Cazafantasmas de la Caja tras evasores
| Lunes 29 abril, 2013
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Cazafantasmas de la Caja tras evasores
Nuevos operativos luchan contra evasión de parte de empresas “fantasma”
Un nuevo operativo irá tras unas 4 mil empresas “fantasma”, que en los últimos años han evadido el pago a la Caja de las cuotas debidas, lo cual afecta a toda la sociedad, que depende de los servicios médicos públicos.
No obstante, un trabajo de inteligencia realizado por dos instituciones ya permite identificar y castigar a quien utiliza tácticas como el cierre de una sociedad, y traslado de operaciones a otra, para evitar el pago.
Para forzar a los empresarios, los inspectores de la Caja pueden cerrar negocios, imponer multas y llevar casos a juicio.
En lo que a nuevos procedimientos se refiere, la Caja ahora puede hallar a los evasores de forma más eficiente, gracias a una colaboración con el Registro Público.
Bajo este esquema, el Registro genera un informe, en el caso de una empresa que pretende cambiar su razón social, mediante el cual la Caja puede confirmar si esta se encuentra al día o no con sus obligaciones.
En caso de sospechar de que se trate de una empresa fantasma, los inspectores de la Caja hacen seguimiento a las personas que integraban la sociedad, para fiscalizar las otras en las que participan.
Si la actividad comercial es igual a la de la sociedad disuelta, los inspectores abrirían un proceso, para identificar si fue una pantalla para evadir las cargas sociales.
“Cualquier cambio que se dé en la estructura jurídica de las sociedades mercantiles y que conlleve la presentación de un documento al Registro para su inscripción, necesariamente lleva implícita la validación de que la respectiva entidad jurídica se encuentre al día en las obligaciones con la Caja”, indicó Enrique Rodríguez Morera, director del Registro de Personas Jurídicas.
El operativo es posible gracias a nuevos sistemas tecnológicos que permiten al Registro y la Caja compartir información.
En lo que va de 2013, casi 4 mil empresas han sido identificadas como “fantasma”, que en el ámbito legal mueren, pero en realidad siguen operando con otro nombre.
Con este mecanismo, son identificadas por el nombre original con que adquirieron la deuda y aparecían como inexistentes.
“La facilidad para adquirir varias sociedades anónimas sin restricción es el principal problema para la entidad a la hora de detectar estas empresas fantasmas”, afirmó José Rojas, director interino de Cobros de la Caja.
Para defender a la institución, se detecta a la empresa con la cédula jurídica nueva y se liga a la anterior en caso de que aparezca uno o varios de los socios que se repiten en la nueva sociedad.
“Es un problema de legislación el que permite a estos empresarios incurrir en las faltas, que afectan los ingresos y convierten estos dineros en incobrables”, afirmó Ana Eugenia Villalta, gerente médica de la Caja.
Angie Calvo
acalvo@larepublica.net