BMW saca ventaja con ligereza
Redacción La República redaccion@larepublica.net | Jueves 16 junio, 2011
BMW saca ventaja con ligereza
Bayerische Motoren Werke AG gastará $100 millones para sacar ventaja a sus rivales alemanes en el sector de los autos de lujo ingresando al negocio de las materias primas.
BMW está construyendo su propia fábrica de fibra de carbono –es la primera automotriz que lo hace- para asegurarse el suministro de este material liviano y menores gastos con el mejoramiento del proceso de producción.
Aunque la fibra de carbono cuesta veinte veces más que el acero, BMW está adoptando este material para reducir el peso de sus autos eléctricos y compensar el de sus baterías.
Mercedes Benz de Daimler AG y Audi de Volkswagen AG se han sumado al esfuerzo de BMW por adquirir ese material, que es un 50% más liviano que el acero, en tanto procuran cumplir con normas ambientales más estrictas.
BMW se ha asociado a SGL Carbon SE, el único productor del material con sede en Europa, para construir la planta, lo que llevó a VW a comprar el 9,9% de SGL para asegurarse su propio acceso. La batalla ha hecho de SGL la compañía de fibra de carbono más cara del mundo.
“La capacidad de producción de fibra de carbono no es tan grande, de modo que los fabricantes están buscando asegurarse el acceso”, dijo Robert Outram, gerente de programa de productos químicos para automóviles de Frost Sullivan de Oxford, Inglaterra. “No hay muchos que lo hagan bien. Es un juego estratégico de largo plazo.”
La inversión de VW en SGL llevó a Susanne Klatten, miembro de la familia Quandt, que es la mayor accionista de BMW, a aumentar su participación en SGL del 24% al 27%. La relación precio-ganancias de 43 de la compañía con sede en Wiesbaden, Alemania, es el doble del valor de sus rivales Toray Industries Inc., Teijin Ltd. y Hexcel Corp.
El peso es la principal preocupación de los fabricantes de autos de alta gama. Gran parte de sus ganancias proviene de los autos grandes, que suelen consumir más combustible que los modelos más chicos.
El Clase-S de $91 mil de Mercedes pesa 4.500 libras (2.041 kilos) y hace 25 millas (40 kilómetros) por galón (4,54 litros) en ruta, frente a 33 millas por galón para el Toyota Camry de 3.300 libras. Los vehículos eléctricos tienen mayor necesidad de reducir peso debido a sus baterías.
“En la movilidad eléctrica, el peso del automóvil será un factor decisivo”, dijo el director de finanzas de BMW, Friedrich Eichiner. “Hay una estrecha correlación entre el bajo peso del vehículo y su alcance en los autos eléctricos.”
Las automotrices en el pasado también evitaron la fibra de carbono porque las piezas requieren tiempos de secado que actualmente no son compatibles con el ritmo de las líneas de montaje.
Los fabricantes de aviones como Boeing Co. empezaron a utilizar el material mucho antes porque producen a un ritmo más lento y tienen que moldear estructuras más simples con los plásticos reforzados.
Debido al poco peso del carbono, la industria de las bicicletas usa fibra de carbono desde la década de 1980. El material ayudó a Greg LeMond a ganar el Tour de France tres veces.
Londres
Bayerische Motoren Werke AG gastará $100 millones para sacar ventaja a sus rivales alemanes en el sector de los autos de lujo ingresando al negocio de las materias primas.
BMW está construyendo su propia fábrica de fibra de carbono –es la primera automotriz que lo hace- para asegurarse el suministro de este material liviano y menores gastos con el mejoramiento del proceso de producción.
Aunque la fibra de carbono cuesta veinte veces más que el acero, BMW está adoptando este material para reducir el peso de sus autos eléctricos y compensar el de sus baterías.
Mercedes Benz de Daimler AG y Audi de Volkswagen AG se han sumado al esfuerzo de BMW por adquirir ese material, que es un 50% más liviano que el acero, en tanto procuran cumplir con normas ambientales más estrictas.
BMW se ha asociado a SGL Carbon SE, el único productor del material con sede en Europa, para construir la planta, lo que llevó a VW a comprar el 9,9% de SGL para asegurarse su propio acceso. La batalla ha hecho de SGL la compañía de fibra de carbono más cara del mundo.
“La capacidad de producción de fibra de carbono no es tan grande, de modo que los fabricantes están buscando asegurarse el acceso”, dijo Robert Outram, gerente de programa de productos químicos para automóviles de Frost Sullivan de Oxford, Inglaterra. “No hay muchos que lo hagan bien. Es un juego estratégico de largo plazo.”
La inversión de VW en SGL llevó a Susanne Klatten, miembro de la familia Quandt, que es la mayor accionista de BMW, a aumentar su participación en SGL del 24% al 27%. La relación precio-ganancias de 43 de la compañía con sede en Wiesbaden, Alemania, es el doble del valor de sus rivales Toray Industries Inc., Teijin Ltd. y Hexcel Corp.
El peso es la principal preocupación de los fabricantes de autos de alta gama. Gran parte de sus ganancias proviene de los autos grandes, que suelen consumir más combustible que los modelos más chicos.
El Clase-S de $91 mil de Mercedes pesa 4.500 libras (2.041 kilos) y hace 25 millas (40 kilómetros) por galón (4,54 litros) en ruta, frente a 33 millas por galón para el Toyota Camry de 3.300 libras. Los vehículos eléctricos tienen mayor necesidad de reducir peso debido a sus baterías.
“En la movilidad eléctrica, el peso del automóvil será un factor decisivo”, dijo el director de finanzas de BMW, Friedrich Eichiner. “Hay una estrecha correlación entre el bajo peso del vehículo y su alcance en los autos eléctricos.”
Las automotrices en el pasado también evitaron la fibra de carbono porque las piezas requieren tiempos de secado que actualmente no son compatibles con el ritmo de las líneas de montaje.
Los fabricantes de aviones como Boeing Co. empezaron a utilizar el material mucho antes porque producen a un ritmo más lento y tienen que moldear estructuras más simples con los plásticos reforzados.
Debido al poco peso del carbono, la industria de las bicicletas usa fibra de carbono desde la década de 1980. El material ayudó a Greg LeMond a ganar el Tour de France tres veces.
Londres