“Regulación limita inversiones en paneles solares”: vocero de Acesolar

El exceso de trámites es la piedra en el zapato para el desarrollo de más proyectos de energía solar en el país, considera William Villalobos, asesor legal y vocero de la Asociación Costarricense de Energía Solar (Acesolar).

Costos de permisos que rondan los ¢600 mil, un tope del 15 % para la generación distribuida y mucha burocracia en empresas distribuidoras son parte de las trabas.

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¿Cuál es el panorama de la energía solar?

El país registra un crecimiento del 200 % en la penetración de la energía solar en los últimos años; al día de hoy, tenemos más de 1.500 techos instalados que representan inversiones que rondan los $40 millones.

Si le sumáramos a esas inversiones los proyectos que están en trámite en las empresas distribuidoras, probablemente la cifra se duplicaría.

¿Qué trabas enfrentan los proyectos de energía solar?

Las trabas se centran en varios aspectos, lo primero es que debe haber una mejora regulatoria.

La generación distribuida en el país debe democratizarse, porque la energía es de todos.

El país vive serios problemas económicos, y el sector de la energía solar podría generar más empleos si la regulación cambiara.

La regulación también limita la inversión, ya que hay varias barreras de entrada, como el tope del 15 % en los circuitos eléctricos, mucha burocracia en empresas distribuidoras y costos de permisos que rondan los ¢600 mil.

Otro problema es que dichas compañías toman el rol de juez y parte, porque son las que fijan los requisitos y determinan cuáles proyectos pueden conectarse a la red; entonces, son las dueñas de la bola y árbitros del partido.

¿Estas trabas inciden de alguna forma en el precio de la electricidad generada a partir de sistemas fotovoltaicos?

No es un secreto que hoy en día tenemos un costo en las tarifas de electricidad que nos resta competitividad país.

No puede ser que las condiciones regulatorias estén provocando que la penetración de una fuente renovable, como la energía solar, llegue a todos los costarricenses, sobre todo, en el sector empresarial e industrial, que pagan tarifas sumamente altas.

La tramitología, sin duda, se convierte en un peso para las familias que quieren instalar un sistema fotovoltaico en su casa, aunque los costos de los paneles y su instalación estén disminuyendo.

Me plantea varios problemas, ¿ha habido apertura para discutirlos con los actores que dice que tienen la bola?

El Minae, como rector de la política pública energética del país, está revisando el reglamento de generación distribuida y, nosotros como Acesolar, pedimos la revisión de cuatro puntos en ese reglamento.

El primer aspecto tiene que ver con el libre acceso; es decir, si yo tengo en mi casa instalado un sistema fotovoltaico, lo que suceda del medidor hacia dentro no debería estar sujeto a trabas ni permisos, porque es energía propia.

Segundo, desde 2015 se decidió poner un tope a la generación distribuida de un 15 %, basado en un criterio de seguridad de la red eléctrica pero sin ningún estudio técnico, por lo que pedimos al Minae que se suba ese porcentaje de forma considerable.

El tercer punto tiene que ver con una redefinición del autocosumo: actualmente, el reglamento solo permite consumir la energía en el mismo sitio donde se produce, una traba regulatoria fuertísima que impide transportar energía e instalar sistemas fotovoltaicos amplios que vayan más allá del techo de los edificios.

Por último, hay que eliminar conflictos de competencia que hoy no están claros, como el que mencionaba de las empresas distribuidoras.