Calderón convoca diálogo para transformar Pemex
| Jueves 20 marzo, 2008
Calderón convoca diálogo para transformar Pemex
Dos Bocas, México
EFE
Felipe Calderón, presidente de México, convocó a un gran diálogo nacional para modernizar a Pemex sin necesidad de privatizarla y para garantizar la soberanía energética del país.
En la conmemoración del 70 aniversario de la expropiación de la industria petrolera, celebrada en la terminal marítima de Dos Bocas, en el estado mexicano de Tabasco, el mandatario salió al paso de las hipótesis sobre una posible privatización del Pemex y descartó tajantemente la venta de la mayor empresa de su país.
“En este aniversario refrendo como hace siete décadas el petróleo es y seguirá siendo de todos los mexicanos, así lo quiere el pueblo, así lo manda la Constitución y así lo asume el Gobierno, Pemex no se privatizará”, afirmó Calderón ante cientos de trabajadores petroleros.
El presidente mexicano respondía así a la movilización prevista para esta tarde por la izquierda mexicana, cuyo líder, Andrés Manuel López Obrador, convocó a sus seguidores en el zócalo capitalino para rechazar la privatización del petróleo.
Las dificultades de Pemex para explorar en aguas profundas abrió el debate en la sociedad mexicana sobre la posible apertura de la empresa al capital privado, a lo que se opone la izquierda.
En el mismo acto, Jesús Reyes Heroles, director de Pemex, pidió al Estado modificar el marco jurídico para que la empresa pueda asociarse con otras sociedades pero -matizó- “sin afectar la propiedad de la Nación sobre sus recursos, la soberanía energética, o la rectoría del Estado”.
Reyes Heroles afirmó que no es “razonable ni eficiente” que se exija a Pemex realizar por sí misma todas las operaciones críticas como son las exploración, producción de hidrocarburos, procesamiento de gas, transporte, almacenamiento y distribución, entre otras.
Calderón recordó que el 8 de marzo de 1938 el presidente Lázaro Cárdenas dio una lección de valentía y orgullo del carácter de los mexicanos al nacionalizar esa industria.
No obstante, el mandatario advirtió que actualmente Pemex afronta graves retos, principalmente con la caída de la producción y de sus reservas de hidrocarburos.
Recordó que México cuenta apenas con reservas probadas para apenas unos 9 años, con 14.700 millones de barriles, y que Cantarell su principal yacimiento en el Golfo de México, mantiene una reducción acelerada en su producción con 1,5 millones de barriles el año pasado, cifra 17% menor a la del año anterior.
También reiteró que México debe importar cuatro de cada 10 litros de gasolina que se consumen en el mercado interno, lo que provoca una sangría de más de $10 mil millones anuales.
Para contrarrestar la fuerte dependencia energética, Calderón informó de que ordenó “efectuar los estudios” para construir una nueva refinería en el país que permita incrementar la producción de petrolíferos y atender la demanda.
En 2007, Pemex produjo 3,08 millones de barriles diarios, cifra 5,3% inferior a los del ejercicio anterior y menor en un 8,8% al máximo nivel de producción alcanzado en 2004.
Por su parte, la ministra de Energía, Georgina Kessel, pidió a todos los sectores a participar en un proceso de diálogo para contar con una “visión común para enfrentar los retos de Pemex”.
Kessel convocó a los académicos, a los actores políticos y sociales, a los trabajadores petroleros, al sindicato, a la sociedad, a los partidos y legisladores y “escuchar todas las voces y que nadie quede fuera de este dialogo”.
“El reto es ser capaces de integrar posiciones, discutir abiertamente sin violencia y sin rupturas las ideas, queremos escuchar argumentos y posiciones”, dijo la ministra.
Dos Bocas, México
EFE
Felipe Calderón, presidente de México, convocó a un gran diálogo nacional para modernizar a Pemex sin necesidad de privatizarla y para garantizar la soberanía energética del país.
En la conmemoración del 70 aniversario de la expropiación de la industria petrolera, celebrada en la terminal marítima de Dos Bocas, en el estado mexicano de Tabasco, el mandatario salió al paso de las hipótesis sobre una posible privatización del Pemex y descartó tajantemente la venta de la mayor empresa de su país.
“En este aniversario refrendo como hace siete décadas el petróleo es y seguirá siendo de todos los mexicanos, así lo quiere el pueblo, así lo manda la Constitución y así lo asume el Gobierno, Pemex no se privatizará”, afirmó Calderón ante cientos de trabajadores petroleros.
El presidente mexicano respondía así a la movilización prevista para esta tarde por la izquierda mexicana, cuyo líder, Andrés Manuel López Obrador, convocó a sus seguidores en el zócalo capitalino para rechazar la privatización del petróleo.
Las dificultades de Pemex para explorar en aguas profundas abrió el debate en la sociedad mexicana sobre la posible apertura de la empresa al capital privado, a lo que se opone la izquierda.
En el mismo acto, Jesús Reyes Heroles, director de Pemex, pidió al Estado modificar el marco jurídico para que la empresa pueda asociarse con otras sociedades pero -matizó- “sin afectar la propiedad de la Nación sobre sus recursos, la soberanía energética, o la rectoría del Estado”.
Reyes Heroles afirmó que no es “razonable ni eficiente” que se exija a Pemex realizar por sí misma todas las operaciones críticas como son las exploración, producción de hidrocarburos, procesamiento de gas, transporte, almacenamiento y distribución, entre otras.
Calderón recordó que el 8 de marzo de 1938 el presidente Lázaro Cárdenas dio una lección de valentía y orgullo del carácter de los mexicanos al nacionalizar esa industria.
No obstante, el mandatario advirtió que actualmente Pemex afronta graves retos, principalmente con la caída de la producción y de sus reservas de hidrocarburos.
Recordó que México cuenta apenas con reservas probadas para apenas unos 9 años, con 14.700 millones de barriles, y que Cantarell su principal yacimiento en el Golfo de México, mantiene una reducción acelerada en su producción con 1,5 millones de barriles el año pasado, cifra 17% menor a la del año anterior.
También reiteró que México debe importar cuatro de cada 10 litros de gasolina que se consumen en el mercado interno, lo que provoca una sangría de más de $10 mil millones anuales.
Para contrarrestar la fuerte dependencia energética, Calderón informó de que ordenó “efectuar los estudios” para construir una nueva refinería en el país que permita incrementar la producción de petrolíferos y atender la demanda.
En 2007, Pemex produjo 3,08 millones de barriles diarios, cifra 5,3% inferior a los del ejercicio anterior y menor en un 8,8% al máximo nivel de producción alcanzado en 2004.
Por su parte, la ministra de Energía, Georgina Kessel, pidió a todos los sectores a participar en un proceso de diálogo para contar con una “visión común para enfrentar los retos de Pemex”.
Kessel convocó a los académicos, a los actores políticos y sociales, a los trabajadores petroleros, al sindicato, a la sociedad, a los partidos y legisladores y “escuchar todas las voces y que nadie quede fuera de este dialogo”.
“El reto es ser capaces de integrar posiciones, discutir abiertamente sin violencia y sin rupturas las ideas, queremos escuchar argumentos y posiciones”, dijo la ministra.