Calendario apretado y exigencia al título anulan proyección de las promesas
Gaetano Pandolfo gpandolfo@larepublica.net | Lunes 30 julio, 2018
El desperdicio de talento en los tres clubes grandes de nuestro fútbol es notorio y evidente, campaña tras campaña, temporada tras temporada.
Los directores técnicos de turno prefieren salvar sus cabezas, saben que los fanáticos solo quieren corona, los dirigentes presionan, la prensa cuestiona y entonces se archiva el talento, se congelan las promesas del club, otras se dan a préstamo y los estrategas se apuntan a lo “seguro”, aunque esta mano de obra “vieja”, en ocasiones no lo sea tanto.
Suman centenas los jóvenes futbolistas de Saprissa, Herediano y Alajuelense, a los que se les negó, por asuntos de edad y no de capacidad futbolística, la oportunidad de darse a conocer, proyectarse, consolidarse e instalarse en la estelaridad del equipo.
En la primera fecha del Torneo Apertura, se nos presentó la primera prueba de lo manifestado.
Los tres candidatos más firmes al título, solo presentaron un rostro relativamente nuevo, titular durante todo el partido: Orlando Galo, como defensa derecho del Alajuelense. Este juvenil de 17 años, tuvo su oportunidad, pero en mucho Luis Diego Arnáez se la dio por la suspensión que sufre José Salvatierra y la lesión de último momento de Luis Sequeira.
Galo vio acción con Benito Floro y Wilmer López, pero cuando los manudos le dieron entierro de primera clase a su “kínder”, el joven Orlando desapareció de escena.
En el Deportivo Saprissa repasemos un solo caso, de muchos.
Hubo un momento y que fue muy largo, que Carlos Watson le dio la titularidad en el medio campo al joven Jaylon Hadden. De pronto, el talento de solo 20 primaveras desapareció del mapa, para que se consolidaran como volantes centrales Michael Barrantes y Mariano Torres.
Sin embargo, opinan muchos, ahora que arrancó el Apertura, ahora que Saprissa campeonizó, ahora que Vladimir Quesada trabaja sin tanta presión, el cuerpo técnico morado prefiere firmar a un mediocampista joven veterano como Juan Gabriel Guzmán, le da la titularidad desde el primer partido y Hadden no se vislumbra en el radar del binomio Quesada-Cordero.
Se congela el talento, se anula la promesa y el estratega prefiere lo conocido.
¿Qué deberían hacer los entrenadores para que esta mano de obra juvenil no se desperdicie?
Lo que hizo y decidió Jafet Soto cuando fue técnico del Herediano, por lo menos con uno de los talentos de la nómina: Allan Cruz.
Con 22 años de edad, el joven mediocampista va por su tercera temporada vestido de rojo y amarillo con rango de titular.
Este guanacasteco aprovechó la oportunidad que le otorgó Jafet para que jugara al lado de Óscar Esteban Granados y Randall Azofeifa, la salida de Elías Aguilar al extranjero le dio más margen de acción y hoy Cruz es mencionado en todas las listas que hablan de los relevos generacionales que deben llegar a la Selección Nacional.
Perfectamente Jafet pudo darle a Cruz un par de partidos, sentarlo, congelarlo y desaparecerlo, castigo injusto que sí sufren decenas de jugadores contemporáneos de Allan, víctimas de los temores de entrenadores que prefieren salvar sus cabezas, apuntándose a lo fácil y conocido.
Talento en fecha 1
Herediano
Keysher Fuller
90 minutos
Allan Cruz
90 minutos
Saprissa
Randy Chirino
15 minutos
Alajuelense
Orlando Galo
90 minutos
Esteban Marín
31 minutos