La violencia aumenta en el país
| Sábado 20 diciembre, 2014
La mejor alternativa seguirá siendo la educación, pues se ha visto que estas bandas reclutan menores de edad que dejan los estudios
La violencia aumenta en el país
Las bandas delincuenciales nos están azotando cada vez más duro. En Puntarenas maleantes atrincherados abren fuego contra los representantes de la ley con saldo trágico, muriendo tres hampones y resultando heridos dos agentes de la seguridad.
Los grupos criminales se están disputando territorios, sembrando a la vez pánico en los ciudadanos honrados que viven horas de angustia. Nunca ha existido tanta violencia en el país como la que estamos viendo ahora, donde ni la intervención de la Fuerza Pública devuelve a las familias la tranquilidad que hubo cuando éramos un país pacífico. ¿Qué nos ha pasado?, cuando hay violencia en Limón, en Puntarenas y ahora en Desamparados, con “focos rojos” totalmente encendidos en ese extenso territorio con narcos actuando a todas horas del día.
En Desamparados, cuna de eminentes educadores, la Fuerza Pública ha tenido que ser reforzada con un importante número de efectivos. A como están las cosas, tendrán que ver cómo se las ingenian para combatir esos “comandos” de delincuentes atrincherados en “búnkeres o tierra de nadie” atestados de drogas y armas, a veces favorecidos por la impunidad y hasta por la corrupción en una zona que se ha desprotegido desde hace varios años. Su descuido ha provocado el surgimiento y la consolidación de estos grupos delincuenciales que roban, asaltan, distribuyen drogas y ahora están convertidos en criminales.
Este problema en Desamparados ha ido in crescendo en los últimos tiempos permitiendo la actuación impune de esas bandas asesinas que se han adueñado del sur de la capital donde algunas veces ni la policía puede llegarles. Estos grupos tienen vigilantes llamados “campanas” que dan aviso cuando la Fuerza Pública se les aproxima con lo que evitan ser detenidos.
En todo esto, lo que preocupa es saber que así comenzaron otros países que tenemos muy cerca convertidos ahora en verdadero infierno.
Cada vez es mayor la proliferación de predios sin ningún control y tugurios irregulares en la periferia de nuestra ciudad capital. Cualquier casa o propiedad que ha pertenecido a narcotraficantes al momento de pasar a ser propiedad del Estado, es dejada a la libre, sin ninguna vigilancia, como hecho a propósito para que en poco tiempo, sea ocupada por grupos de personas que no hacen otra cosa más que delinquir.
Es más, se adueñan de esas propiedades y las desmantelan a vista y paciencia de las autoridades para que luego les sirva para cobrar cuantiosas sumas de dinero al gobierno cada vez que deciden sacarlos.
Mientras tanto, son los nuevos búnkeres utilizados para guardar las armas, todo lo que roban, protegerse de las autoridades, distribuir las drogas y podrir la mente de la juventud. Advierto, nos está “agarrando” tarde, perdemos el tiempo, estamos dando ventaja en nuestro país considerado el más feliz del mundo y uno de los más seguros para vivir.
La mejor alternativa seguirá siendo la educación, pues se ha visto que estas bandas reclutan menores de edad que dejan los estudios. También fomentar las fuentes de trabajo bajando impuestos a las empresas que los proporcionan, así como la energía eléctrica.
Eliseo Valverde Monge