Llegar al Congreso es más difícil que en 2010

Cuesta más empinada para minoritarios

Necesitarán hasta 5 mil votos más para conseguir un diputado

Llegar a Cuesta de Moras, donde se ubica la sede del Congreso, sería más empinado para los partidos minoritarios que pretenden elegir al menos un diputado en las elecciones de febrero de 2014.

Si se compara con los comicios anteriores, los grupos emergentes tendrían que conseguir hasta 5 mil votos más en cada una de las provincias para lograr su cometido.
Esto, porque al aumentar el número de votantes en relación con 2010, se incrementa automáticamente la cifra mágica que se requiere para elegir un legislador de forma directa.
Asimismo, los residuos que permitieron al Frente Amplio, Renovación Costarricense y Restauración Nacional llevar un representante al Congreso actual, también aumentarán en esta elección, por lo que las opciones de los emergentes son menores que hace cuatro años.
Por ejemplo, asumiendo que el abstencionismo se mantenga igual que en 2010, los candidatos a diputados por San José necesitarían como mínimo 36 mil votos para ser electos por el sistema de cociente. Hace cuatro años, esa cifra fue de 34 mil sufragios.
Mientras que en el caso hipotético de que todos los josefinos voten el 2 de febrero, el umbral sería de 55 mil votos.
Esto implica que independientemente de cuántas personas voten, siempre va a aumentar la cifra mágica en todas las provincias.
El sistema de elección directa deja fuera del ring a los grupos minoritarios, si se considera el apoyo histórico que han recibido, pues solo en contadas ocasiones logran superar la cifra mágica del cociente y solo se cuelan en Cuesta de Moras, gracias a que a los partidos grandes no les alcanzan los votos para repartirse todas las curules en disputa en una primera ronda.
En ese sentido, fue en una segunda etapa de reparto, que José María Villalta del Frente Amplio y los evangélicos Carlos Avendaño de Restauración Nacional y el polémico Justo Orozco lograron su curul en las elecciones de 2010, con residuos muy por debajo de la cifra mágica.
“En términos generales se complica más el llegar al Congreso, porque los partidos tienen que conseguir más votos. Esta situación podría favorecer a los partidos grandes para aumentar su número ”, explica Vladimir de la Cruz, columnista de LA REPÚBLICA y excandidato a la presidencia.
Además, agrega de la Cruz, que al no realizarse en febrero las elecciones municipales, a los partidos pequeños se les dificulta más, porque carecen de una base social que se movilice el día de la elección, caso contrario a los partidos grandes, que activaron ese proceso con sus respectivas convenciones.
Por otra parte, la lucha por una curul para los partidos minoritarios se complica más fuera de la capital, debido a que en las restantes provincias son menos los puestos elegibles.
Pese a que el camino es más empinado para ellos, los candidatos a la Presidenci por esos partidos, consideran que esto no será impedimento para multiplicarse en la Asamblea Legislativa.
Uno de ellos es Orozco, quien cree que su lucha en contra de las uniones civiles de personas del mismo sexo, le puede dar réditos políticos.
Esto, porque “mucha gente piensa igual que este servidor y no quieren la pérdida de valores y de la familia, que significan validar las uniones homosexuales”.
El diputado y candidato por Renovación Costarricense aclara que su lucha en este tema no tiene tintes electorales, aunque sí destaca que sus eventuales sucesores mantendrían una férrea oposición a este tema.
Otro partido que podría desafiar, por ahora, las condiciones adversas es el Frente Amplio, por la imagen que tiene su diputado actual.
No obstante, hay que recordar que la campaña de diputados se basa en el conocimiento de los aspirantes y por el momento, los de ese partido son desconocidos, al igual que los de otros grupos.

Esteban Arrieta
earrieta@larepublica.net