, cuyos ingresos eventuales cancelarían el fidecomiso.
Otra forma de financiar este tipo de proyectos sería mediante un grupo de bancos; sin embargo, coordinar los préstamos entre varios entes financieros hace que el costo del financiamiento incremente.
Por su parte, el Estado podría financiar las obras al colocar bonos; no obstante, esto implicaría un alza en las tasas de interés pagaderas por todos los actores económicos del país.
Por su parte, el Conassif teme a que la colocación de un monto significativo en un gran proyecto arriesgaría los ahorros de los inversionistas, en el caso de que el proyecto fracase.
Por eso, el Conassif está insistiendo en que haya una garantía para los inversionistas, y una restricción en el tipo de cliente bancario, cuyo dinero podría utilizarse en un fideicomiso, entre otros criterios, que a criterio de los bancos son excesivos.
Casi $4 mil millones en obras públicas paralizadas
Mientras los bancos Nacional y de Costa Rica quisieran invertir unos $4 mil millones en carreteras, escuelas y otras obras que el país necesita, mediante la herramienta de Fideicomisos de Desarrollo de Obra Pública, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif), presidido por Alberto Dent, considera que ese mecanismo es riesgoso.
Un fideicomiso de desarrollo permitiría a un banco administrar dineros de inversionistas como fondos de pensión, para construir grandes proyectos, sean del Estado o del sector privado, cuyos ingresos eventuales cancelarían el fidecomiso.
Otra forma de financiar este tipo de proyectos sería mediante un grupo de bancos; sin embargo, coordinar los préstamos entre varios entes financieros hace que el costo del financiamiento incremente.
Por su parte, el Estado podría financiar las obras al colocar bonos; no obstante, esto implicaría un alza en las tasas de interés pagaderas por todos los actores económicos del país.
Por su parte, el Conassif teme a que la colocación de un monto significativo en un gran proyecto arriesgaría los ahorros de los inversionistas, en el caso de que el proyecto fracase.
Por eso, el Conassif está insistiendo en que haya una garantía para los inversionistas, y una restricción en el tipo de cliente bancario, cuyo dinero podría utilizarse en un fideicomiso, entre otros criterios, que a criterio de los bancos son excesivos.