Bolivia recuerda dividida su gesta independentista
| Martes 26 mayo, 2009
Bolivia recuerda dividida su gesta independentista
Conmemoración revivió pugna entre el gobernante y los líderes opositores sucrenses
La Paz
EFE
Bolivia conmemoró ayer el bicentenario del primer alzamiento americano contra España, ocurrido en la ciudad de Sucre el 25 de mayo de 1809, bajo el signo de la división entre el Gobierno y la oposición, que celebraron la efeméride en actos separados y con intercambio de críticas.
El presidente Evo Morales, sus ministros y el cuerpo diplomático festejaron los 200 años del llamado “grito libertario” en la remota localidad de El Villar, a 203 kilómetros de Sucre y escogida por el oficialismo para este evento por haber sido la sede del cuartel de Juana Azurduy, una heroína de la independencia boliviana.
Por contra, en Sucre se celebró otro acto organizado por la Alcaldía de la ciudad y la Prefectura de Chuquisaca, al que acudieron los principales líderes de la oposición boliviana que acusaron a Morales de generar “división” en el país.
El presidente de Bolivia aprovechó la fecha para destacar que tras el colonialismo, el imperialismo y el neoliberalismo, los pueblos indígenas y los países “oprimidos” aún mantienen una lucha “democrática” por la “segunda liberación” de América.
El gobernante, de etnia aimara, destacó la historia de las insurrecciones indígenas contra el dominio español, ocurridas incluso antes del 25 de mayo de 1809, pero menos conocidas que el levantamiento de los mestizos y letrados que tuvo lugar en Sucre.
A esta insurrección siguió la de La Paz el 16 de julio y después la formación de una Junta de Gobierno en Quito el 10 de agosto del mismo año, mientras que en otras ciudades de América los alzamientos contra España se dieron en 1810.
“El pueblo que olvida su lucha y su historia es un pueblo que no tiene conciencia sobre su destino”, apuntó el mandatario, para quien el modelo económico “capitalista” es ahora el enemigo que deben vencer los pueblos.
En su discurso, transmitido por los medios estatales, Morales no olvidó citar al líder cubano Fidel Castro y al presidente venezolano, Hugo Chávez, como ejemplos, de una lucha por el “pueblo y la patria” y contra el “imperialismo”.
Desde Sucre, el ex presidente Jorge Quiroga, líder de la alianza opositora Poder Democrático y Social (Podemos), lamentó que Morales haya “insistido en distorsionar y manipular la historia, dividir y dañar a los bolivianos, ofender y dañar a Sucre y en manchar la patria”.
Quiroga calificó de “hiriente” que Morales, en cambio, viajara de forma sorpresiva el domingo hacia Ecuador para rendir homenaje al los 187 años de la Batalla de Pichincha.
Allí Morales se reunió con los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa, y Venezuela, Hugo Chávez.
“Qué triste que el 24 de mayo el presidente de Bolivia se vaya fuera del país a rendirle culto a su patrón don Hugo Chávez”, dijo el ex presidente.
La conmemoración del bicentenario de la insurrección de la ciudad de Sucre contra España ha reavivado otra vez la pugna que mantiene el gobernante contra los líderes opositores sucrenses desde el 2006.
La pelea se inició cuando la Asamblea Constituyente, controlada por el oficialismo, relegó la petición de Sucre de ser otra vez la sede de los tres poderes del Estado y no sólo del Judicial, como actualmente sucede (los otros dos está en La Paz desde 1899).
El conflicto derivó en violencia cuando en noviembre de 2007 murieron tres sucrenses en protestas antigubernamentales, y en mayo de 2008 un grupo indígena seguidor de Morales fue agredido y humillado en Sucre a manos de jóvenes opositores autonomistas.
Morales destacó ayer que los líderes de Sucre tienen una alianza con grupos radicales separatistas afincados en Santa Cruz, donde el mes pasado se descubrió una banda armada formada por extranjeros para crear una milicia que supuestamente pretendía la secesión cruceña.
