Acuerdo con Irán favorecerá comercio

Los fabricantes de automóviles franceses PSA Peugeot Citroën y Renault SA y las empresas que transportan petróleo iraní son algunas de las que saldrán beneficiadas con el acuerdo a seis meses destinado a controlar el programa nuclear de Irán en tanto se alivian las sanciones que pesan sobre el comercio con el Estado del Golfo Pérsico.
El acuerdo logrado ayer en Ginebra entre Irán y seis potencias mundiales, incluidos los Estados Unidos y sus socios de la Unión Europea, también aliviará las restricciones sobre los petroquímicos, los repuestos para aviación, el oro, y los seguros para los barcos petroleros. Además, permitirá a Irán seguir exportando petróleo en los niveles actuales en vez de imponer más reducciones.
A cambio, el acuerdo requiere que Irán reduzca actividades nucleares sensibles, que disminuya su reserva de uranio enriquecido y acepte mayores inspecciones internacionales de sus plantas nucleares.
Los beneficios comerciales iniciales derivados del acuerdo de Ginebra tal vez parezcan modestos, y dependen de que Irán respete su parte de la negociación y de que el gobierno de Obama venza la presión parlamentaria para imponer sanciones más estrictas.
Las empresas estadounidenses no estarán en posición de beneficiarse dado que casi todo el comercio estadounidense con Irán al margen de los alimentos y la medicina estuvo proscripto durante décadas.
Otros sectores importantes como el petróleo y la banca también quedarán afuera. El acuerdo no aliviará las restricciones que afectan a la mayoría de los bancos iraníes y por las que es prácticamente imposible para Irán acceder al sistema financiero global.
Tampoco será una bendición para las empresas petroleras multinacionales como Total SA de Francia, Eni SpA de Italia o Statoil ASA de Noruega debido a que se mantendrán las restricciones sobre el sector energético iraní y el embargo petrolero de la UE sobre Irán.
La mayor significación del acuerdo es, quizá, que constituye la primera interrupción en un modelo de sanciones cada vez más estrictas y un primer paso para el regreso de Irán a la economía internacional.
“Para nosotros es una buena noticia, ya que Irán constituye un mercado importante para Renault”, dijo en una entrevista telefónica Florence Goldfiem, directora de comunicaciones del fabricante de automóviles con sede en Boulogne-Billancourt. “Esperamos ver cuáles son las condiciones en el país para volver a desplegar nuestras actividades”.
Además de Renault, el segundo fabricante más grande de automóviles francés, el acuerdo puede abrir la puerta del comercio con Irán a posibles beneficiarios como los operadores de oro de Turquía, los refinadores de petróleo de India y los aseguradores de transporte en Londres.

Bloomberg