Predicciones electorales
| Sábado 13 octubre, 2012
Con el Lector
Predicciones electorales
La mejor bola mágica para predecir ciertos eventos especialmente en la política nacional puede ser simplemente volver la mirada atrás para hacer una retrospectiva de lo que ya ha ocurrido.
Por eso, empezar a pronosticar desde ya, cuál va a ser el tema principal de la futura campaña electoral, o al menos la del último año, porque algunos la empezaron desde que Laura Chinchilla asumió, no debe ser tan difícil.
Violencia y crimen se sigue mencionando como el principal problema que afecta a los costarricenses. No será raro empezar a escuchar a quienes queden para la recta final, retomando este tema una vez más como su punta de lanza electoral.
Pero lo importante no es el tema en sí, sino el nivel de éxito que signifique para un partido político hablar de estos temas, y proponer, aunque sea desde una perspectiva a veces ligera, posibles soluciones.
Recientemente leí un estudio elaborado en la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica, donde se lograba medir el efecto que tuvo el mensaje de lucha de uno de los partidos políticos contra la delincuencia.
Lograron demostrar que en los cantones más violentos del país, el efecto de abstencionismo lograba reducirse notoriamente. Al final, se encontró que el mensaje tuvo un peso de aproximadamente el 20% sobre la decisión de los ciudadanos de acudir a las urnas.
Hay, de esto, dos enseñanzas principales.
Primero: Los procesos electorales se han cargado de campañas sucias, ligeras, y meramente populistas; en donde los comandos aprovechan las principales preocupaciones de la gente para hacer de eso temas de ataque y de llevar agua a sus molinos.
Segundo: Los costarricenses merecemos que lo que nos prometen cada cuatro años, no venga solamente de una respuesta a lo que dicen las encuestas. Que las propuestas que surjan sean verdaderos planes-país, que marquen el derrotero de mediano y largo plazo, y no simplemente promesas a veces vacías que en muchos casos ni siquiera llegan a cumplirse.
Mi bola mágica está encendida, y hasta ahora no ha visto nada de lo segundo.
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net
Predicciones electorales
La mejor bola mágica para predecir ciertos eventos especialmente en la política nacional puede ser simplemente volver la mirada atrás para hacer una retrospectiva de lo que ya ha ocurrido.
Por eso, empezar a pronosticar desde ya, cuál va a ser el tema principal de la futura campaña electoral, o al menos la del último año, porque algunos la empezaron desde que Laura Chinchilla asumió, no debe ser tan difícil.
Violencia y crimen se sigue mencionando como el principal problema que afecta a los costarricenses. No será raro empezar a escuchar a quienes queden para la recta final, retomando este tema una vez más como su punta de lanza electoral.
Pero lo importante no es el tema en sí, sino el nivel de éxito que signifique para un partido político hablar de estos temas, y proponer, aunque sea desde una perspectiva a veces ligera, posibles soluciones.
Recientemente leí un estudio elaborado en la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad de Costa Rica, donde se lograba medir el efecto que tuvo el mensaje de lucha de uno de los partidos políticos contra la delincuencia.
Lograron demostrar que en los cantones más violentos del país, el efecto de abstencionismo lograba reducirse notoriamente. Al final, se encontró que el mensaje tuvo un peso de aproximadamente el 20% sobre la decisión de los ciudadanos de acudir a las urnas.
Hay, de esto, dos enseñanzas principales.
Primero: Los procesos electorales se han cargado de campañas sucias, ligeras, y meramente populistas; en donde los comandos aprovechan las principales preocupaciones de la gente para hacer de eso temas de ataque y de llevar agua a sus molinos.
Segundo: Los costarricenses merecemos que lo que nos prometen cada cuatro años, no venga solamente de una respuesta a lo que dicen las encuestas. Que las propuestas que surjan sean verdaderos planes-país, que marquen el derrotero de mediano y largo plazo, y no simplemente promesas a veces vacías que en muchos casos ni siquiera llegan a cumplirse.
Mi bola mágica está encendida, y hasta ahora no ha visto nada de lo segundo.
Luis Valverde
lvalverde@larepublica.net