Enfermedades de la aorta, ¿cuándo se debe realizar el tamizaje?

Cuando se habla de enfermedad de la aorta, la más frecuente es el aneurisma de aorta abdominal.

Aunque algunos lo consideran una enfermedad poco frecuente, lo cierto es que la prevalencia a nivel mundial en personas mayores de 65 años es alrededor del 7% de eso no escapa nuestro país y más en el caso de una población que viene en envejecimiento como la de Costa Rica.

Es una enfermedad silenciosa y que por lo general se diagnostica por casualidad cuando se realizan otros procedimientos médicos, por lo que desde el Hospital Clínica Bíblica se hace un llamado a la detección temprana, la cual se logra a través del tamizaje.

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La aorta es la arteria principal que transporta la sangre desde el corazón hacia el resto del cuerpo, cuando hay una dilatación en alguna de sus paredes se está en presencia de un aneurisma.

En promedio, se considera una aorta abdominal “normal” aquellas cuyo diámetro mide de 2 a 3 centímetros; entonces, cuando hay aneurisma se forma un aumento de más del 50% del diámetro que normal.

“Generalmente a nivel de aorta abdominal esas dilataciones se tratan cuando miden más de 5,5 centímetros porque están llegando a casi tres veces más de lo que debe medir el vaso y el riesgo de que ese vaso se rompa, se eleva mucho con esa medida”, afirmó Jesús Porras, especialista en vascular periférico del Hospital Clínica Bíblica.

Estos aneurismas pueden variar en su localización: el paciente puede tener una dilatación en la aorta torácica, a nivel abdominal, o -aunque es poco frecuente- puede presentar la dilatación desde el tórax hasta abdomen.

La mayoría de aneurismas, alrededor del 40% a 60%, son infrarrenales; es decir, se localizan debajo del estómago a nivel del ombligo.

En su mayoría no dan ningún síntoma inicialmente, ya cuando crecen más se puede palpar una masa pulsátil a nivel abdominal.

Pero, si son enfermedades silenciosas, ¿cuándo se deben buscar?

Aunque hay distintas recomendaciones, tanto la US Preventive Services Task Force como la NICE de Reino Unido, la European Society of Vascular Surgery y la Society of Vascular Surgery coinciden en que este examen de tamizaje aortico se debe realizar a partir de los 65 años.

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Algunos de estos entes lo especifican más y proponen tamizaje no solo por edad, sino por historial de tabaco o a quienes tienen factor hereditario (algún familiar en primer grado tuvo aneurisma en la aorta).

En cuanto al examen, el estudio diagnóstico es un ultrasonido y simplemente es revisar el diámetro de la aorta a nivel abdominal.

“Si se pasa de más de tres centímetros no está aneurismático, pero es lo que uno llama una ectasia: se empieza a alargar y ya ese es un paciente que no tiene aorta normal y puede que lo ideal es que se le empiece a hacer un seguimiento con el vascular periférico”, aconsejó el especialista.

En caso de que el resultado sea mayor a los 5,5 centímetros hay que valorar cirugía.

El tamizaje detecta el aneurisma a tiempo. Esto le permite al paciente someterse a una operación electiva con mejores resultados, que realizar una cirugía de emergencia por el vaso roto, que ocasiona sangrados internos y en donde la mortalidad es alta.

En general hay dos maneras de operar los aneurismas de aorta abdominal. Una es la manera endovascular que consiste en sellar por dentro el aneurisma con stent recubiertos (endoprotesis) que se introducen por las arterias a través de cateterismos (terapia endovascular de aorta).

La otra manera es mediante cirugía abierta, la cual abre el abdomen para reemplazar el segmento enfermo de aorta.

El tamizaje inició en Estados Unidos desde 2005, y hay varios estudios que demostraron que disminuyó la incidencia de aneurismas que llegaban rotos y con esto además mejoró los datos de morbimortalidad que se tenían previamente.

Debido a que en su mayoría los aneurismas de aorta son asintomáticos es vital el tamizaje en grupos de riesgo.