Avanzar hacia las finanzas en orden

Llevar un estilo de vida desordenado en las finanzas roba la paz a cualquier persona. Generalmente, las deudas vienen acompañadas de problemas de sueño, estrés y preocupaciones constantes ante las gestiones de cobro, a nadie le gusta vivir con deudas, pero es la realidad de una gran mayoría de personas en el país.

La encuesta “Endeudamiento de los hogares costarricenses”, elaborada por la Oficina del Consumidor Financiero (OCF), dio a conocer que seis de cada diez personas en Costa Rica viven con problemas financieros debido al desconocimiento de herramientas, el inadecuado manejo de las tarjetas de crédito y una mala planificación.

Las finanzas personales son una de las mayores preocupaciones en los hogares y ante un contexto tan volátil y cambiario como el de hoy, los riesgos por ver comprometido el capital, las fuentes de ingresos y los ahorros podrían estar cerca de cualquier mal manejo financiero.

Estos hechos alertan y nos hacen pensar en las responsabilidades de las entidades financieras: ¿estamos comunicando con accesibilidad todas las opciones de productos que podrían favorecer al consumidor? ¿somos lo suficientemente claros a la hora de hablar sobre tasas de interés y plazos? ¿consideramos apoyar integralmente para evitar el endeudamiento de los clientes?

En Financiera CAFSA, por ejemplo, asesoramos financieramente a nuestros clientes y somos enfáticos en que tanto las empresas como las personas, deben tener un ahorro de emergencia que les permita hacer frente a situaciones que no se tienen presupuestadas.

Ser sano financieramente no significa no tener deudas, significa planificar de la mejor manera que los ingresos que se reciben estén acorde a nuestras posibilidades de pagos. Todos los días nos vemos expuestos a promociones y es comprensible verse tentado, sin embargo, se debe tener consciencia de que, debido a la aplicación de inteligencia artificial en medios digitales, siempre nos llegará la oferta perfecta del producto que nos gusta, y que debemos ser prudentes en esas decisiones.

Hemos procurado cambiar el concepto de la tarjeta de crédito, no se trata de despilfarrar los fondos como un préstamo sin fin, sino más bien construimos en la utilización consciente de ella para planificar compras, como hoja de ruta, de tal forma que a la fecha del corte se pueda pagar el monto adeudado y no se acumulen intereses.

La educación financiera es un reto que se debe trabajar desde la niñez y que hoy, necesitamos esfuerzos conjuntos para evitar el sobreendeudamiento en las personas, un problema que agobia y ha sido durante años el detractor de individuos y familias costarricenses.