Cada nuevo presidente se asesora con las mismas personas del gobierno saliente. Necesitamos otros profesionales idóneos al cargo y no “amigos” puestos a dedillo, que han demostrado no ser aptos

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¡Elecciones presidenciales! Los mismos de siempre…

El próximo año estaremos enfrentando un escenario de elecciones presidenciales, una vez más.
De nuevo los partidos minoritarios tratarán de sobresalir y los partidos mayoritarios buscarán adhesiones estratégicas.
Escucharemos discursos esperanzadores y conmovedores pero muchos los podrían considerar falaces.
Se realizarán negociaciones de candidaturas a puertas cerradas, para así asegurar un cargo bien remunerado; al menos esa es la percepción de una buena parte de la ciudadanía.
Podemos reflexionar que el problema no radica en nuestro sistema jurídico, sino más bien en la ambición personal de sus aspirantes, ¡los mismos de antaño!
De nuevo seremos “libres” para elegir a nuestro gobernante, ejercitando nuestra opinión y a su vez nos sentiremos parte de la democracia existente en nuestro país.
Estaremos viviendo tiempos de cambios, los cuales pasarán a ser parte de nuestra historia, para bien o para mal, las elecciones presidenciales ocurren cada cuatro años, esto implica tener un nuevo Presidente de la República y a su vez un nuevo gabinete de gobierno.
En los últimos años hemos notado que el cambio de gobierno se ha convertido solamente en un espejismo ya que se realiza a medias, se percibe que lo que realmente sucede es que pasan a un ministro de una cartera a otra, por ejemplo, al Ministro de Turismo del gobierno saliente pasa a ser Ministro de Hacienda del gobierno entrante, etc.
El cambio de gobierno nos hace pensar que este aportará mejores planes, estrategias, ideas, pero al fin y al cabo es más de lo mismo.
El inconveniente podría ser que cada vez que llega al poder un presidente se asesora con las mismas personas del gobierno saliente.
Para solucionar los problemas que actualmente aquejan a la población costarricense ocupamos caras nuevas y con ello ideas nuevas; necesitamos profesionales idóneos a su cargo y no “amigos” puestos a dedillo, que con el tiempo han demostrado no ser aptos para llevar cargos tan importantes.
En nuestro país existen profesionales en diversas áreas provenientes de universidades públicas o privadas, deseosos de incorporarse al mercado laboral, muchos de ellos cuentan con una preparación integral, por lo tanto llama la atención que cada cuatro años utilicen a los mismos de siempre.

Andrea Gómez Calvo

Estudiante de derecho