Conmemoración revivió pugna entre el gobernante y los líderes opositores sucrenses
La Paz
EFE
Bolivia conmemoró ayer el bicentenario del primer alzamiento americano contra España, ocurrido en la ciudad de Sucre el 25 de mayo de 1809, bajo el signo de la división entre el Gobierno y la oposición, que celebraron la efeméride en actos separados y con intercambio de críticas.
El presidente Evo Morales, sus ministros y el cuerpo diplomático festejaron los 200 años del llamado “grito libertario” en la remota localidad de El Villar, a 203 kilómetros de Sucre y escogida por el oficialismo para este evento por haber sido la sede del cuartel de Juana Azurduy, una heroína de la independencia boliviana.
Por contra, en Sucre se celebró otro acto organizado por la Alcaldía de la ciudad y la Prefectura de Chuquisaca, al que acudieron los principales líderes de la oposición boliviana que acusaron a Morales de generar “división” en el país.
El presidente de Bolivia aprovechó la fecha para destacar que tras el colonialismo, el imperialismo y el neoliberalismo, los pueblos indígenas y los países “oprimidos” aún mantienen una lucha “democrática” por la “segunda liberación” de América.
El gobernante, de etnia aimara, destacó la historia de las insurrecciones indígenas contra el dominio español, ocurridas incluso antes del 25 de mayo de 1809, pero menos conocidas que el levantamiento de los mestizos y letrados que tuvo lugar en Sucre.
A esta insurrección siguió la de La Paz el 16 de julio y después la formación de una Junta de Gobierno en Quito el 10 de agosto del mismo año, mientras que en otras ciudades de América los alzamientos contra España se dieron en 1810.
“El pueblo que olvida su lucha y su historia es un pueblo que no tiene conciencia sobre su destino”, apuntó el mandatario, para quien el modelo económico “capitalista” es ahora el enemigo que deben vencer los pueblos.
En su discurso, transmitido por los medios estatales, Morales no olvidó citar al líder cubano Fidel Castro y al presidente venezolano, Hugo Chávez, como ejemplos, de una lucha por el “pueblo y la patria” y contra el “imperialismo”.
Desde Sucre, el ex presidente Jorge Quiroga, líder de la alianza opositora Poder Democrático y Social (Podemos), lamentó que Morales haya “insistido en distorsionar y manipular la historia, dividir y dañar a los bolivianos, ofender y dañar a Sucre y en manchar la patria”.
Quiroga calificó de “hiriente” que Morales, en cambio, viajara de forma sorpresiva el domingo hacia Ecuador para rendir homenaje al los 187 años de la Batalla de Pichincha.
Allí Morales se reunió con los mandatarios de Ecuador, Rafael Correa, y Venezuela, Hugo Chávez.
“Qué triste que el 24 de mayo el presidente de Bolivia se vaya fuera del país a rendirle culto a su patrón don Hugo Chávez”, dijo el ex presidente.
La conmemoración del bicentenario de la insurrección de la ciudad de Sucre contra España ha reavivado otra vez la pugna que mantiene el gobernante contra los líderes opositores sucrenses desde el 2006.
La pelea se inició cuando la Asamblea Constituyente, controlada por el oficialismo, relegó la petición de Sucre de ser otra vez la sede de los tres poderes del Estado y no sólo del Judicial, como actualmente sucede (los otros dos está en La Paz desde 1899).
El conflicto derivó en violencia cuando en noviembre de 2007 murieron tres sucrenses en protestas antigubernamentales, y en mayo de 2008 un grupo indígena seguidor de Morales fue agredido y humillado en Sucre a manos de jóvenes opositores autonomistas.
Morales destacó ayer que los líderes de Sucre tienen una alianza con grupos radicales separatistas afincados en Santa Cruz, donde el mes pasado se descubrió una banda armada formada por extranjeros para crear una milicia que supuestamente pretendía la secesión cruceña.