Caminando hacia la tercera República

A raíz del artículo del Dr. Hernández Valle, Referendo como vía de Salvación, publicado en otro medio de comunicación escrito, despiertan ciertas inquietudes qué, para nuestro Estado, tienen cara de necesidad: el nacimiento de la tercera República.
La proliferación actual de iniciativas civiles y políticas, encaminadas a realizar diagnósticos de nuestra realidad nacional y planteamientos de reformas como soluciones, son señal clara de respuesta ante una percepción nacional de estancamiento y retroceso. Ante un sentir de desesperanza y desconfianza en nuestro aparato público y en el sistema democrático.
Y no es para menos ni de extrañar, los puestos públicos de representación popular gozan hoy de un desprestigio generalizado, que no debería ser tal, siendo que el problema no es el partido ni la institución, sino quienes ocupan los puestos. La crisis es de quienes se están postulando y alcanzado puestos de poder, y la culpa es de nosotros mismos por no participar, aunado al incentivo perverso de las listas cerradas y a un sistema de elección semi-directo.
Ahora bien, los eslabones perdidos del engranaje estatal parecen estar ya identificados, en gran medida gracias al excelente trabajo realizado por el Estado de la Nación. Entramos entonces a la etapa de las soluciones, que al parecer ya existen pero diseminadas entre los varios grupos reformistas nacientes.
Es ahí donde nace el reto, lograr unificar posiciones, un verdadero gran acuerdo nacional, el cual mandatoriamente debe incluir al sector político, pero no a los politicastros, no debe responder a banderas más que a la de Costa Rica.
La manera de concretar estas reformas, la tercera República, ya fue señalada a grandes rasgos por el Dr. Hernández Valle, si bien es un camino largo considerando las implicaciones de realizar un referendo, es diametralmente corto en comparación con someterlo en una eventual Asamblea Constituyente o incluso en dejarlo en la venia de la Asamblea Legislativa y el Poder Ejecutivo.
No es en otro tiempo, sino ahora, el momento de apostar por reformar nuestro Estado, es el tiempo de retomar el liderazgo y ser el ejemplo en Latinoamérica, el tiempo de compararnos con los mejores, de progresar.
Es ahí donde nace nuestra tercera República, una más humana y progresista, realista con el escenario global actual y preparada para liderarlo en la región. Esa es la República que debemos procurar.

José Felipe Guevara Leandro
Asesor fiscal