¡Warriors, imparables!

Once triunfos al hilo y un Steve Curry inspirado tienen a los Golden State Warriors como la franquicia con el mejor inicio de la temporada de la NBA.
Estos números en épocas atrás únicamente fueron logrados por dos equipos: los Celtics de Boston, en dos ocasiones, en las campañas 1957-1958 y 1964-1965, y los Bulls de Chicago, encabezados por Michael Jordan.
Los Warriors han comenzado inspirados la temporada, guiados por un Stephen Curry, quien también anda intratable.
El mejor jugador (MVP) de la temporada pasada va por el mismo camino y nadie le hace competencia.
Promedia 33,4 puntos, 5,1 rebotes y 5,6 asistencias por partido. Es también el tercer jugador que más balones roba (2,5 por noche).
Además, suma ya 57 triples (en 11 partidos) con un 45% de acierto, al que suma un 93% en tiros libres y casi un 52% total en tiros de campo.
Su promedio de juego es de 35 minutos, lo que no le ha impedido anotar ya tres veces 40 puntos o más.
Su tope de la temporada fueron las 53 unidades, que logró contra los Pelicans, con un 8/14 en triples.
Pero cuando Curry no llega en su día, los Warriors tienen otros jugadores a los que recurrir, a la intensidad de Klay Thompson o Andre Iguodala o el aporte de Harrison Barnes.
Asimismo, a la oscura pero eficaz labor de Andrew Bogut, la versatilidad inagotable de Draymond Green o la casi siempre relevante labor del banquillo, en las figuras de Shaun Livingston, Leandro Barbosa o Marreese Speights.
Muchas cartas que el entrenador Steven Kerr puede y sabe mover a la perfección.
Veremos si le alcanza para romper la racha de un mejor inicio de temporada, que está en los 14 partidos que tuvo Boston sin conocer la derrota en el 57-58.